PREOLÍMPICO

Una silla en el pabellón distinta a todas las demás resume la magnitud de Rudy Fernández en el Preolimpico

El balear ha viajado con una silla diferente al resto, que ya usaba en los entrenamientos, para no cargar su espalda.

La silla que utiliza Rudy Fernández./Relevo | G. García
La silla que utiliza Rudy Fernández. Relevo | G. García
Guillermo García

Guillermo García

Valencia.- Los dos partidos que hasta ahora ha jugado la Selección española en el Preolímpico de Valencia han dejado, además de sendas victorias, una imagen curiosa en el banquillo encabezado por Sergio Scariolo. Bueno, en realidad, en toda La Fonteta, donde un asiento sobresale o se diferencia del resto. Una silla alta con un destinatario especial y que resume la magnitud de un jugador como Rudy Fernández.

El capitán del equipo nacional está ante sus últimos partidos como jugador profesional y todo cuidado es poco para que esté en las mejores condiciones posibles. Esa es la explicación por la que hay una silla más alta que el resto en el banquillo de España. Una silla que lleva tiempo acompañando a Rudy en los entrenamientos, como ha podido saber Relevo, y que en esta ocasión también ha viajado con él a Valencia para no cargar la maltrecha espalda del balear.

Rudy acumula muchas batallas en sus piernas, y también en una espalda, que han marcado su carrera, tal y como reconocía hace unos días en El Mundo. "La experiencia y el trabajo físico y mental me ayudaron a llevar todo eso más fluido. Y a llegar a una edad que en ningún momento podía imaginar cuando estaba pasando por el quirófano por tercera vez para operarme de la espalda (2015). Entonces me dijeron que podría estar tres o como mucho cuatro años más jugando a nivel profesional". Por eso, tanto desde el Real Madrid como desde la FEB no escatiman en cuidados para el capitán.

Rudy Fernández. Relevo
Rudy Fernández. Relevo

Para llegar hasta aquí, a las puertas de sus sextos Juegos Olímpicos, Rudy ha pasado de ser un deportista explosivo que vivía por encima del aro gracias a su físico a ser un jugador mucho más completo en el que destaca la lectura de juego y de los espacios en defensa. Un baloncesto total transformado a través de la mutación física de Rudy, a la que ayuda todo el cuidado que ha tenido en los últimos años de su carrera.

El balear no sólo ha cambiado su juego para seguir en la élite. También ha cambiado su físico y sus hábitos para que su maltrecha espalda pueda llegar a París 2024, el gran reto del capitán de la Selección. Hace años confesó que recurre a la hipnosis para relajarse y descargarse mentalmente, también cambió su alimentación y se puso en manos de un especialista que le ayudase a llevar una dieta más equilibrada y acorde a sus necesidades. El último truco de esta secreta juventud de Rudy es esta silla, que se une a la cámara hiperbárica con la que empezó a viajar en el Eurobasket de 2022.

Todo vale con tal de conservar a un jugador único que hoy es más historia todavía del baloncesto español. Alguien que lo ha conseguido todo, pero con fuego interno suficiente para seguir peleando con jugadores más jóvenes y siendo referencia para ellos. Desde que debutara en partido oficial en los Juegos de Atenas 2004, Rudy ha estado presente en todos los grandes campeonatos que ha disputado la Selección salvo en el Eurobasket 2017. Dos décadas de compromiso donde lo ha ganado todo. Es el único jugador español con seis medallas de oro (2 Mundiales y 4 Europeos) en un palmarés sin igual en la historia del baloncesto nacional. Igual que su compromiso con el equipo.