La insólita historia de Lourawls Nairn, el entrenador de 1,78 que hoy jugará contra España

Valencia.- El deporte está lleno de historias personales y de situaciones inéditas como la que se vivirá esta tarde en La Fonteta. Allí, desde las 20:30 horas, España buscará el billete a los Juegos de París y para ello deberá batir a Bahamas en la final del Preolímpico. Un equipo que cuenta con un Big Three NBA (Ayton, Hield y Gordon), uno de los mayores talentos de futuro en el mundo del baloncesto (Edgecombe) y la inestimable ayuda de Lourawls Nairn, un jugador que puede echar una mano tanto con el balón en las manos como con la pizarra.

No obstante, el hoy base de la selección caribeña lleva seis años sin jugar al baloncesto de forma continuada. Lo dejó tras sus cuatro temporadas en los Spartans de la Universidad de Michigan State (la misma que alumbró a Magic Johnson), después de no ser seleccionado por ninguna franquicia NBA en el draft de 2018. Su altura (1,78) y algunos problemas físicos ponían fin a su carrera como jugador. Pero no a su trayectoria en el mundo del baloncesto.

Tras 137 partidos con los Spartans y una temporada, la 2016-2017 en la que llamó la atención siendo titular en 30 partidos, Nairn no recibió ninguna llamada para jugar en la NBA, pero sí que tuvo que contestar al teléfono cuando al otro lado vio que estaban los Suns. La franquicia de Phoenix le ofrecía un puesto como técnico asistente en el desarrollo de jugadores, así que con 23 años tuvo que decidir entre la cancha y el banquillo. Ganó la segunda opción.

Nairn lo tuvo claro y colgó las botas, pero no dejó de trabajar con la pelota. Primero ayudando a desarrollar talento joven en los Suns y más tarde en la NCAA, donde se ha convertido en un habitual de los banquillos. Primero en la Sunrise Christian Academy, más tarde como ayudante en los Thunderbirds de Southern Utah y esta temporada ha fichado como jefe de los asistentes en Bowling Green, donde el próximo curso entrenará a Youssef Khayat, al que ayer se enfrentó en el Bahamas-Líbano.

Nairn ha tenido que trabajar a destajo tanto en la cancha como en el gimnasio en las últimas semanas, como reconocía a Solobasket, para llegar en condiciones a este Preolímpico. Llevaba mucho tiempo sin jugar, pero en Valencia se ha convertido en una ayuda fundamental para los Ayton, Hield y compañía en su intento por llevar a un país de apenas 400.000 habitantes a los Juegos Olímpicos por primera vez.