Cómo ha llegado un pequeño país del Caribe a ser una potencia del basket y amenazar a España: "Cada partido es una gran victoria"
Bahamas, que en los Juegos de Tokio tuvo 16 representantes y sacó dos oros, quiere estar en su primera cita olímpica en baloncesto.

Valencia.- Para llegar a París España tiene que hacer primero una escala en una pequeña isla del Caribe. Y no precisamente para ir de vacaciones o a disfrutar de sus playas. El equipo de Scariolo se tendrá que sacar el billete a los Juegos derrotando a Bahamas en una final de Preolímpico entre David y Goliath. Al menos en lo que a historia se refiere, porque en lo que a baloncesto se refiere las fuerzas están más igualadas de lo que puede parecer.
Y el primero que lo ha señalado es el seleccionador español: "Los partidos cada vez han sido más difíciles. Y nos queda el más difícil: tres superestrellas de la NBA en contra. A nivel individual, nos olvidamos, ellos tres; otro par de jugadores con futuro de estrella y buen grupo de jugadores de complemento. Uno por uno tenemos todas las de perder. Tenemos que intentar ser equipo, esforzarnos al máximo, más cohesionados que nunca, Tenemos que poner toda la energía en la misma dirección".
El potencial baloncestístico de Bahamas es inversamente proporcional a su pequeña población. Un país con poco más de 400.000 habitantes (menos que Murcia o Palma de Mallorca) que hasta ahora era conocido por sus playas, el ron y la exportación de minerales, pero que en los últimos años ha comenzado a 'fabricar' jugadores de baloncesto con pedigrí NBA.
Uno de los primeros fue Mychal Thompson, parte de los Lakers del Showtime junto a Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar y padre de la nueva estrella de los Dallas Mavericks Klay Thompson. El exjugador de los Lakers fue una de las grandes estrellas de los 80 y el germen sobre el que comenzó a cimentarse el actual éxito del pequeño país caribeño.
Su primera gesta tuvo lugar el verano pasado cuando eliminó a Argentina en el preolímpico americano, dejando a la albiceleste sin posibilidad de llegar a París. En un encuentro sumamente equilibrado en el que ninguno de los dos equipos tuvo una ventaja mayor a 7 puntos, la balanza se inclinó para el lado de los bahameños por 'culpa' de Eric Gordon, máximo anotador de aquel partido con 27 puntos y uno de los puntales de Bahamas en Valencia.
"Jugamos para construir algo grande en Bahamas. Cada partido es una gran victoria para nosotros, porque nunca hemos estado en esta posición. Vamos a seguir creciendo y espero que podamos ganar mañana. Para eso estoy aquí. Quiero ganar y haré lo que haga falta para ganar. Necesitamos una más y eso va a significar mucho no sólo para el equipo, sino para el país", aseguraba Gordon tras batir a Líbano a pregunta de Relevo. "Significa mucho para nosotros. Somos un país pequeño y sólo estamos intentando construir algo especial. Nunca hemos estado en los Juegos y queremos conseguirlo".
El actual jugador de los Suns es una de las razones por las que Klay Thompson no está en esta convocatoria con Bahamas. El primer motivo es que el nuevo compañero de Doncic ya jugó los Juegos Olímpicos de Río con Estados Unidos, por lo que, para cambiar de selección, ha tenido que solicitarlo formalmente. Y esa solicitud debe ser aprobada por FIBA con el consentimiento de Estados Unidos, algo que no ha sucedido a tiempo. El segundo es que Thompson, como nacionalizado, no podría coincidir con Gordon (también naturalizado por Bahamas) que hasta ahora ha sido uno de los grandes puntales del equipo caribeño junto a DeAndre Ayton y Buddy Hield.
Un 'Big Three' de estrellas NBA que ahora amenaza a España. "Son tres jugadores acostumbrados a meter 20 puntos en la NBA, es otra dimensión. Tenemos que estar muy preparados pata intentar limitar a sus estrellas. Es un grupo muy atlético, que mete manos, presiona, tapona, tienen una calidad atlética muy alta... Una tarea muy difícil", apuntaba el seleccionador español tras ganar a Finlandia.

Gordon, Hield, Ayton o Edgecombe (apunten este nombre para el futuro) no son el único peligro para España. De hecho Bahamas no juega con sólo cinco jugadores. Lo hace con todo el país, tal y como comenta Curvin Hield, hermano del jugador de los Warriors y uno de los pocos aficionados desplazados a Valencia.
"Es mucho tiempo, muchos años y décadas, en los que mucha gente ha estado intentando que se juegue al baloncesto en Bahamas y finalmente estamos en lo más alto de nuestro sueño. Llegar a los Juegos por primera vez es increíble para los jugadores pero también para todo el país y para todos aquellos que construyeron el camino para llegar donde estamos ahora. Pero seguimos siendo un país humilde, esperando lo que puede llegar. Es un sentimiento maravilloso estar a las puertas de los Juegos por toda la gente que ha trabajado durante años para hacer crecer el baloncesto. Estamos agradecidos por todo lo que Dios ha puesto en nuestro camino para hacernos llegar hasta aquí".
El orgullo de un pequeño país del Caribe que actualmente ocupa el puesto 57 del ranking FIBA y que intentará hacer historia batiendo al segundo equipo del mundo. Una diferencia que ahora mismo no es tal, como reconocía Llull horas antes del duelo: "Bahamas en defensa son muy físicos, meten muchas manos y hay que estar preparados". Ellos lo estarán.