BOXEO

Rafa Lozano Jr.: "Los resultados están ahí, pero si no hubiese clasificado habrían dicho que estaba por ser hijo de..."

Rafa Lozano, hijo del doble medallista olímpico y actual seleccionador español, vivirá en París 2024 sus primeros juegos. Con 19 años no tiene presión por el apellido.

Rafa Lozano Jr./
Rafa Lozano Jr.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Rafa Lozano Jr. no pudo disfrutar de los mayores éxitos deportivos de su padre. Lozano fue medallista olímpico en Atlanta 96 (bronce) y Sydney 2000 (plata). En el año 2001 decidió dar el salto al profesionalismo, pero ahí no tuvo fortuna y únicamente pudo proclamarse campeón de España. Su hijo mayor nació el 27 de diciembre de 2004, su prime había pasado.

En el año 2010, Lozano decidió colgar los guantes y en el 2013 se hizo cargo de la Selección. La premisa con sus dos hijos siempre ha sido la de dejarles elegir su camino. Rafa, al ser el mayor, le acompañaba muchas tardes a los entrenamientos. Él sabía que podía entrenar si quería, pero nunca recibió la orden de su progenitor. Empezó a probar y los internacionales comenzaron a ser sus entrenadores. Poco a poco, siendo un niño, se enamoró del deporte y quiso seguir los pasos de su padre. Fue natural.

Del Balita se pasó al Balín, quien con 14 años debutó. En ese momento en España no se podía boxear con esa edad, por lo que su estreno fue en un Europeo. En el año 2020, Rafita obtuvo su primer gran resultado: ganó el Europeo Junior. No tenía edad para acudir a los Juegos, pero los focos se empezaron a poner sobre el hijo del último medallista olímpico del boxeo español.

Esa exposición aumentó cuando, con 18 años, el Balín pasó a formar parte de la Selección élite. Debía ganarse un puesto, pero su inicio fue malo. Una lesión en el bíceps, de la que tuvo que ser operado, pareció echar por tierra cualquier posibilidad de pensar en París 2024. "Todo el mundo me decía que no me preocupase, que era joven. ¿Qué pasa que por serlo no podía conseguir mi sueño?", afirma en una entrevista Relevo. Su objetivo siempre fue emular a su padre.

Su referente también pudo ser un arma de doble filo, pero para Lozano Jr. el apellido nunca ha sido un problema. "Si hubiese perdido en el preolímpico hubiesen dicho que estaba allí por ser hijo de... Los resultados están ahí. No sé que lo que habría pasado sin lograr la medalla en el Europeo (le permitió acudir al último preolímpico), pero con una oportunidad demostré que podía clasificar. Sólo una. Era lo único que pedía. Lo tenía claro y se lo decía a todo el mundo", asegura.

El Balín no llega de tapado a París, pero no ha boxeado con ninguno de los que serán sus rivales. "De todos los boxeadores olímpicos que hay en mi peso sólo clasificamos 16. Si estás ahí es porque tienes nivel. Nadie es fácil. Algunos han tenido resultados, peor las lesiones no pude enfrentarme a ellos en esos torneos. Son dos combates para lograr medalla. La presión está ahí, pero hay que tener la cabeza fría para lograr el objetivo", añade Lozano. El sueño de su vida está más cerca. En su familia sólo faltó colgarse la medalla que más brilla, ese es el objetivo del Balín. Quiere regalársela a su padre.