JJOO | ESGRIMA

El gurú del florete italiano que nació en Madrid y se inspira en Ancelotti

Stefano Cerioni, gracias a su importante amalgama de medallas y su don en la psicología con el deportista, es conocido como el Carletto de la esgrima.

El italiano Filippo Macchi, en la final de florete. /AFP
El italiano Filippo Macchi, en la final de florete. AFP
Julio Ocampo

Julio Ocampo

Durante los Juegos de Londres 2012, el podio de florete femenino individual lo formó Elisa Di Francisca, Ariana Errigo y Valentina Vezzali, respectivamente. A semejante obra de arte se añadió el oro en escuadras, con la deportista Ilaria Salvatori completando un póker épico, un Dream Team. "Después se marchó como comisario técnico a trabajar en Rusia, que le hizo una oferta importante. Allí también lo hizo bien, subió el nivel al máximo. Allí estuvo cuatro años, y luego se convirtió en entrenador personal de algunos floretistas de renombre, como Alexander Choupenitch, bronce en Tokio". Las palabras son del histórico periodista de la Gazzetta dello Sport -Paolo Marabini-, quien presenta a Stefano Cerioni como un auténtico gurú, un condottiero que ha vuelto a dirigir la selección italiana de florete (ahora en París) tras la última cita olímpica de 2021, donde no se ganó ningún oro en esta histórica y fértil disciplina italiana, que hoy vuelve a estar de enhorabuena gracias a la plata contra EEUU de las d'artagnanas Arianna Errigo, Alice Volpi, Martina Favaretto e Francesca Palumbo.

"Otro de los motivos que explican su regreso es que los chicos no estaban contentos con el último seleccionador, Andrea Cipressa. No había diálogo, no había método. Cerioni es excelente también por su trabajo en la pedana. No sólo es seleccionador, sino también un maestro que forma. Sabe lo que es trabajar individualmente con esgrimistas como Errigo, Race Imboden, Ysaora Thibus, Tommaso Marini (campeón del mundo en 2023) o Alice Volpi. A muchos los cogió después de Rio y les hizo ganar en Tokio", explica vehementemente sin obviar otras ingentes dotes del Ancelotti mosquetero: la estrategia, la psicología, la motivación y la destreza para dar el consejo más correcto en cada momento. Además, brillan con luz propia sus medallas olímpicas, europeas (diez oros) y mundiales (cinco oros), que no paran de caer cada vez que está al mando de todo.

Jesi, territorio esgrima

Stefano Cerioni fue el primer deportista del Club Scherma Jesi (uno de los más prestigiosos del mundo) en ganar un oro olímpico. Se estrenó en el florete por equipos (Los Angeles 1984) y después repitió en el individual (Seúl 1988). "Comenzó entrenando con el maestro Ezio Triccoli, que a su vez fue el gran mentor de Vezzali, Di Francisca y Giovanna Trillini". Eran tiempos, entonces, en los que la minúscula ciudad (menos de 40.000 habitantes) de la región Las Marcas comenzaba a morder la historia. Hoy sus números son elocuentes: tiene más oros olímpicos que La India, el doble de medallas de Chile o Tailandia. Todas en esgrima.

Uno de los más felices y orgullosos con este vergel repleto de talentos empuñando las diferentes variantes de la espada es, sin duda, Paolo Azzi, el presidente de la Federación Italiana. Fue él quien se trajo de vuelta al viejo zorro. "Ya en Los Angeles, individualmente, fue bronce. No hay que olvidarlo. Stefano Cerioni es un grande. Viene de una familia de Las Marcas, y creo que por exigencias de trabajo de su padre nació en Madrid. Pronto volvió a Italia para crecer humana y deportivamente en la maravillosa Jesi. Luego, ya se sabe… También ganó dos oros y un bronce en los Juegos de Rio cuando aún era seleccionador ruso. Hablamos de un genio", apunta. Un genio quien hoy, a sus sesenta años, siguen reconociendo cuánto de importantes fueron para él las historias, los relatos de Fabio Capello, Roberto Mancini o Carlo Ancelotti, otros italianos que probaron suerte fuera del belpaese.

"Cuando tratábamos de convencerlo para volver ya tenía ofertas de otro sitio (se habló de China)", admite el presidente a Relevo. "Lo más importante es que está rejuveneciendo el equipo nacional, tanto masculino como femenino. Algunos de los ejemplos más significativos son Martina Favaretto o Filippo Macchi (fresco de la plata en París)", explica.

Cerioni ha vuelto, una vez más, a construir nuevos cimientos para, como Carletto, seguir conquistando el mundo. "Es el mejor sin duda en la lectura de cada match, sobre todo cuando está próximo a la pedana. Tiene carisma, carácter, y es un excelente motivador. Sin olvidar el trabajo técnico, lógicamente. Es un tipo especial, y le tenemos con nosotros".