Un desfile en los JJOO sin las campeonas del mundo: "Es una pena, pero venimos a rendir"
La Selección juega en Nantes un día antes y sus jugadoras protagonizarán una de las grandes ausencias en el desfile.

Del chasco por no poder estar en la Villa Olímpica, al menos de momento, al de no poder asistir a la ceremonia inaugural. La Selección femenina vive sus primeros Juegos Olímpicos de manera muy diferente a como sus jugadoras lo soñaron y pensaron. Asentadas en Nantes, donde jugarán sus dos primeros partidos, están alejadas del bullicio de París. También del gran ambiente olímpico que se vive en la capital. Un peaje al que se suma que serán una de las grandes bajas en el desfile de todos los deportistas españoles durante la inauguración de los Juegos Olímpicos. La propia Irene Paredes confirmó en rueda de prensa lo publicado en Relevo: "Nos han dicho que no podemos asistir... Lo veremos juntas y lo viviremos con la máxima ilusión", apuntó la capitana.
A día de hoy, no está previsto que asistan porque debutan, ante Japón, un día antes en Nantes y tendrán otro encuentro dos días después frente a Nigeria en la misma sede. Teniendo en cuenta que son dos horas y media de distancia en transporte público -en coche, ronda las cuatro horas- entre la ciudad del Loira y París, es una decisión irrevocable. Sería un gran desgaste para sus futbolistas en medio de un torneo exigente con "descanso casi nulo", tal y como apuntó Aitana Bonmatí en TVE.
Así, a las de Montse Tomé les tocará seguir el desfile por televisión desde el hotel de concentración en Nantes. No serán las únicas, con otros deportistas que serán baja porque juegan o tienen competiciones pronto al día siguiente -las selecciones masculinas de fútbol, balonmano y baloncesto, entre otros- y en el vestuario ya tienen asumido este asunto. Conscientes de que, en el caso del fútbol, es muy habitual quedarse fuera del desfile por estar en sedes más alejadas del núcleo de los Juegos Olímpicos. De hecho, el equipo de Santi Denia debuta en París y se marchará de la capital un día antes del desfile porque juegan el viernes, 27 de agosto, en Burdeos.
"Es un tema que todavía no lo sabemos muy bien porque ese día después del partido contra Japón seguramente no podamos asistir porque tampoco estamos en París y habría que desplazarse. Es verdad que todos los deportistas dicen que es de los momentos más bonitos y diferentes. Si podemos estar, estaremos. Si no podemos estar, es una pena, pero a lo que vamos es a rendir y hay que centrarse en eso", se lamentaba Irene Paredes hace unos días durante una de las atenciones a medios de comunicación organizada por la RFEF.
De este modo, las jugadoras centran aún más sus fuerzas en lograr el gran objetivo de llegar a la tierra prometida. Con la Villa Olímpica entre ceja y ceja, la mayoría ha destacado la motivación que hay de llegar a París, con la buena señal de que esto sucederá si pelean por la medalla. Hay otra opción de adelantarlo, en cuartos y si son segundas de grupo. Si no, sólo jugará la gran final en la capital francesa.
"Es verdad que, al principio, decíamos la villa olímpica... ¡Qué guay! Vivir la experiencia... Y, claro, cuando me dijeron: 'No, no, que vais a un hotel aparte en Nantes'. Fue como... 'Vale'. Es lo que hay. Nos adaptamos a todo, si queremos ir a la villa olímpica, pues habrá que llegar a esa final para disfrutarla", expuso Cata Coll en una entrevista con Relevo durante la estancia de la Selección en Las Rozas.
Mientras, la Selección disfruta de la tranquilidad de Nantes, donde pasan desapercibidas como el resto de equipos que competirán en esta ciudad situada a las orillas del río Loira. Una estadía en la que aprovecharán para tener la máxima concentración antes de su debut frente a Japón, el rival más fuerte del grupo y uno de sus últimos grandes verdugos. El encuentro será el jueves, 25 de julio, un día antes de que más de 10.000 deportistas protagonicen un histórico desfile en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. Estos ya habrán empezado con varios partidos de fútbol, tanto masculino como femenino, rugby 7, balonmano o pruebas de tiro. Con la espinita para varios deportistas, como las jugadoras de la Selección, de no poder vivir la ceremonia in situ.
Una deuda que se queda pendiente para la siguiente cita olímpica y en la que todas se guardan peticiones para su desembarco en la Villa Olímpica. "Es una pena no estar allí porque hubiese sido el doble de gratificante el ver a todos los deportistas vivirlo... Siempre lo he dicho que para mí la deportista que quiero ver en la Villa Olímpica es Simone Biles. Bueno, también Ana Peleteiro, Carlitos Alcaraz, que son más jóvenes... Me hace mucha ilusión poder compartir Villa Olímpica con todos los deportistas, poder verlos y poder conocer varias disciplinas que yo creo que son gratificantes para un deportista", apuntó Misa Rodríguez a su llegada a Paris 2024.
Unos deseos a los que se suma el selfie que anhela Salma Paralluelo con Sydney McLaughlin, entre otros, y en los que Irene Paredes puso seriedad: "Todos los deportistas olímpicos dicen que la Villa Olímpica es algo muy especial. A nosotras lo que nos motiva es ganar y vamos allí para ganar, aunque sabemos de la dificultad", declaró la capitana de la Selección. Todo suma y las de Montse Tomé tienen más de un aliciente para llegar a la 'Meca' de los Juegos Olímpicos 2024: París.