Ibai Gómez, de pedir informes a Bielsa a ser seleccionador en los Juegos: "Me acuesto con la conciencia tranquila de que me he dejado el alma"
El exfutbolista dirige a la selección Sub-23 de República Dominicana. Hoy se enfrenta a España (15:00).

"No sabía si era una broma o iba en serio". A finales de noviembre de 2023, Ibai Gómez recibió un mensaje en su teléfono móvil. Entrenando en aquel entonces al juvenil del Santutxu, su nombre estaba en la terna de candidatos para dirigir a la selección Sub-23 de República Dominicana en los Juegos Olímpicos de París. "Tal vez ha llegado más pronto de lo esperado, pero las oportunidades llegan cuando las mereces y ocasiones como estas están para aprovecharlas", dice a Relevo quien hoy se enfrentará a la Selección española en la segunda jornada de la fase de grupos (15:00, TVE).
Guardando como "oro en paño" los informes de los entrenamientos de Marcelo Bielsa en el Athletic, "hay mucha gente que me lo ha pedido, pero por respeto me lo guardo para mí", tras tomar la decisión de dejar el fútbol con sólo 32 años Ibai ha vuelto a sentir lo que es ser feliz. "La felicidad para mí es llenar tu vida de momentos que no quieres que terminen nunca. En los entremos me tienen que decir 'venga, que nos vamos de tiempo".
Ibai Gómez y República Dominicana, ¿cómo nace esa conexión?
Fue una tarde que estaba en casa. Me llegó un mensaje de un teléfono que no conocía. Se presenta y me dice que se llama Iñaki y que lleva muchos años siguiendo el fútbol dominicano. Le dije que me contara un poco más y ahí es cuando me dijo que era la primera vez que República Dominicana se había clasificado para unos Juegos Olímpicos y que, si yo estaba dispuesto, él me proponía como candidato para el banquillo. De primeras me quedé como diciendo 'no sé si es una broma, si es en serio'. Porque, claro, yo conocía entre poco y nada de lo que es la federación de la República Dominicana, lo que es el fútbol dominicano, etc. Lo comenté con los amigos, con mi grupo de trabajo, con mi familia y también alucinaron. Sí que es cierto que he estado muchos años de entrenador mientras jugaba, pero enfocado al cien por cien este era el primer año. Cuando me contactaron yo estaba todavía con mi equipo (Santutxu) y les dije que me contaran un poco más. Que cuál sería la idea porque obviamente cuando te viene una oportunidad yo por lo menos miro dos cosas: una, qué puedes aportar tú a lo que te están proponiendo y otra, si verdaderamente crees que es algo que te va a hacer feliz y que te va a ayudar a crecer. Les dije que me diesen un tiempo para ver jugadores de República Dominicana y analizar hasta qué punto creía que podíamos ser competitivos. Somos personas que confiamos muchísimo en lo que hacemos pero no piensas que te va a llegar esta oportunidad así tan rápido.
Te sorprendió porque no tienes demasiada trayectoria en los banquillos.
Todos somos conscientes de que cuando has sido futbolista de élite, más o menos conocido, ya sabes que tienes más ojos detrás para lo bueno y para lo malo. Siempre vas a tener puesta más atención y si al final te gusta lo que haces, pues la oportunidad llega más fácil, ¿no? En ese sentido creo que tenemos facilidades, hay que admitirlo, pero sí que es cierto que llevo 14 años de entrenador. Siempre me ha gustado y sabía que quería dedicarme a ello. Confiamos mucho en las capacidades que tenemos todos los del cuerpo técnico y creemos mucho en lo que hacemos. Sí que es cierto que pensamos que tal vez ha llegado más pronto de lo esperado pero las oportunidades llegan cuando las mereces y las ocasiones como estas están para aprovecharlas.
Has tenido grandes maestros. Uno de ellos, Marcelo Bielsa. ¿Es cierto que cuando coincidisteis en el Athletic le pediste informes de sus entrenamientos?
Tengo guardadas las dos temporadas de Bielsa en el Athletic. Todo lo que hicimos cada día en los entrenamientos, todas las acciones. Marcelo es un entrenador que tiene una forma de trabajar muy peculiar, muy diferente a lo que te puedes encontrar con otros entrenadores. Es un técnico que al jugador le hace sentirse mejor y siempre, el 95% de los futbolistas a final de temporada, terminan siendo mejores de lo que eran al principio. Recuerdo con qué facilidad encontrabas al hombre libre, con qué facilidad jugabas. Muchas cosas de su forma de trabajar me llamaron la atención hasta tal punto que, tanto a Claudio como a Pablo, los dos que estaban con él en su cuerpo técnico, les hablé y les pedí por favor si me podían dejar todo lo que hacíamos. Lo guardo como oro en paño. Hay mucha gente que me lo ha pedido, pero por respeto me lo guardo para mí.
Aparte de cuestiones tácticas, ¿qué te gusta transmitirle a los chicos?
Soy mucho de la mentalidad. Como jugador me di cuenta de que la cabeza es el 95%. Cuando la cabeza funciona bien, cuando hay mensajes positivos, cuando estás en un momento dulce, eres más rápido, eres más potente, te salen mejor las cosas. Siempre intento trabajar mucho en el tema mental, que los jugadores disfruten. Lo único que es innegociable es todo lo que depende de la mentalidad. Esa energía, esa intensidad, ese lenguaje corporal. Acciones técnicas hemos fallado todos. Se van a fallar goles, se van a fallar pases, nos van a meter un gol porque he fallado un pase o porque he tomado una decisión mala. Pero cuando tomas una decisión, cuando fallas un pase, cuando fallas un gol lo que les transmito a los jugadores es que, en vez de pensar 'hoy no tengo el día, qué desastre' o meterte mensajes negativos, creo que hay que darle la vuelta. Si has fallado una, ya tienes menos posibilidades de fallar la siguiente porque el cupo de fallos ya lo estás gastando. Hay que pensar que la siguiente va a salir bien. Soy de intentar meter mensajes positivos a la cabeza.
Dejaste el fútbol porque perdiste la ilusión, ¿has vuelto a recuperarla en el banquillo?
Bueno, es diferente. Tenía muy claro que cuando dejara el fútbol quería ser entrenador. A muchos jugadores igual les cuesta tomar esa decisión porque no tienen claro lo que quieren después, pero yo lo tenía muy claro. En los últimos años perdí por un lado la ilusión y por otro me di cuenta de que ya no tenía el nivel que requería la competición. Eran demasiados mensajes y teniendo claro lo que quería hacer, tomé la decisión pronto, joven o como quieras llamarlo.
¿Cómo definirías tú la felicidad?
La felicidad para mí es llenar tu vida de momentos que no quieres que terminen nunca.
Ahora mismo, ¿estás en un momento que no quieres que acabe nunca?
Estoy en un entrenamiento de los chicos y no quiero que termine nunca. Es más, a veces Fernando y Larry, que son los chicos que están conmigo, me dicen 'que nos vamos de tiempo'. Ya te digo, esa es la felicidad. Muchas veces es muy difícil encontrarla. Siempre miramos la felicidad a futuro, 'quiero ser esto, quiero conseguir esto' en vez de intentar disfrutar del momento. La definición de felicidad para mí es eso, llenar tu vida de momentos que no quieres que terminen nunca. Cada vez que estoy en un entrenamiento o en un partido no quiero que no termine nunca.
Me han comentado que te pasas muchas horas viendo partidos.
Me gusta porque me gusta el fútbol. Siempre he visto muchos partidos en casa de mi 'aita' o en casa con mi mujer. Cuando echan varios partidos por la tarde, hay veces que estoy toda la tarde viéndolos. Sí que es cierto que ahora tenemos analistas, en este caso Adrián y Gonzalo, que están en nuestro grupo de trabajo y que te hacen un análisis mucho más concreto de cosas que les vas pidiendo. Pero ya te digo, siempre me ha gustado ver fútbol, así que para mí no es ningún problema.
En el cuerpo técnico de República Dominicana sois todos españoles. Hay rostros como Adolfo Madrid, preparador físico de Marcos Llorente, o Endika Montiel, nutricionista que ha trabajado con deportistas como Thiago Alcántara o Fernando Torres. ¿Te costó convencerles?
No me costó convencerles. Esto es una inversión para el futuro. Están igual de ilusionados que yo. Es gente con la que he trabajado como jugador, gente muy capacitada y es muy importante tener a los mejores en cada departamento.
Os enfrentáis a la Selección Española.
Ya dije antes de que fuese el sorteo que estas cosas pasan y así fue. Estábamos justo en Paraguay en la concentración con la selección y dijimos 'estas cosas pasan, ya veréis cómo nos toca España' y mira, nos ha tocado. España es una selección que conocemos y sabemos que a priori es una de las favoritas.
Cuando terminen los Juegos te espera otra aventura como entrenador del Arenas de Getxo. ¿No existía la opción de seguir vinculado con República Dominicana?
Lo que es la Selección Olímpica, una vez que pasen los Juegos, ya no hay nada hasta dentro de cuatro años. Yo firmé como seleccionador olímpico así que, una vez terminen los Juegos, termina mi contrato. Ellos no me dijeron para ampliarlo y entonces me llegó la oportunidad del Arenas de Getxo y era un sitio perfecto. Desde un principio se veía la ilusión que tenían porque fuésemos allí todo mi grupo de trabajo. En esta vida hay que ir quemando etapas y creemos que es un sitio perfecto para ello. Hemos firmado dos años y tengo mucha ilusión con el proyecto. Cuando acabemos en Francia empezamos la pretemporada con el Arenas.
Y tu padre, ¿está emocionado de ver a su hijo en unos Juegos Olímpicos?
En su día, cuando fiché por el Sestao como jugador, mi padre le dijo a mi madre 'nuestro hijo va a jugar en Primera División, estoy convencido'. De mi etapa como entrenador lo está disfrutando mucho. Mi padre es un hombre de fútbol y muchas de las cosas y conocimientos que tengo son gracias a él. A día de hoy comento casi todo con él y la verdad que para mí es mi referencia, sin ninguna duda. Acertó con eso de que iba a llegar a Primera y ahora como entrenador, si llego, llego y si no, no pasa nada. Ahora mismo estoy quemando etapas, disfruto del momento y ya veremos lo que pasa en el futuro. En el fútbol los buenos momentos son muy efímeros y hay que disfrutarlos al máximo.
Lo que cambia la vida. Hace no mucho te costaba dormir por los nervios y por la presión que sentías vistiéndote de corto.
Por eso te digo que quiero disfrutar mucho de todos estos momentos porque los buenos momentos en este mundo son muy efímeros. Uno ya tiene más experiencia. Hay que dejar a un lado esos mensajes negativos. Obviamente vas a vivir experiencias menos buenas, pero al final he aprendido que no es cómo te llegan las cosas o cómo te llegan los momentos, es cómo tú actúes frente a esos momentos. Soy muy consciente de que quiero ser muy positivo, de que cuando lleguen las cosas menos buenas tomármelo como un aprendizaje. Así ha sido cuando he sido jugador. Lo que quiero es que cada día me vaya a la cama con la conciencia tranquila porque me he dejado el alma y así está siendo.
Quién te iba a decir que ibas a estar en unos Juegos.
Nadie, ni yo. En mi vida hubiese imaginado estar en unos Juegos Olímpicos. Es un sueño para cualquier deportista. He hablado con muchos compañeros que incluso han ganado Mundiales y Eurocopas y todos dicen que vivir unos Juegos Olímpicos tiene que ser algo único. Si ellos lo quieren vivir, imagínate yo. Es un sueño que nunca piensas en él porque crees que nunca va a llegar. Es momento de aprovecharlo, de trabajar duro, de hacerlo lo mejor posible y que desde República Dominicana se sientan orgullosos del equipo.