¿Juegos o "circo"? El fútbol le da un tremendo golpe a París 2024 antes de comenzar
Nadie esperaba que incluso antes del inicio formal de los Juegos Olímpicos, el fútbol le diera tanto a París 2024: un récord mundial envuelto en un fuerte baño de desprestigio.
Activar un VAR que necesita una hora y media para expedirse es de las cosas más raras que dio el fútbol en años, y eso que al fútbol nadie puede echarle en cara el no ofrecer rarezas. Es un récord mundial, sí.
Marruecos derrotó 2-1 a Argentina en el estadio Geoffroy-Guichard de Saint Etienne, en una tarde en la que todo lo que podía salir mal terminó saliendo extremadamente mal: aficionados marroquíes invadiendo el campo de juego, lanzamiento de petardos contra el banquillo argentino, un árbitro que añade 15 minutos al partido, un empate 2-2 de Argentina en el 90+16 (!!) tras ir en desventaja de 2-0, el VAR que se activa y necesita una hora y media para decidir, el partido que se reanuda por tres minutos a estadio vacío.
A ver quién le gana a tanto exotismo. Javier Mascherano, entrenador de la selección olímpica argentina, dejó diez años atrás, en Brasil 2014, una frase para la historia. "Hoy te convertís en héroe", le dijo a Sergio "Chiquito" Romero, el portero que pararía penales decisivos ante Países Bajos para proyectar a la Argentina a la final del Mundial.
Lo de este miércoles fue mucho menos épico, pero la frase es también potente. "El circo más grande que vi en mi vida", dijo Mascherano tras una tarde imposible de describir. Lionel Messi la sintetizó con una palabra y un emoji en Instagram: "Insólito".
"Ayer nos entraron a robar el predio. Hoy invadieron siete veces el campo y después nos tiraron petardos", añadió Mascherano. "Es un papelón histórico", sumó Nicolás Otamendi.
Dato clave: Marruecos es co-organizador de la Copa del Mundo 2030 junto a España y Portugal. Lo de hoy no contribuye precisamente a solidificar su estatus dentro de ese trío.
Hace 26 años, ese mismo estadio Geoffroy-Guichard fue el escenario de un volcánico Argentina - Inglaterra por el Mundial de Francia 98, aquel de la "avivada" de Diego Simeone con David Beckham que terminó en su expulsión. Tras el 2-2, los penaltis que le dieron el triunfo a Argentina.
En un cuarto de siglo se pasó de la épica al esperpento.
A medida que avanzaba el partido, y en especial en el post partido, que en realidad seguía siendo el partido, aunque no estaba claro aún, "Argentina" comenzó a circular de boca en boca entre la prensa mundial congregada en el Palacio de Convenciones de París. Cientos y cientos de periodistas concentrados en preparar sus historias de cara a la inauguración de los Juegos este viernes dejaron de lado lo que estaban haciendo. No daban crédito. ¿Era cierto lo que estaban viendo?
Se lo preguntaba también el Comité Olímpico Internacional (COI), que en su asamblea general acababa de humillar a Estados Unidos y a la candidatura de Salt Lake City para los Juegos de invierno de 2034: les dieron la sede, pero con la advertencia de que se la pueden quitar si, entre otras cosas, no se inclinan ante la Agencia Mundial Antidopaje (WADA/AMA) e impiden que el FBI investigue los casos de doping de la natación china.
Tan rápido funciona todo en el mundo del deporte, que el Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) comenzó pronto a frotarse las manos: el búmeran de humillación que les habían lanzado volvía ahora para impactar, recargado, en el rostro del COI. Y del comité organizador de París 2024, claro, responsable de una falla de seguridad que alarma en el Palacio del Elíseo.
La FIFA también recibió un cachetazo. ¿Puede írsele tan violentamente de las manos un partido a un árbitro? ¿Qué pasó por la cabeza del sueco Glenn Nyberg? ¿Qué cosas le dijeron, qué presiones recibió en esa hora y media entre la activación del VAR y la decisión del VAR?
París 2024 comienza caldeado ya antes de comenzar, en buena parte porque el mundo está convulsionado como hacía años no se lo veía. Las amenazas terroristas con los Juegos como eje se dan en un contexto de alto voltaje: Ucrania, Rusia, Israel, Palestina y el enloquecido proceso electoral en Estados Unidos.
Sobre esa escenografía, un país lejano, Argentina, que impacta e influye no por estar en guerra, sino a partir de su inagotable pasión deportiva.
"Argentina no es bienvenida. Habrá tensiones a lo largo de todo el torneo, no quiero ni imaginarme si hay un Francia - Argentina", dijo este martes un comentarista de la televisión francesa durante la feroz silbatina al himno argentino en Saint Etienne.
Escuchar como se pita su himno es a la vez afrenta y motivación para la mayoría de los argentinos. Lo fue para Diego Maradona en la final de Italia 90 que la albiceleste perdería con Alemania. Es probable que lo sucedido hoy no hunda, sino que galvanice e impulse a la selección argentina.
Y es probable que el tema sea inevitable y que las tensiones crezcan a partir de la llegada de Javier Milei a París este jueves. El presidente argentino es visto por una buena cantidad de franceses con espanto como emblema de la ultraderecha mundial. Y aunque se puede debatir mucho acerca de la identidad política real de Milei, no hay mucho margen para hacerlo acerca de su pasión futbolera.
El jefe de Estado argentino fue portero, vivió el fútbol desde adentro. Y la semana pasada expulsó del gobierno a un subsecretario de Deportes por haber osado decir que Lionel Messi debía disculparse con la selección francesa por los cánticos racistas y homófobos en la madrugada posterior a la conquista de la Copa América, otro partido turbulento, con violencia y demoras.
Emmanuel Macron le concedió a Milei una reunión bilateral en el Palacio del Elíseo este viernes, el mismo día de la inauguración de los Juegos. Qué duda cabe de que tienen mucho de qué hablar.