Las lágrimas de las jugadoras de Canadá al seguir con vida en los JJOO tras el 'Caso drones-espía': "No somos tramposas"
Vanessa Gilles habló tras la victoria de las vigentes campeonas del oro y mostró la frustración del equipo.

Las lágrimas de Vanessa Gilles. Las lágrimas de un vestuario que, pese a estar hundido, defendió su valor e integridad en el campo. Las jugadoras siguen luchando contra 'sí mismas' tras la acusación y sanción por un caso de espionaje con drones de varios miembros del cuerpo técnico a Nueva Zelanda, su primer rival en los Juegos Olímpicos. El asunto salpicó hasta la ya exseleccionadora, Bev Priestman, y dos personas más, sus asistentes Joseph Lombardi y Jasmine Mander, e incluso se ha abierto una investigación con la sospecha de que esta práctica ilegal no es aislada. Según TSN, tanto el equipo nacional masculino como el femenino han grabado sesiones a puerta cerrada de sus rivales durante años.
GILLES IN STOPPAGE TIME 🇨🇦
— CBC Olympics (@CBCOlympics) July 28, 2024
Vanessa Gilles scores in stoppage time to keep the defending Olympic champions' hopes alive at #Paris2024 pic.twitter.com/faauylSG0S
Los tres han sido inhabilitados por FIFA por un año, mientras que el equipo ha sufrido una sanción de seis puntos en esta fase de grupos de los Juegos Olímpicos. Pese a esto, las jugadoras han mantenido siempre su inocencia y firmaron su segunda victoria ante Francia para mantenerse con vida. "Es lamentable que las jugadoras de nuestra selección nacional hayan tenido que soportar las acciones reprobables de ciertos miembros de su equipo mientras intentaban defender nuestra medalla de oro. Acciones sobre las que los jugadores no tienen control. Me gustaría aclarar que, como jugador de la selección nacional durante 23 años, nunca he visto ni se ha discutido imágenes de drones en ninguna reunión individual o de equipo a la que haya asistido", expuso Christine Sinclair, capitana del cuadro canadiense.
Se trata de las actuales campeonas del oro y este asunto ha afectado no solo a la reputación e imagen del equipo, sino que también al estado de ánimo del vestuario. "Hemos estado llorando", admitió Gilles tras el encuentro ante Francia. "No somos tramposas", insistió la jugadora de Canadá, explicando cómo el vestuario ha conseguido levantarse para salir al campo a ganar. Y hacerlo.
"Lo que nos ha dado energía es nuestra determinación, nuestro orgullo de demostrar que la gente está equivocada; Somos muy buenas jugadoras. Somos un muy buen equipo y lo hemos demostrado", apuntó Gilles, que anotó el 2-1 en los últimos minutos tras un partido en el que Katoto adelantó a las anfitrionas y Fleming igualó la contienda para iniciar la remontada de las canadienses.
Por su parte, Priestman publicó un comunicado en el que indicó: "Estoy destrozada por las jugadoras. Quiero disculparme desde el fondo de mi corazón por el impacto que ha tenido esto en todas ellas. Como líder en el campo, asumo mi responsabilidad y cooperaré en lo que haga falta con la investigación".
Así, y a pesar de que han ganado sus dos partidos en esta fase de grupos -Nueva Zelanda (2-1) y Francia (2-1)-, Canadá sigue en el aire. Aunque con vida. La sanción de seis puntos les deja a cero en el Grupo A. Sin embargo, tanto Francia como Colombia suman tres puntos, por lo que todo queda abierto para la última jornada, en la que se medirán al cuadro cafetero. Todo ello en medio de una polémica que ha dejado a todos sin palabras y en la que se sigue investigando para aclarar lo ocurrido, tomar medidas y hacer justicia.