JJOO | ESPAÑA 2 - JAPÓN 1

Nada es como la última vez que la Selección sucumbió ante Japón: "Esta vez, no han aparecido los fantasmas"

España venció a las niponas por 2-1 en su debut olímpico.

Mariona abraza a Aitana en la celebración de unos de los dos goles que España marcó ante Japón. /RFEF
Mariona abraza a Aitana en la celebración de unos de los dos goles que España marcó ante Japón. RFEF
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

- ¿Habéis sentido miedo tras encajar el 0-1?

- No sé que te dirán las demás, pero, sinceramente, no.

Buceando en la hemeroteca y con el objetivo de encontrar un inicio acorde a la gesta de la Selección -perdón de antemano- me topé con un dato. Tan sólo un minuto ha separado al primer gol que España encajó ante Japón en el pasado Mundial de Australia y Nueva Zelanda del anotado por las niponas hace unas horas, en su debut olímpico ante las nuestras. Miyazawa, en el 12'. Fujino, en el 13'. Caprichos del destino.

Sin embargo, las reacciones posteriores a ambos goles son radicalmente opuestas. El verano pasado, al primer gol asiático le siguieron otros tres. "Nos pasaron por encima", confesó más de una futbolista en el interior del Sky Stadium, en Wellington. Este verano, al primer gol asiático le siguió una remontada: un golazo de Aitana y otro más de Mariona.

Las diferencias entre ambas situaciones hablan de la madurez alcanzada por el equipo español. "A veces es peligroso pensar en revancha porque, si no lo consigues, luego te frustra más, pero hemos empezado el partido un poco imprecisas. Pero, obviamente, sienta muy bien ganarles porque en el otro, hace unos meses, fueron mejor que nosotras y creo que hoy hemos demostrado que hemos sido mejores", confesaba una liberada Mariona Caldentey en la zona mixta tras el partido.

La futbolista del Arsenal desvelaba, como si se tratase de un mantra, el sentimiento del vestuario tras el primer gol nipón. Como un mantra porque todas sus compañeras iban a repetir la misma frase ante los medios de comunicación. "Confiamos en el plan, en lo que tenemos que hacer, en las jugadoras que tenemos. Los fantasmas no han aparecido. Sí que es verdad que ha sido como: 'Joder, otra vez casi de la nada'. Pero son momentos diferentes", añadía.

Cata Coll, que vivió aquel trágico partido del Mundial desde el banquillo, seguía la misma línea: "Pues, sinceramente, creo que nos ha metido el gol, pero ha sido como tranquilidad, creo que estábamos jugando muy bien, estábamos teniendo ocasiones, nos faltaba lo último, que era meter el gol, pero sabíamos que iba a llegar". También es verdad que, acostumbrados a la seguridad en sí misma que desprende la guardameta del Barça, sus declaraciones tampoco eran ninguna sorpresa. "Creo que al final era una batalla que queríamos ganar sí o sí", sentenciaba.

Montse Tomé, por aquel entonces la segunda de Jorge Vilda, vivió el partido en Nueva Zelanda muy cerca de Cata Coll. "Los que estuvimos en el Mundial se nos ha parecido un poquito el inicio a ese partido en Wellington", confesaba para, en sus siguientes palabras, refrendar el sentir del vestuario.

Una derrota ante Japón, además de por el resultado, podría haber cambiado mucho el devenir de España en los Juegos Olímpicos. Para una selección que no estaba mostrando su mejor versión en los últimos encuentros -probablemente, fruto del cansancio- un error frente a las niponas podría haber causado daños irreversibles y minar la confianza de las internacionales y del ecosistema que las envuelve. España se enfrentaba a una prueba de fuego en su debut olímpico... y empezó perdiendo.

Pero no es la primera vez que las españolas relucen en una situación límite. Alexia volvió a repetir el mantra. "No, la verdad es que estábamos tranquilas en ese sentido. Sabemos que los partidos duran 90 minutos y por cómo se estaba dando, cómo nos estábamos sintiendo nosotras dentro del campo [...] Las hemos bloqueado a ellas, apenas podían salir y eso era el paso número uno. Luego el dos: ir a por ellas y meter otro gol", describió la Balón de Oro, como quien sigue las instrucciones del último mueble de Ikea.

A Aitana Bonmatí, que hace historia con una facilidad pasmosa, parece que tampoco le tembló el pulso. "Yo, sinceramente, no sé qué habrán dicho las otras, pero, personalmente, no he sentido ningún miedo, porque las sensaciones eran totalmente distintas a lo que fue el año pasado. El año pasado nos costaba mucho penetrar ese bloque bajo que nos plantaban, este año notábamos muchos más espacios entre líneas, y bien, yo sabía que pese al gol podíamos remontar, que era mucho partido, y nos estábamos sintiendo cómodas", relataba.

Ahora, el enfrentamiento ante Nigeria del próximo domingo, a las 19:00 horas (La 1), se ve con otros ojos. Con una victoria, España podría sellar su pase a los cuartos de final del torneo olímpico.