La última liberación de Jenni Hermoso tras su año más difícil: "Veo los aros y se me pone la piel de gallina"

"Después de todo el año, del Mundial, de la Nations League... ahora queremos disfrutar mucho". Jenni Hermoso afronta estos Juegos Olímpicos con la máxima ilusión. Al igual que sus compañeras, vivirá esta cita por primera vez. En su caso, este debut llega tras un año en el que alcanzó la gloria y sufrió una presión mediática desmedida al ser protagonista, sin quererlo, de uno de los capítulos más oscuros en el deporte.

"Me aumentaron los haters. Lo más fuerte es que me han dicho 'como te vea por la calle te apuñalo'. Es lo más heavy, aparte de insultos, que ojalá me parta las rodillas... Es difícil de gestionar. Me ha afectado en la personalidad", confesó en una entrevista publicada en Planeta Calleja el pasado 15 de enero.

Con todo esto a un lado, y el 'Caso Rubiales' en los tribunales, Jenni quiere seguir soltando peso con un deseado oro en el horizonte. Dar carpetazo a un ello en el que lo ha ganado todo. Incluso consiguió el título que se le resistía en México. Ahora, la capitana de la Selección se muestra liberada por completo. Si hace unos meses, en la final four de la Nations League, desvelaba que tenía "mucho guardado" y era "muy bonito" poder estar soltando toda esa presión en el campo y fuera de él, la futbolista se siente más segura. No ha sido fácil, pero Jenni Hermoso ha recuperado su propia paz, aislada del ruido en las redes sociales, para volver a soñar con algo grande en la Selección.

Tal y como ha confesado ella misma en una entrevista con Cadena Ser, se presenta en esta cita "más fuerte" tras un "largo proceso de aprendizaje". "De saber quien sí y quien no, cuando sí y cuando no, saber mantener las formas porque es algo que no estaba acostumbrada a vivir y, para qué mentirte, muchas veces ha sido bastante difícil sobrellevarlo de una manera que me mantenga para estar en este nivel en el que yo siga disfrutando del deporte. He tenido mucho trabajo con mi psicóloga y eso ha hecho que a día de hoy me considere una persona fuerte y sobre todo fiel a mis principios, y con eso voy a ir siempre por bandera a donde vaya", asegura.

Jenni Hermoso tiene ante sí otra oportunidad. De demostrar por qué es una de las mejores jugadoras de la historia de la Selección. No es una exageración. Por el momento, nadie ha sumado más goles que ella con España (56) y sólo le supera Alexia Putellas en el apartado de más partidos jugados.

Ambas fueron reconocidas, junto a Irene Paredes, las tres dinosaurias, por ser las únicas que han rebasado la línea de los 100 partidos con La Roja. Un dato que, sumado a su gran dosis de energía y alegría en el vestuario -es una de las jugadoras que siempre está con bromas, abrazos y bailes con sus compañeras-, hace que el peso de Jenni en este equipo sea mayúsculo.

Es capitana. Es referente más allá del campo y a nivel mundial. Y quiere volver a ser campeona. Con el oro al cuello. Un título que cerraría un excelente año en lo futbolístico, a pesar de todo lo que ha sufrido fuera del verde. "Veo los aros y al final se me pone un poco la piel de gallina", remarca en la SER. Es una de las estrellas del equipo y un icono social, pero a Jenni Hermoso esto no le pesa. Su repercusión no es nueva y lleva años siendo una de las jugadoras más conocidas del panorama mundial. Aunque, sin duda, el 'Caso Rubiales' le puso un foco inédito sobre su figura.

La madrileña superó los meses más duros y dibujó una nueva Jenni Hermoso que le "gusta". "Ha sido una de las peores cosas que me ha pasado. Si no la peor", declaró en Planeta Calleja, programa en el que habló por primera vez del "gran dolor" que sintió por lo que sufrió su familia durante esta etapa tan dura en la que incluso tuvo que irse de Madrid durante sus vacaciones porque le perseguían por la calle. Dejando esto atrás, la madrileña mira al frente con decisión. Confía en su equipo y en ella misma. Es la Jenni Hermoso más empoderada de cara al éxito que hace temblar a sus rivales. El oro le espera, aunque ya ha ganado mucho más que eso antes de que el balón empiece a rodar.