El susto a cinco minutos de debutar en los Juegos que explica el primer gran disgusto del deporte francés en París
La Federación gala de este deporte ha explicado en un comunicado lo que sucedió en los minutos previos a la participación de su conjunto, eliminado por sorpresa a las primeras de cambio.

"Una velada de pesadilla. No pensábamos en esto ni en el peor de los casos. Es una decepción muy grande". La declaración de Kévinn Rabaud, director técnico de la Federación francesa de gimnasia, reflejaba la decepción por la eliminación de su combinado artístico femenino este domingo, fuera de la final con las ocho mejores selecciones y muy lejos de las expectativas creadas con ellas en los últimos meses, tras haber finalizado terceras en el Mundial de Bélgica del año anterior.
Lo sorprendente también es que ninguna de las seis integrantes, Mélanie de Jesus dos Santos, Marine Boyer, Coline Devillard, Ming Gherardi van Eijken y Morgane Osyssek, se clasificaron para las finales individuales. Un décimo puesto en la barra de equilibrio, logrado por Marine Boyer, fue su mejor resultado.
En Francia y en el mundillo de la gimnasia no se encontraba explicación. "Trabajé muchísimo para nada. Solo quiero esconderme en un agujero y no salir nunca", explicaba Melanie de Jesús dos Santos, una de las mayores esperanzas del equipo, decepcionada por un resultado inesperado, después de que un equipo anfitrión, que había soñado con el Bercy Arena y el 28 de julio durante cuatro años, se encontrase fuera de competición a la primera. Fue una noche de decepción y de muchas lágrimas entre ellas.
Una posible explicación llegó, aunque de manera cortada, incompleta. "Hubo un suceso justo antes de entrar a la competición y el funcionamiento del equipo no fue habitual. Estaban inhibidas, temerosas, creo que asombradas. Eventos que no explican completamente el desarrollo de la competencia", significó minutos después el propio Rabaud, dejando la incógnita en el aire.
La presión generada en torno a un equipo anfitrión, con Antoine Griezman y diferentes personalidades en la grada para asistir a la actuación de Simon Biles y de sus compatriotas francesas, hizo sobrevolar el caso de la ansiedad de la gimnasta estadounidense en los anteriores Juegos de Tokyo. Gimnastas brillantes firmando actuaciones discretas e incluso malas.
La explicación al colapso llegó en la mañana de este lunes, en un comunicado de la Federación francesa de gimnasia. No se han querido excusar exclusivamente en lo sucedido, pero la situación sí que requería un relato de los hechos. "Marine Boyer cayó de espaldas en el calentamiento en las barras asimétricas", resumen, en un suceso acontecido minutos antes del inicio de la competición.
Se activó el protocolo de conmoción cerebral, retirando a la gimnasta por unos instantes para ser observada. Sus compañeras se vieron delante del primer aparato, todavía con el susto y no en las mejores condiciones para afrontar un ejercicio de tal importancia y concentración. La evaluación médica permitió que Boyer volviera a la competición, aunque el susto permanecía en su cuerpo y mente, y en el de sus compañeras.
No es la única explicación a una de las mayores decepciones que sufrirá el deporte francés en sus propios Juegos, pero al menos sí les ha servido para tener una explicación a algo que ellos, por momentos, consideraron inexplicacble.