La teoría de la 'báscula desequilibrada' de Simone Biles explica su emoción ocho años después
Biles consigue su primer oro desde Río 2016 y Robert Andrews, el psicólogo que trató sus primeros problemas de salud mental, analiza en Relevo lo ocurrido en Tokio hace tres años.
Simone Biles ha vuelto a ganar un oro olímpico. Lo hace casi ocho años y 2905 días después del último en su palmarés, cuando subió a lo más alto del podio en la final de suelo en Río 2016. Ante 20.000 espectadores en el Bercy Arena, con alto porcentaje de afición estadounidense que gritaban una y otra vez al son de su ya archiconocido "U-S-A, U-S-A", la de Ohio vuelve a colgarse el metal más preciado tras sufrir un calvario mental que la llevó a renunciar a todo y marcharse sin el oro en Tokio hace tres años.
Los problemas de salud mental que asolaron a la — para muchos— mejor gimnasta de la historia en los Juegos disputados en la capital nipona son ya pasado en lo deportivo, pero estaban muy presentes en la sonrisa incontestable de Biles nada más terminar la competición de este martes en París. El repaso a sus recuerdos del 'infierno' vivido en su última experiencia olímpica dan sentido a su celebración y colocan en los puesto altos del escalafón el mérito de una resurreción deportiva para los libros de los dioses del olimpismo.
Porque hace tres años, el castillo de la gran reina de la gimnasia artística se convirtió en un montaje de naipes que se vino abajo en plena cita olímpica a causa del estrés, la presión y un mix de martirio personal. Robert Andrews, el psicólogo que atendió a Biles en sus primeros problemas psicológicos cuando tenía 16 años y que la llevó a sus primeros éxitos, lo explica en Relevo con la teoría de la 'balanza desequilibrada'.
"Si empiezas a añadir estrés, la balanza se desequilibra y ahí es cuando suceden los bloqueos mentales", relata el especialista en conversación exclusiva con Relevo. "En Tokio, ese estrés empujó tanto que alcanzó un nivel crítico y su cerebro dijo que no podía hacerlo. Es, en ese momento, cuando tuvo que retirarse porque es cuando una gimnasta no puede hacer ejercicios que haría con normalidad en otro momento". El riesgo que corría en competir con esa situación obligaba a la retirada.
"Tampoco una animadora podría hacer una flexión hacia atrás o un saltador de pértiga no se atrevería a saltar. Cuando llegas al momento en el que hay demasiada tensión en la balanza, se inclina y el cerebro ya no te dejará hacer nada de lo que podías hacer", analiza Roberts sobre el punto de no retorno que la llevó al callejón sin salida de la retirada, en este caso y afortunadamente, momentánea.
🥇 ¡ORO PARA ESTADOS UNIDOS!
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) July 30, 2024
🇺🇸 El equipo femenino norteamericano, con 𝐒𝐢𝐦𝐨𝐧𝐞 𝐁𝐢𝐥𝐞𝐬 a la cabeza, se lleva la prueba de gimnasia artística por equipos
🔝 Hizo 14.666 en el suelo@Paris2024 | #Paris2024 pic.twitter.com/d95MdPz8fx
Si nos retrotraemos para buscar el motivo de esa carga de estrés encontraremos las respuestas a una situación insostenible para Biles. Al estrés de la competición olímpica donde defendía cuatro oros y acaparaba toda la atención internacional, se unió la vuelta a los recuerdos de los abusos sexuales sufridos por el médico del equipo nacional Larry Nassar en un juicio donde tuvo que declarar y a un periódo de pandemia donde permaneció durante varios meses sin ver a su familia en persona."Todo eso unido empuja a todo ese estrés", señala el psicólogo.
El vaso que ahogaba a la estrella se llenó demasiado y había que vaciarlo de golpe. "Tenía que quitar el pie del acelerador y utilizar el pie del freno lo suficiente como para que su cuerpo pueda responder de manera magnífica". Lo hizo y no volvió al alto nivel hasta el Mundial de 2023 donde volvió a la senda del éxito con cuatro otros que nunca debió perder.
Con su primer oro olímpico, Biles cierra una etapa, vuelve a ser feliz y a llorar solo de felicidad. No puede haber mejor cierre para una final que su espectacular rutina de suelo enloqueció a la grada y emocionó a todos los amantes de la gimnasia. Tiene un nuevo oro olímpico y ya van cinco antes de afrontar las cinco finales individuales donde se ha clasificado y que, si todo va sin sobresaltos, le llevará a escuchar el himno estadounidense alguna vez más para gloria de los miles de compatriotas que se han desplazado hasta Francia.