🥋 JJOO | JUDO

'Tato' Mosakhlishvili se queda a un Waza-Ari del bronce

El judoka afincado en Valencia cae en la lucha por el podio ante el griego Theodoros Tselidis.

Tato Mosakhlishvili, este miércoles. /REUTERS
Tato Mosakhlishvili, este miércoles. REUTERS
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

El judo se ha convertido en la gran alegría de España en el inicio de estos Juegos Olímpicos de París. Pero también en el deporte que está haciendo a España quedarse con la miel en los labios. Tras ese bronce de Fran Garrigós en -60kg durante el primer fin de semana y tras haber rozado el segundo metal con Ai Tsunoda, todas las expectativas estaban en Tristani Mosakhlishvili. Ese georgiano nacionalizado español en 2022, que en su debut olímpico se ha quedado literalmente a un Waza-Ari de lograr la segunda medalla para el palmarés español.

A sus 26 años, Mosakhlishvili, o Tato, como le conocen, ha caído en la pelea por el bronce en -90kg frente al griego Theodoros Tseldis. Todo ello en un combate en el que el griego logró adelantarse pronto con un Waza-Ari, tras lo que incluso consiguió que a Tato le sacaran una amonestación. El heleno terminó aguantando de forma excelsa los ataques del judoka afincado en Valencia que lo intentó hasta el final aunque sin fortuna.

Tato se queda sin el podio y se agencia el quinto puesto, tras haber dejado por el camino al judoka de Tayikistán Komronshokh Ustopiriyon en dieciseisavos con un Waza-Ari; imponerse al kirguís Erlan Sherov con un ippon; y avanzar a semifinales tras vencer en cuartos con un Waza-Ari ante el brasileño Rafa Macedo. Un combate tras el que se quedó sin final al caer en semis en el Golden Score ante el georgiano Lasha Bekauri -el número uno del ranking-, al haber recibido la tercera amonestación por no combatibilidad. Eso sí, después de un combate en el que incluso logró que a su compatriota le anularan dos Waza-Ari tras revisión.

La realidad es que, pese a lo agridulce que supone que se escape el metal, lo de Tato ha sido un torneo para enmarcar, cuando sólo han pasado dos años de que recibiese la nacionalidad española por carta de naturalización, y cuatro de que aterrizase en España, concretamente en Valencia. Y es que la falta de oportunidades profesionales en el judo en Georgia, dada la gran competencia que existe en este deporte en el país georgiano, hizo que en 2020 apostase por su traslado a España. Una decisión que, además, le hizo recalar en el Dojo Quino, el mismo gimnasio de Niko Shera, otro judoka que está en octavos en -100kg.

En estos dos años, la realidad es que Tato no ha tardado en destacar en su deporte. Y así lo demuestra su palmarés con ese bronce en el pasado Mundial de Abu Dabi, mientras que también ha logrado colgarse un oro en el Grand Slam de Astana, la plata en el Grand Slam de Abu Dabi y otra plata en el Gran Premio de Austria.