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En la Villa con los Garrigós, la primera medalla con la que sueña España: "Yo no salto al tatami de milagro"

Relevo comparte el último encuentro del judoka Fran Garrigós antes de la competición con toda su familia, que ha viajado a París para animarle desde la grada este sábado.

José M. Amorós
Michèle Novovitch

José M. Amorós y Michèle Novovitch

Fran Garrigós será este sábado la primera opción de medalla para España en los Juegos de París con su participación en la categoría de -60 kilos de judo. El campeón del mundo y tres veces oro europeo afronta su tercera participación olímpica, permitiéndose licencia para soñar con lo más grande. Un reto imponente que no afrontará solo. Relevo ha vivido junto al madrileño su última salida de la Villa Olímpica para disfrutar de la visita de su familia, recién llegada a la capital francesa. Su madre Manoli, su padre Paco, su hermana Laura y su novia, la subcampeona mundial de judo Ana Pérez Box, convierten el encuentro en una deliciosa charla de anécdotas, recuerdos de niño y, sobre todo, mucho cariño hacia el judoka.

La familia se reúne al completo a pocos metros de la entrada principal de la 'ciudad de los deportistas'. No tarda en surgir la estrella de este encuentro, Paco, el padre. Con una sorna y un gracejo natural, comienza a recordar las 'trastadas' de un inquieto Garrigós cuando apenas empezaba a valerse por sí mismo. Todo terminaba con final feliz, pero los sustos eran otro nivel. "Hasta sus hermanas estaban llorando", cuentan los papás con una sonrisa sobre aquel día que el pequeño Fran se escondió debajo de una mesa camilla y provocó la angustia generalizada llegando a pensar que "se había caído por la terraza". Fueron aquellas andanzas de aquel 'bichillo' las que obligaron a la familia a buscarle un lugar donde bajarle la batería incansable, y fue el judo.

Garrigós aparenta ser un hombre tranquilo, ni siquiera parece tensarse cuando su padre empieza a contar sus aventuras íntimas que no habían salido de la familia hasta hoy. Para reconocer los nervios, ya tenemos a Manoli, la madre: "Estoy aquí con él y no lo puedo pensar porque me entra una cosa aquí [mientras se señala el estómago]... como cuando estás enamorada".

Fran Garrigós junto a su familia a pocas horas de su competición en el judo de París. RELEVO/MICHÈLE NOVOTVICH
Fran Garrigós junto a su familia a pocas horas de su competición en el judo de París. RELEVO/MICHÈLE NOVOTVICH

Todos estarán en las gradas del estadio provisional construido en el Campo de Marte para la disputa de deportes de combate y prometen dar guerra desde sus asientos. "Yo no salto al tatami... de milagro", cuenta Paco mientras que Ana Pérez le señala como el responsable de los gritos que se escucharán en toda la instalación. Algo similar ocurre a Laura, la hermana, quien confiesa que prefiere salirse de la instalación aunque esta vez promete hacer "un esfuerzo".

El objetivo del encuentro está cumplido: Pasar un buen rato, airear la mente y recibir el cariño de los que más le quieren. El gran protagonista vuelve a su habitación en la Villa Olímpica para iniciar todo el proceso de ajuste de peso que, como nos confiesa, "es el primer combate que hay que ganar". Pero antes de volver, se lleva un último mensaje de ánimo y apoyo que seguro que le hacen cargas fuerzas para lo que viene.

Es la primera vez que los Garrigós se unirán en una cita olímpica para apoyar a Fran, que llega a París después de un ciclo casi inmejorable donde ha sumado un oro mundial en 2023 y dos oros continentales, el último a finales del pasado mes de abril en Zagreb (Croacia). Con uno de los mejores palmarés del deporte español en cuanto a éxitos internacionales, solo falta colgarse una medalla olímpica.

El discípulo del DojoQuino de Brunete competirá desde la ronda de octavos de final como uno de los siete cabezas de serie y su rival en el debut saldrá del ganador del enfrentamiento entre el salvadoreño Moreno y el belga Verstraeten.