Una de las estrellas de la natación en París lleva una semana en 'paradero desconocido': "Ha perdido tiempo... pero ganará"
Kristof Milak no ha viajado con la expedición, su entrenador no sabe dónde está, aunque el nadador apura el viaje y se prepara solo.
Lo ha vuelto a hacer. Kristof Milak, campeón olímpico de los 200 mariposa, plusmarquista en numerosas ocasiones y una de las supuestas estrellas de los Juegos de París, mantiene en vilo a Hungría hasta el último momento. Ni el miércoles ni el jueves se ha unido a la expedición de deportistas en los dos vuelos programados a la ciudad que acoge el evento y se han encendido todas las alarmas. Hasta su entrenador, Balázs Virth, dijo en el medio húngaro como Nemzeti Sport que hace una semana que no lo ve y no sabe cuándo aterrizará, ni si vendrá, aunque comienza la competición el martes y tiene margen para poder unirse. Algunas fuentes de la federación húngara esperan que coja un vuelo en las próximas horas y, como de costumbre, sea una irreverencia más de Milak, un díscolo que no responde ante nadie.
Relevo ha contactado con su anterior entrenador, Atila Selmeci, quien sigue en Budapest entrenando a otros nadadores y ha confesado a este medio que "este mañana lo he visto allí, nadando. Volará directamente para el 200 mariposa". Cuando todos ya están en París, él ha vuelto a entrenarse solo, en el Duna Arena de Budapest. Su concurso arranca el martes. Las constantes desconexiones de la estrella húngara y su incomunicación (en su regreso tras un largo descenso le hizo una peineta a los periodistas y desde la federación también deslizan que no habla ni con su entrenador) lo convierten en una personalidad que genera amor y odio al mismo tiempo en el país.
La personalidad de Milak es un enigma. Dotado de unas cualidades fabulosas para la mariposa, y un hambre competitiva que estuvo a punto de amargarle el oro a Caeleb Dressel en los 100 mariposa en Tokio, su cabeza es un cubo de Rubik. "Creo que aún puede ganar los 200 mariposa aunque Marchand va a estar muy cerca de él. Espero que gane, pero ha perdido mucho tiempo en el entrenamiento, no va a ser tan fácil como en Tokio, aunque creo que lo hará", explica Selmeci, el que fuera su entrenador hasta 2021. Esos 200 mariposa se antojan una de las pruebas más vibrantes, con el inmortal Milak a un lado y el aspirante Marchand, animado por toda La Défense Arena, con ganas de arrebatarle la corona.
🇭🇺ミラーク、また行方不明?
— 競泳NEWS (@swimcoverage) July 25, 2024
ハンガリー代表団の飛行機にKristóf Milákが現れず...
ミラークのコーチVirth Balázs(バラーシュ・ヴィルト)や代表ヘッドコーチであるSós Csaba(チャバ・ソース)らも、ミラークと1週間以上連絡が取れていないそう🤔
世界記録保持者は無事にパリへ辿り着けるのか? pic.twitter.com/19zuXjIuJG
«Es testarudo, solitario, una personalidad que quiere su camino»
La preparación olímpica de Milak ha estado llena de contratiempos. Tras saciarse con el oro y la plata olímpicas en Tokio, el nadador alargó un año más su preparación para competir y ganar dos medallas en los Mundiales de Budapest. Aclamado por la gente, en una atmósfera inigualable, empezaron después sus problemas. Una tragedia, pues se le murió un familiar muy cercano, agravó el problema, pero Milak decidió renunciar a los Mundiales de Fukuoka en 2023 y también a los de Doha en 2024. Y, pese a prometer que desde el 1 de septiembre volvería a la rutina para preparar los Juegos, apareció en la mitad de las sesiones.
"Tiene una personalidad muy extraña, como suelen ser los talentos únicos. Tiene una muy, muy alta confianza en sí mismo, es testarudo, solitario, y ese tipo de personalidad que quiere seguir su propio camino. Es muy difícil trabajar con él", reconoce su exentrenador. Los Juegos de París representan una gran oportunidad para el futuro del nadador. Favorito en los 200 mariposa, también la desconexión de Dressel le convierte en el principal candidato al oro en el 100, lo que unido al oro y la plata de Tokio, podría propinarle una pensión vitalicia cuando cumpla 35 años de más de 5.000 euros mensuales.