JJOO | NATACIÓN

Wiffen limpia para Irlanda los tres oros envueltos en una muestra de orina con whisky en el escándalo de Atlanta 1996

El irlandés logra la primera medalla de oro de la historia de su país con un asterisco, pues las de Michelle Smith estuvieron 'contaminadas'.

Wiffen, después de conseguir su victoria con récord olímpico en los 800 libre en los Juegos de París. /GETTY
Wiffen, después de conseguir su victoria con récord olímpico en los 800 libre en los Juegos de París. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Lanzados por el incombustible y mágico nadador italiano Gregorio Paltrinieri, finalmente bronce, Daniel Wiffen se coronó con el oro olímpico en los 800 libre superando al estadounidense y vigente defensor del título Bobby Finke, con récord olímpico incluido y con una heroicidad para un país con tan poca tradición acuática como Irlanda (7:38.19).

Hasta los dos últimos años, el irlandés era un nadador prometedor más conocido por ser extra de Juegos de Tronos que por sus triunfos, pero ahora su nombre se enmarcará en un país que había vivido con una mancha enorme desde los Juegos de Atlanta, en 1996, cuando su nadadora -y ahora abogada- Michelle Smith conquistó cuatro medallas (tres oros y un bronce). Con asteriscos. Dos años después, avergonzó a todo un país al descubrirse las trampas que había utilizado para tal proeza y fue sancionada por alterar un control antidoping, aunque la sanción no pudo ser retroactiva y mantuvo el botín.

Michelle Smith pasó con más pena que gloria por los Juegos de Seúl y los de Barcelona. Su mejor posición fue la decimoséptima. Pero todo cambió un año después cuando conoció a su futuro marido, el holandés Erik de Bruin, un antiguo lanzador de disco que había tenido problemas de dopaje. Fue sancionado dos veces cuatro años y, abiertamente, hablaba de que su ídolo era Ben Johnson, el atleta estadounidense que hizo saltar por los aires los Juegos de Seúl por dar positivo con estoroides. De Bruin declaró, como recoge la web especializada en natación Swimming World Magazine. "¿Quién dice que el dopaje es poco ético? ¿Quién decide qué es ético? ¿Es ética la política? ¿Son éticos los negocios? El deporte es, por definición, deshonesto. Algunas personas tienen un talento natural, otras tienen que trabajar muy duro. Algunas personas no lo lograrán sin ayuda adicional".

Y esa ayuda adicional tuvo que llegar a Smith. En el Mundial de Roma de 1994 había mejorado 11 segundos su marca en los 200 mariposa y finalizó quinta. Un año después, en el Europeo de Viena, se colgó tres medallas, lo que puso la sombra a su camino heterodoxo en una natación donde premiaba a las jóvenes y ella llevaba compitiendo desde 1988 cuando logró su primer billete olímpico. Y llegó Atlanta, el epicentro del escándalo.

Mejoró hasta 20 segundos en un año para colgarse el oro olímpico

Smith arrasó. Ganó el oro en los 400 estilos con un margen de tres segundos sobre la medalla de plata y con una mejora de 20 segundos en su mejor marca. En el 400 libre mejoró 19 segundos, lo que provocó que Janet Evans, la reina del fondo mundial, pusiera las dudas por mucho que Bill Clinton, el presidente de Estados Unidos, la felicitara por su oro. "¿Me estás preguntando si está tomando drogas? Siempre que alguien tiene una mejora drástica surge esa pregunta. Si me preguntas si existen acusaciones, diría que sí".

Pero, tras Atlanta, la calma volvió al río hasta el 10 de enero de 1998. Antesala de los Mundiales de Perth. Dos médicos acudieron al domicilio de Smith a realizarle un control antidopaje. Su marido intentó darles largas con la excusa de que ahora tenían que salir de viaje, mientras los agentes esperaron. El viaje ya no existió y Smith entregó un frasco con una cantidad de orina insuficiente. Después, volvieron con el frasco lleno y con un olor a alcohol muy fuerte. Esa muestra llegó al Laboratorio Antidopaje de Barcelona, liderado por Jordi Segura, que charló sobre este tema.

"Nos llegó una muestra cuya procedencia era de Irlanda. El analista que estaba al cargo en ese momento notó un olor a whisky increíble. Vino a por mí y vimos que estaba manipulada, era una mezcla de orina y alcohol. Si tú manipulas, quieres esconder algo. Descubrimos mediante una técnica emergente que en esa orina había testosterona artificial, pero esa técnica aún no estaba homologada, por la que solo se pudo castigar la manipulación. Se montó un escándalo", dijo Segura.

«Vimos otra muestra de 1997 y también había testosterona»

Smith apeló la sanción de la FINA al TAS, pero este mantuvo la sanción. La irlandesa desapareció del mapa aunque, antes los medios, insistió en su inocencia: "Nunca he utilizado ninguna sustancia. Tanto yo como mi marido hemos sido atacados y vilipendiados públicamente por diversos sectores de los medios de comunicación y el público desde que gané mi primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta, y eso me hace sentir profundamente infeliz", contó en su momento.

El escándalo inundó los medios y supuso un agravio para las nadadoras que se habían quedado sin medallas en aquellos Juegos de Atlanta en los que saltaba a la vista que la progresión de Simth, por edad y mejora de tiempos, no cuadraba en los cánones de la natación. El cambio en su fisonomía recordaba levemente a aquellas nadadoras de la RDA. Su marido había sido sancionado anteriormente y ella la pillaron con testosterona. Pero nadie le pudo requisar las medallas.

Michelle Smith, en los Juegos de Atlanta de 1996.  GETTY
Michelle Smith, en los Juegos de Atlanta de 1996. GETTY

"Actualmente las muestras se guardan diez años, antes solo eran tres meses. Ya no había muestras del periodo olímpico. Vimos que había unas de febrero de 1997… Y también había testosterona. Es posible que en los Juegos compitiera dopada debido a su rendimiento inesperado, pero no se pudo demostrar finalmente", finalizó Segura.

Uno de los últimos gran escándalos de la natación quedo limpiado para Irlanda por Wiffen, sin ninguna sombra, cuyo hermano gelemo también nada y el mayor es entrenador. El agua ha formado siempre parte de su vida, y ahora se ha bañado en oro. Sin whisky de por medio.