Maialen Chourraut y la imposibilidad de ser abanderada: "Es una pena, pero yo tengo que poner toda la carne en el asador en el agua"
La piragüista lasartearra, que suma tres medallas olímpicas, explica en Relevo los motivos por los que no puede portar la bandera en la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de París.

No se considera una leyenda olímpica. No le gusta. "Yo soy Maialen Chourraut, la piragüista", deja claro. A sus 41 años, esta lasartearra afronta los que serán sus quintos Juegos Olímpicos tras los disputados en Pekin, Londres, Río y Tokio. Su botín está al alcance de muy pocos con esas tres medallas (oro en Río, plata en Tokio y bronce en Londres). Por méritos le tocaría ser la abanderada de la delegación española, pero no podrá ser. "En mi forma de ser, el descanso es muy importante y si no lo cuido, sé que afecta a mi rendimiento", explica la piragüista, que entrará en competición unas horas después de la Ceremonia de Apertura de París 2024.
¿Cómo estás a falta de menos de un mes para que arranquen los Juegos Olímpicos de París 2024 ?
Te voy a decir que bien, con ganas y con ilusión de estar en París. Ahora tengo cuatro semanas por delante para entrenar aquí y la verdad es que lo cojo con mucha ilusión. Estar a las puertas de unos Juegos Olímpicos en Europa, unos Juegos Olímpicos deseados y esperados, es bonito. Estoy con ganas de disfrutar del resto de camino que queda. El camino hasta aquí ha sido bueno. Siempre hay mejores momentos y peores, pero, en general, lo he disfrutado porque desde el principio estos Juegos me han hecho mucha ilusión. Saber que voy a estar aquí, que ya estoy aquí, que ya se empieza a respirar ese olimpismo, me hace estar muy contenta y con ganas de disfrutar tanto los Juegos como del equipo y de esta convivencia tan especial que se hace.
Hace tres años, cuando terminaron los Juegos de Tokio, recuerdo hablar contigo y preguntarte por París 2024. Por aquel entonces no lo tenías muy claro, pero ya están aquí y con la participación de Maialen Chourraut.
Fue un ciclo olímpico muy largo y, para mí, especialmente duro. No sabía qué hacer, si seguir o no. Necesitaba unos meses para pensar, para replantearme mi vida y qué hacer. Necesitaba un tiempo para respirar. Justo acabar y preguntarme por París era algo un poco exagerado. Este camino ha sido un ciclo de sólo tres años pero, a fin de cuentas, tres años que cada uno tiene 365 días y hay que pasar todos ellos. Además, el futuro es incierto y nunca sabes qué va a poder pasar, cómo te vas a encontrar, pero una vez que ya decidí que quería seguir, ha sido bonito trabajar con esa ilusión viendo en el horizonte esos juegos.
¿Cómo se encuentra la motivación para seguir y no hacerlo de cualquier manera, sino al máximo nivel?
Lo bonito es que, en mi opinión, cada uno tiene su forma de buscar la motivación. Yo no he tenido que trabajar nunca la motivación. Siempre la he tenido. A mí me gusta muchísimo entrenar. Siempre hay muchos aspectos para mejorar y hay muchos aspectos que me cuestan mejorar. Trabajar en ellos para mí es un gran aliciente porque el día que consigo dar ese pasito adelante que he estado meses buscando, incluso años, ya eso me llena de una manera que es lo que me mueve realmente. Y ahora, al final de una carrera deportiva, porque los años ya dicen que esto ya se está acabando, seguir aquí, ser capaz de haber sacado esa plaza olímpica, de ponerle nombre y apellido, son momentos que son muy importantes para mí. Son duros, que me cuesta mucho afrontarlos, pero al mismo tiempo me dan mucha satisfacción. Me encanta remar, el piragüismo, seguir las competiciones aunque no esté yo participando en ellas. Desde que era una adolescente me ha movido el piragüismo. No tengo que trabajar demasiado la motivación. Igual tengo que trabajar otros aspectos como tener seguridad de mí misma, creer en mí o tener claro a la hora de competir cómo tengo que navegar.
"No tengo que trabajar demasiado la motivación. Igual tengo que trabajar otros aspectos como tener seguridad de mí misma, creer en mí o tener claro a la hora de competir cómo tengo que navegar"
Piragüista olímpicaHay otras cosas, otros aspectos que me cuestan más, pero la motivación realmente no la tengo que trabajar demasiado. Eso sí, como todas las personas supongo, hay muchos días que me levanto y estoy cansada y no me apetece ir al gimnasio, entrenar o meter una series. Digo: 'Buah, qué pereza'. Pero eso pasa en el día a día de nuestra vida. Muchísimas veces igual estás a gusto en casa y tienes que salir a hacer un recado y no te apetece pero luego lo haces y por eso haces una cena deliciosa y dices: 'Menos mal que me levantado, he ido y lon he preparado porque mira cómo lo hemos disfrutado ahora todos'. Al final, el ser feliz o no se basa en esas cosas pequeñas, en esos detalles y si quieres vivir la vida, tienes que dar ese paso adelante porque si no nos movemos, las cosas no suceden.
Te acabas de referir a ello. ¿Ves el final cerca o no pienses en eso?
Sí pienso, pero no tengo la obsesión que tenía en Tokio. Allí estaba muy preocupada con mi futuro, qué iba a hacer, qué no iba a hacer, qué iba a ser de mí después de Tokio. Me lo decían desde fuera: 'Maialen, ya te preocuparás de eso después', pero no era capaz de pensarlo realmente así. Intentaba hacerlo, pero tres días después ya me di cuenta. 'Maialen, disfruta de esto, mañana haz lo que tienes que hacer y después ya lo pensarás'. Después me tomé un tiempo de reflexión y decidí qué hacer. Ahora ya tengo 41 años y mucha carrera deportiva por delante no me queda, pero en estos momentos soy piragüista y me centro en que soy piragüista y al día siguiente, después de París, seguiré siendo piragüista porque no puedes dejar de ser de una cosa así de repente. Yo creo que voy a ser piragüista toda la vida. Se acerca, pero, de momento, no tengo ganas de decir: 'Mañana lo dejo', pero igual, pasado mañana se me pasa por la cabeza o pasa algo en mi vida por el que cambias de rumbo. Pero ya llegará. Mientras tengo que vivir y disfrutar este presente. Este tren no va a pasar ya muchas veces por mi vida e igual es el último tren con una oportunidad así y quiero disfrutar de este viaje.
Ya conoces el canal, pero no el circuito. ¿Qué sensaciones tienes?
Cómo será el circuito nos lo dirán el día anterior o justo el mismo día. Esto todavía no lo he mirado muy bien en el programa. Son los mismos constructores del canal de Tokio, Río y Londres. El de Londres, eso si, era mucho más fuerte. Este canal no es muy fuerte, pero tiene muchos movimientos concentrados que los recorridos que nos van a marcar van a ser muy muy exigentes. El año pasado hicimos aquí una Copa del Mundo y el recorrido fue realmente exigente. Al final, siempre en el slalom, hay dificultad. Es un deporte donde trabajas sobre la dificultad. A veces son movimientos de agua que realmente te dan muchísimo miedo y la dificultad ya está ahí, que son movimientos de agua muy agresivos. En este caso no hay movimientos de agua agresivos, pero los recorridos que nos vayan a poner tendrán gran dificultad y será muy difícil tener la piragua encarrilada todo el rato en su sitio y en su línea. Al mismo tiempo, si nos marcan un recorrido muy fácil, que eso no suele ocurrir nunca en competiciones internacionales, también suele ser muy difícil ser rápido porque el mínimo fallo te penaliza y al ser un recorrido sencillo, todo el mundo va muy rápido. Siempre jugamos sobre la dificultad.

Bronce en Londres, Oro en Río, Plata en Tokio. ¿Cuál es el reto para París? ¿Piensa mucho en conseguir una medalla?
No. Esto me parece que lo pensáis mucho desde fuera. Gusta tener medallas, que nuestros compañeros saquen medallas, que los resultados nos acompañen, pero hay que pensar en cómo queremos navegar, cómo queremos remar, qué es lo que tenemos que hacer para sacar nuestro mejor rendimiento ese día. Yo intento pensar en la navegación, en el formato y buscar ese formato cada día para que el día que tenga que competir pueda sacar esa Maialen con mi mejor formato en navegación. Parece sencillo decirlo pero hacerlo no lo es. Voy a por ello y yo, si consigo hacer una bajada en mi mejor nivel, en mi mejor formato, pues a casa volveré muy contenta. Si no lo consigo, no estaré contenta respecto a mi rendimiento y ya está. Creo que es muy importante creer en el trabajo que he hecho hasta ahora, creer en el recorrido que llevo hasta ahora y bueno, disfrutar de este camino para llegar a París en mi mejor nivel y con la seguridad de que yo también lo puedo hacer.
¿El hecho de haber ya ganado tres medallas en los Juegos Olímpicos te quita presión?
Yo soy una persona que me presiono mucho a mí misma. Las medallas están ahí, pero son medallas que he conseguido hace muchos años. El que haya sacado una medalla ayer o hace cinco años, en mi forma de ejecutar las cosas, no va a cambiar nada. Ese día empezamos todas desde cero y puede pasar cualquier cosa. Entonces realmente no pongo mucho el pensamiento en lo que he hecho en ese aspecto. Sí lo pongo en lo que he trabajado, en cómo me he enfocado cada día para mejorar mi palada, para mejorar la técnica gestual. Me enfoco mucho en cómo puedo hacer correr más la piragua, en las trayectorias … No soy muy buena trazando, nunca lo he sido. Aquí somos trazadores, tenemos que trazar muy bien y siempre digo que estoy en el deporte equivocado, pero me gusta mucho. Me gusta mucho asegurar las trayectorias y cuanto más aseguras, los segundos van cayendo. Me tengo que centrar muy bien estos días, sobre todo este mes que vamos a estar aquí, ir conociendo muy bien el agua, para sentirme muy segura en el agua y para coger esos puntos para que mi piragua corra.
¿Cómo va de sensaciones personales?
Acabo de aterrizar y hay días con sensaciones buenas y hay días con sensaciones malas. También es muy importante separar esas sensaciones de la seguridad. Tú puedes rendir muy bien teniendo malas sensaciones y rendir muy mal teniendo muy buenas sensaciones. No podemos basar en esas sensaciones nuestro estado emocional. Tenemos que seguir trabajando de la misma manera y agarrarnos fuerte a esa cuerda que nos ayuda a ir adelante.
Son muchos los que consideran a Maialen Chourraut una leyenda olímpica. ¿Le gusta?
Yo soy Maialen Chourraut, la piragüista. Disfruto estando con el equipo al lado, disfruto aprendiendo de los jóvenes, de los veteranos. Intento ser buena referente en actitud, en compañerismo, en perseverancia, en ser trabajadora, en tener buenos hábitos e intento transmitir estas costumbres, pero no solo para ser buen deportista, sino para ser buena persona y para entre todos ir edificando una sociedad favorable a nuestros derechos, a nuestro bienestar y para que tengamos una vida mejor en calidad.
Habría que echar la vista muy atrás en el tiempo, a 1995, para ver tus primeros pasos en el piragüismo. ¿Da vértigo? ¿te esperabas este recorrido?
Yo me siento muy orgullosa de estar aquí. Hace no tanto, cuando una deportista tenía 30 años, ya era una veterana y la mayoría ya veía la retirada cercana. Yo ahora tengo 41 años y estoy aquí, todavía soy capaz de pelearlo, de estar ahí en esa pelea con las mejores. A veces va mejor, a veces, peor. Muchas veces va peor de lo que quieres hacer. En este deporte casi siempre pierdes, excepto tres estrellas que son unas fueras de serie. Normalmente perdemos y muy de vez en cuando sacamos un resultado satisfactorio. Estar ahí en ese juego y todavía ser capaz de demostrar que estoy aquí porque yo lo valgo, porque todavía soy capaz de imprimir la velocidad a la piragua y soy capaz de aprender. Si yo me estanco en el estilo de remar de Río es que ahora no pasaría ni un corte de clasificatorias porque ha cambiado muchísimo el estilo.
Es un estilo más agresivo, las líneas se recortan mucho más. Las piraguas también permiten cada vez más hacer este tipo de navegación. Muchos de los que compiten ahora han nacido con ese estilo de navegación, es su base. Sin embargo, mi base es como un 'old school', es una base de navegación ya muy anticuada y estar ahí cada día intentando modificar esos aspectos… Ya tampoco se aprende como cuando tenía 25 años. Igual aprendo, pero también desaprendo muy fácilmente y seguir evolucionando un poquito junto al deporte, la verdad es que me da una gran satisfacción. Me siento orgullosa de ello y llegar así a los juegos, sintiéndome orgullosa en mí misma pues… Ya a Tokio llegué sintiéndome orgullosa de que ya a cierta edad conseguí llegar ahí y con ganas de pelearlo. Ahora sigue eso ahí. Han sido unos juegos muy peleados. Estoy muy contenta. A ver, todavía no he llegado, pero creo que llegaré.
También serán muy especiales por la presencia de Pau Etxaniz….
La presencia de Pau los hacen mucho más que especiales. Estar junto a él y poder vivir todo que esto que estamos viviendo de forma conjunta… Él lo ha vivido siempre. Cada participación mía olímpica lo ha vivido desde cerca, nos ha escuchado cómo es una cosa, cómo es otra, la frustración, la alegría y poder vivirlo ahora ya con él dentro esto es es grandioso y muy bonito. Yo tengo esa suerte de poder vivir unos juegos realmente en familia juntando la veteranía con la juventud, con la familia. Hay momentos que cuando a uno le sale bien al otro le sale mal, que no son las situaciones más agradables. Ojalá siempre a los dos nos saliera bien, pero normalmente suele ser a uno bien y al otro mal, pero creo estar los dos juntos y ver que está peleando por un sueño él y que lo ha peleado desde pequeñito y cómo lo disfruta y ese arte que tiene en el agua, la verdad es que a mí, como familiar y como espectadora, me mueve muchísimo. Y cuando veo que la gente se emociona con su navegación, yo me emociono el doble.

¿Te pide muchos consejos?
No. No solemos estar dándonos consejos. En nuestra casa se habla siempre de piragüismo. Su padre es su entrenador y es mi entrenador y entrenamos juntos. Los consejos no suelen ir directamente, suelen ir indirectamete, y es una forma de vida que llevamos. Eso sí, somos muy diferentes. Somos el día y la noche, pero tenemos algo en común: nuestra pasión por el piragüismo, nuestra pasión por intentar llegar lo mejor posible a una competición. Pau llega a una competición y es pura energía, pura alegría y es increíble. Es un tiburón y yo, sin embargo, llega la competición y soy puro sufrimiento. Tenemos formas muy diferentes de afrontarlo no pero cada uno a su manera y cada uno aprende del otro. No sólo lo analizamos lo que nos pasa a nosotros, sino que lo que les pasa a los demás: por qué esta persona rema así, por qué éste es tan rápido, por qué a éste no le están sabiendo las cosas tan bien… No sé, son parte de nuestras conversaciones. Somos unos frikis del piragüismo.
"La presencia de Pau los hacen mucho más que especiales. Él llega a una competición y es pura energía, pura alegría. Es un tiburón y yo, sin embargo, llega la competición y soy puro sufrimiento"
Piragüista olímpica¿Te han dicho algo sobre la posibilidad de ser abanderada?
Hablé con Alejandro Blanco en Sevilla, en el acto de la presentación del equipo olímpico de piragüismo. Me dijo cómo era el proceso y me explicó que este año me tocaría a mí según la forma que lo tienen estipulado. Todo eso está escrito y me tocaba a mí. Pero también sabía que al día siguiente competía y que estaba en mis manos decidir si quería serlo o no. Yo le comenté que compitiendo al día siguiente, era muy complicado. Es una pena, pero yo tengo que poner toda la carne en el asador.
¿Le apena el hecho de poder llevar la bandera?
Desde el principio ya he visto que compito al día siguiente. Entonces tampoco me pongo en ese papel porque no puede ser. Al principio, lo primero había que pasar el selectivo olímpico. La plaza olímpica que conseguimos no tenía ni mi nombre ni mi apellido. Primero tenía que ganar eso. Entonces para, primero, ver mi cabeza en París, tenía que saber que iba a ir a París. Una vez que lo conseguí, ya sabía cuál era el calendario y conociéndolo, tampoco puedo estar pensando en que sería ser abanderada porque compito al día siguiente. He estado en cuatro Juegos Olímpicos y solo he ido una vez a la Ceremonia Inaugural. Y nunca he competido al día siguiente, siempre lo he hecho tres días después. Nunca he ido porque pensaba que podría afectar en mi rendimiento, en mi descanso. Pienso que si tienes un sueño, tienes que hacerlo lo mejor que puedas y cada uno tiene su forma de ser y en mi forma de ser, ésta es muy importante, que cuide ese descanso porque luego sé que realmente afectan en mi rendimiento. Semejante responsabilidad el día antes no es posible. Ojalá que otra persona lo disfrute muchísimo y que lo viva. A la persona que le toque hacer ese papel, lo tiene que disfrutar y será una experiencia que se lleve en la vida.
"Ojalá que otra persona lo disfrute muchísimo y que lo viva. A la persona que le toque hacer ese papel, lo tiene que disfrutar y será una experiencia que se lleve en la vida"
Piragüista olímpica.Yo no me arrepiento de nada. Cada camino elegido me ha llevado a unos Juegos Olímpicos, a un sitio en la vida y me parece que es muy importante disfrutar de ese camino, de intentar hacer lo mejor posible las cosas. Por supuesto que muchas veces, muchas cosas no se hacen bien o no las hago bien. Las decisiones que tomo las he hecho con buena intención. Cuando no aciertas con una decisión, te servirá para aprender para el futuro. Para eso sirve la historia, para no cometer los errores que se cometieron en el pasado. Y de esta forma nos vamos construyendo como personas. De esta forma nos tenemos que sentir bien con las decisiones que hemos tomado y con lo que hemos realizado. Yo llego a París con ilusión y contenta con el trabajo hecho. Me tengo que enfocar en eso, no en lo que me he dejado en el camino. Si he tomado una decisión, habrá sido porque he pensado que habrá sido lo mejor para mí y me quedo con eso.