JJOO | PIRAGÜISMO ESLALON

Miquel Travé es el heredero de los últimos coletazos de Barcelona'92: "Hacer eslalon allí es una obligación"

El canoísta de La Seu d'Urgell es uno de esos 'hijos' de los Juegos Olímpicos en la ciudad condal y su legado.

Miquel Travé suma la segunda medalla de la delegación española en París 2024./REUTERS
Miquel Travé suma la segunda medalla de la delegación española en París 2024. REUTERS
José M. Amorós

José M. Amorós

Miquel Travé ha rozado este lunes la segunda medalla olímpica de España en los Juegos Olímpicos de París, pero este diploma olímpico comenzó a ganarse mucho antes. A pesar de que el canoísta solo tiene 24 años, las semillas de un nuevo gran resultado de las aguas bravas españoles se plantaron hace más de 30 años en su pueblo, La Seu d'Urgell.

Este municipio de apenas 12.000 habitantes fue elegido para acoger las pruebas de piragüismo eslalon de Barcelona'92. Fue entre 1990 y 1992, cuando se construyó, en pleno cauce del río Segre, una canal que a día de hoy sigue siendo una de las instalaciones más importantes del mundo en este deporte. Por ejemplo, todos los años acoge una de las grandes citas de la Copa del Mundo y toda la población se vuelca con el evento.

Además de un buen negocio para el municipio y la comarca recibiendo a decenas de miles de turistas cada año para hacer actividades como el rafting, el canal de aguas bravas ha trascendido como un legado y una tradición para los locales. "En La Seu, hacer piragüismo es una obligación", nos cuenta Xavi, el padre de Travé que también fue olímpico en esta disciplina en Atlanta'96 y trabajador del histórico club — que este año cumple 90 años — asentado en la instalación olímpica.

"Por allí pasan todos los niños", prosigue mientras celebra junto al resto de la familia en las gradas del Estadio Náutico Vaires-Sur-Marne. "Miquel, por tradición familiar, se fue metiendo en el club y comenzó sin querer, como suelen empezar estas cosas". Un recuerdo que confirma el ahora medallista olímpico: "Con 7 u 8 años, mi padre me empezó a introducirme poco a poco y me animaba a ir a palear un rato en el canal. Me empezó a gustar y ya empecé a entrenar y competir desde los 10 años". Y hasta hoy, donde aquel legado que Barcelona'92 dejó en la comarca del Alto Urgell confirma que sigue cosechando buenos resultados al deporte español 32 años después de su celebración con un nuevo diploma olímpico para uno de los niños criados en sus instalaciones.

El ejemplo de Travé y La Seu es el mejor sobre la importancia de una instalación cercana y accesible para todos, fijada en un lugar con una potencial tradición que se alargue durante décadas y genere una rica herencia con el tiempo. El modelo del canal de aguas bravas de La Seu debería fijarse como camino para la construcción de las bases del deporte español. Hoy, se resistió la medalla 32 años después de ser sede olímpica, pero sumó otro gran resultado a su historia.