JJOO
Los Reyes disparan la ilusión y advierten antes de la ceremonia inaugural en el Sena: "Va a ser un poco especial"
Los monarcas dan la bienvenida al equipo olímpico en la Embajada de España en la capital francesa.
En uno de los amplios salones de la Embajada de España en París, engalanado de arriba a abajo, aunque con un bochorno difícilmente soportable, los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, dieron la bienvenida a los deportistas que representarán a nuestro país en los Juegos Olímpicos de París 2024.
"Queríamos tener este momento para transmitiros todo nuestro apoyo", aseguró en referencia a los deportistas el monarca, que ha entrado al salón cuando el reloj sobrepasaba las 18:20 de la tarde. "La ceremonia de mañana va a ser especial, así que tenemos muchas ganas de vivirla con vosotros", dijo.
Así, entre flashes y un respetuoso silencio, los reyes han ofrecido sus primeras palabras en París en compañía de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, de José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del CSD, de Pilar Alegría, ministra de Deportes, y de cerca de medio centenar de deportistas, técnicos y presidentes federativos que han acudido al acto.
Muchos de ellos agitaban sus acreditaciones a modo de abanico. "¡Vaya tela el calor que hace aquí dentro!", comentaban entre risas. "Que alguien reparta un agüita aunque sea, que son muchas horas de pie".
A las palabras de los monarcas, que han entrado al salón acompañados, también, por Oier Lazkano, Petar Cikusa y otros pocos deportistas, se ha unido el mensaje de Alejandro Blanco, que cumple en París sus quintos Juegos Olímpicos al mando del COE.
"Hablar aquí es muy fácil, porque lo que queremos todos es empezar cuanto antes", ha añadido el mandatario del olimpismo español bajo los techos altos y dorados de la Embajada. "Tenemos el equipo más numeroso desde Barcelona 1992, 190 hombres y 193 mujeres. Solo falta competir y que los resultados nos acompañen".
Terminado el acto, todos, monarcas, deportistas y medios de comunicación, se han trasladado a otro de los salones de la Embajada para cerrar el acto con un cóctel en el que, cómo no, la tortilla ha sido el plato más solicitado.