JJOO

Las Black Ferns, la generación de oro (olímpico) neozelandesa de rugby 7s

Las neozelandesas revalidaron el oro conseguido en Tokio 2020 en una gran final ante Canadá (19-12) donde tuvieron que remontar.

Las neozelandesas celebran la victoria. /World Rugby
Las neozelandesas celebran la victoria. World Rugby
Rodrigo Contreras

Rodrigo Contreras

Fallaron las favoritas, menos ellas. La mentalidad y el pico de forma son claves en torneos de la modalidad de rugby seven. Un campeonato como el que definía de nuevo a campeones y campeonas olímpicas en los actuales JJOO de París 2024.

Falló Australia (campeonas de las SVNS Series de Madrid y cuartas en París), fallaron las francesas (segundas en las finales de Madrid, anfitrionas y quintas en París), pero Nueva Zelanda no falló y entró directamente por la puerta grande a la historia del rugby olímpico.

No fue fácil, ya que una amarilla de una de sus grandes estrellas, Portia Woodman-Wickliffe, en la final, complicó y mucho el oro olímpico. Pero había una generación dispuesta a agrandar su historia y así lo hizo. Hasta ocho jugadoras repitieron el oro olímpico conseguido cuatro años atrás en Tokio 2020, lo que hace de este grupo, el equipo neozelandés de rugby 7s más importante de la historia (cuatro de estas ocho también cuentan con la plata olímpica de Río 2026).

Sin duda, el grupo de las ocho, marca un antes y un después en el rugby 7s, al igual que ha hecho la selección masculina de Fiyi con dos oros y una plata en los tres últimos JJOO disputados.

Portia y Tyla

Portia Woodman-Wickliffe y Tyla King, dos de las legendarias Black Ferns con mejor curriculum de la historia del deporte oval, han dicho adiós a la selección desde lo más alto del pódium olímpico, un auténtico ejemplo para las generaciones venideras.

La legendaria Woodman-Wicliffe, quiso despedirse con las siguientes palabras tras la victoria final: "Estoy muy agradecida por las oportunidades que tuve. Las personas alrededor mío han sido muy especiales: mi esposa, mi hija, mis padres. Estoy muy agradecida".

"Lo logramos y pudimos hacerlo frente a familiares y amigos. En Tokio nadie pudo celebrar con nosotros. Esta vez fueron 70.000 personas, entre familiares y amigos", refiriéndose al récord de asistencia en un evento femenino de rugby (66.000 personas) en la última jornada de las finales olímpicas del seven femenino en el Stade de France".

"Terminar así fue increíble. Mi sueño fue representar a Nueva Zelanda y tuve que aprovechar mis oportunidades. Pero esto ocupa el puesto número 1 en mis recuerdos más destacados. En este estadio, junto a mis compañeras, es increíble", concluía la jugadora neozelandesa.

Por su parte, Tyla King, definía con estas palabras sus 13 años en la selección de Nueva Zelanda y la gran final de París 2024: "Terminar aquí con una actuación de la que estamos orgullosas significa mucho." "En Tokio 2021 no alcanzamos todo nuestro potencial, algunos partidos nos costaron. Aquí jugamos bien desde el primer día hasta la final. Lo hicimos por la multitud que estaba aquí, por las familias en casa, por todo el país."

"Estoy muy orgullosa de haber sido parte de este equipo durante los últimos 13 años. Se necesitó mucha ayuda para llegar a este momento. Fue increíble haber trabajado mucho y poder dar lo mejor de nosotras. Después de tantos años, sé contener mis emociones. Al final me solté", afirmaba la estrella del equipo neozelandés.