Jesús Tortosa vuelve al taekwondo... aunque sin la bandera nacional: "Va a ser muy difícil que compita por España"
El que fuera olímpico en Río cuenta su experiencia tras tres años alejado del deporte, al haberse quedado fuera de los Juegos de Tokio por una decisión de la Federación.

El verano del 2021 todo cambió para Jesús Tortosa (Madrid, 1997). El taekwondista madrileño llegaba al año olímpico, en el que debía disputar sus segundos Juegos después de haber peleado por la medalla en Río 2016, como número dos del mundo y cuarto en el ránking olímpico. Una posición que le otorgó una plaza directa -los cinco primeros del ranking logran el billete de forma automática- para estar en Tokio… pero que la Federación española decidió arrebatarle y, con ello, también se fueron, al menos unos años, sus ganas de continuar.
"Para mí, quedarme fuera de Tokio fue un palo muy grande y tomé la decisión de dejar todo a un lado de manera radical. Más que nada porque a nivel económico, tanto patrocinadores como becas se esfumaron", cuenta Tortosa en una videollamada con Relevo desde Corea del Sur, el país cuna de su deporte. Y es que ahora, tres años después de aquel revés, el taekwondista ha vuelto al tatami, con nuevo entrenador —de estar bajo las directrices de su padre, ahora es su hermano Hugo quien le prepara—, con nueva filosofía que va a ir documentando en sus redes sociales y con un objetivo claro: estar en Los Ángeles 2028… aunque lo haga bajo la bandera de otro país.
"Cuando pasó lo de Tokio me quedé prácticamente solo. Tenía que ganarme la vida y decidí dejarlo todo. Estaba muy quemado. Pero a medida que ha ido pasando el tiempo y he conseguido llevar una vida totalmente fuera de lo que es el ámbito deportivo y haber construido algo diferente con lo que podía estar tranquilo a nivel financiero, sí que me di cuenta de que realmente mi momento para retirarme no había llegado aún. Entonces, decidí que tenía que darme una oportunidad más", admite el joven taekwondista que, a sus 26 años, hace unos meses volvió a competir (y no le fue nada mal).
"Cuando me retiré tuve un montón de demonios en mi cabeza. He tenido que luchar continuamente con el saber si era la decisión correcta y el volver tampoco ha sido fácil. La gente piensa que puede ser fácil porque llegué y le gané al que ahora ha sido tercero en los Juegos Olímpicos, el que era número uno del mundo. Y sí, lo hice, pero para mí ha sido superdifícil a nivel mental porque he tenido que volver a conseguir la disciplina del hábito de entrenamiento, el volver a mantenerme en forma, volver a comer de manera saludable, tener que volver a privarme de una vida social que yo antes de retirarme del deporte no conocía. También he tenido que sacrificar una vida laboral que ya tenía construida y dejar todo lo que he ganado estos años para reinvertirlo en mí mismo, en el deporte. Y es algo que quiero sacrificar por lograr este sueño", cuenta. Un sueño cuyo proceso empieza por haber hecho también cambios en su propio equipo.
"Mi hermano ahora es mi entrenador. Antes era mi fan número uno y ahora es mi entrenador. Es un reto para ambos, porque él es de los entrenadores más jóvenes que hay y, para mí, porque es empezar todo de cero", relata. Pero para él todo merece la pena porque tiene claro cuál tiene que ser su meta: "Quiero volver a intentarlo, volver a llegar a lo más alto, porque, si vuelvo, es para intentar ser otra vez número uno del mundo", una decisión con la que asegura "no haber sido más feliz en su vida". Y para ello ha empezado absolutamente desde cero con una ventaja: que después de celebrarse los Juegos Olímpicos, todos los taekwondistas lo hacen porque el ranking se vuelve a poner a cero.
"Empiezo de cero en mi club de Baréin, me lo costeo todo y no se cierran las puertas a que otro país me llame y me quiera nacionalizar para poder representarlo, porque realmente ya me han llamado países para darme el pasaporte y competir por ellos", explica. Y es que si algo tiene claro es que, a día de hoy, tal y como continúa la Federación de Taekwondo en España, no competirá bajo la bandera española.
"Aún no está decidido al 100%. Tengo que decir que yo soy español desde que nací y eso de 'soy español, a que quieres que te gane' es algo que yo llevo siempre dentro. Ahora bien, el camino decidirá a quién vaya a representar. A nivel federativo, que no es a nivel de COE ni tampoco de Gobierno de España, sino con la Federación Española de Taekwondo mi relación acabó el día que me dejaron fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio. Entonces, a día de hoy, según están hechos los criterios federativos y por lo que me ocurrió en su día, es muy difícil que yo pueda volver a la federación, incluso ganándolo todo. A no ser que de manera pública se sacaran unos criterios en donde quede bien claro que yo si lo gano todo, como está establecido, iría a esos campeonatos… Ahí sí que me podía replantear volver a competir por España".
Para Tortosa, aquello sigue muy presente, "es algo que nunca olvidaré y no perdonaré", pero, como él mismo reconoce, su vida "continúa". "Soy un Jesús Tortosa totalmente diferente al que fui hace tres años, todos esos golpes me hacen afrontar la vida de una manera distinta, donde sé que cualquier objetivo que me plantee lo puedo conseguir. Pero va a ser muy difícil que me veáis competir por España a no ser que quede todo claro, escrito al detalle, revisado por un abogado e incluso que se pudiera firmar ante un notario si fuera posible, porque no quiero volver a poner todo mi trabajo, toda mi ilusión, todo mi esfuerzo, dar todos los resultados que le di a España y que por la decisión de cuatro personas en una Federación me vuelva a perjudicar. ¿Cierro las puertas? No. Pero a día de hoy, si tuviera que decir cómo está la balanza, sí que es más difícil que compita por España por cómo están establecidos los criterios a día de hoy".
Un camino hacia Los Angeles, a través de las redes sociales
Si algo tiene claro Tortosa, es que esta vez quiere mostrar todo ese proceso hasta intentar estar en los próximos Juegos Olímpicos. Un camino que, aunque empezó hace unos meses con esos primeros campeonatos, ahora arranca de forma oficial con una preparación que le ha hecho volar hasta Corea del Sur, no sólo con su entrenador, sino también con un equipo de vídeo con el que irá captando todos sus progresos para enseñarlo a través de sus redes sociales.
"Había mucha gerente que entendía que Jesús Tortosa nunca más iba a aparecer a nivel deportivo. Así que esta reaparición quiero que la comparta mucha gente, que sirva de inspiración a otras muchas personas y que además sirva de referencia y ejemplo para cualquier posible futuro que no haya ninguna duda de qué es lo que pueda pasar", explica. Y por eso ha decidido volver a "sus orígenes". "Ahora estoy haciendo esta videollamada desde un aeropuerto de Corea. Vamos a estar tres semanas aquí de concentración porque quiero volver a empezar en las raíces, donde yo hice mi cambio de mentalidad en el año 2013 y gracias a eso en 2014 quedé campeón del mundo júnior. Así que me he venido a Corea para entrenar donde es la cuna del taekwondo".
Con ello y con la "buena noticia" de que el ranking se pone a cero, Tortosa ya está volviendo a colar su nombre en el mundo del taekwondo. "Porque da igual estos últimos años, ahora todo el mundo empieza en las mismas condiciones y eso a mí me da la oportunidad de poder volver a ponerme arriba muy rápido. Y al final, mucha gente que no me tenía en el radar, día de hoy ya me ve como un peligro porque otra vez estamos ahí y vamos a competir en igualdad de condiciones". De momento, su primer objetivo es seguir entrenando y compitiendo con las miras puestas en el campeonato del mundo del próximo año, antes del cual tendrá que tomar la decisión de "decidir con quién va a ir" e intentar "lograr hacer el oro", como previo paso a esa gran meta: Los Ángeles 2028.