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Un saludo en la red explica la fría relación entre Nadal y Djokovic: "Espero que reflexionemos en el futuro"

Tras derrotar a Nadal en París, el serbio reflexiona sobre la mayor rivalidad de la historia del tenis. "No quieres dar detalles de tu vida o de cómo te sientes y esas cosas porque eso puede exponerte".

Novak Djokovic abraza a Rafael Nadal en la red tras su partido en la segunda ronda de los Juegos de París. /Reuters
Novak Djokovic abraza a Rafael Nadal en la red tras su partido en la segunda ronda de los Juegos de París. Reuters
Nacho Encabo

Nacho Encabo

El partido acabó con ace. Rafael Nadal se llevó la mano a la cabeza, se retiró con suavidad la cinta del pelo y caminó cabizbajo hacia la red. Al otro lado, Novak Djokovic se quitó la gorra, feliz, con el pecho hinchado, y fue al encuentro, al abrazo. El saludo fue corto y frío, un buen partido, suerte en lo que queda y a otra cosa, como si se tratara de dos tenistas que acabaran de jugar su primer partido.

No hubo palabras de más, no hubo gestos de excesivo cariño. Nada que reflejara lo especial del momento: el partido número 60 entre ambos tras dos años sin cruzarse, en unos Juegos Olímpicos, 46 Grand Slam en la pista, sobre la tierra batida de París, quién sabe si la última vez que se estrechan la mano en la red.

Se conocen -y mucho, muchísimo- el español y el serbio. Su primer partido fue en 2006, hace 18 años, y desde entonces se han enfrentado en todos los rincones del planeta, han disputado nueve finales de Grand Slam y han regalado duelos antológicos como aquella final de Australia 2012 o las semifinales de Roland Garros 2013. El del lunes en los Juegos de París fue el capítulo número 60 de su rivalidad, la más extensa de todas las que ha habido en el tenis. Por poner contexto: Nadal y Federer jugaron 20 partidos menos.

Nadal y Federer, como hermanos

Aunque es una suposición, si el partido de este lunes hubiera sido un Federer-Nadal, el saludo final habría sido bien diferente. El suizo y el español tienen una relación muy cercana a pesar de todas las batallas que han librado. Es cierto que hubo una época con ciertas tiranteces, cuando los dos estaban en el Consejo de Jugadores de la ATP y tenían visiones diferentes sobre cómo debería ser el circuito, pero eso se arregló y lo que ha quedado en la retina es una de las rivalidades más sanas que se recuerdan en el deporte de élite.

Hay dos gestos que lo resumen bien: Federer fue el invitado de honor en la inauguración de la Academia de Nadal en 2016, mientras que el español acudió a la llamada de su rival para disputar el último partido de su carrera, en la Laver de 2022, pese a que estaba lesionado y a que atravesaba un momento complicado con el embarazo de su mujer.

Federer y Nadal lloran juntos durante la retirada del suizo en 2022.  Glyn KIRK / AFP
Federer y Nadal lloran juntos durante la retirada del suizo en 2022. Glyn KIRK / AFP

Sin embargo, ni Nadal ni Federer han tenido nunca ese feeling tan especial con Djokovic. El serbio llegó al circuito cuando Nadal y Federer eran los reyes del mambo e hizo saltar todo por los aires. El pastel que era propiedad de dos pasó a ser de tres. Lo explicaba el suizo en el reciente documental de Amazon Federer: los últimos doce días: "Supongo que era el aguafiestas de los fans de Rafa y Roger. Había mucho cariño por Rafa y Roger en aquel momento, así que cuando Novak llegó, probablemente mucha gente dijo 'No necesitamos un tercer jugador, estamos contentos con Roger y Rafa'".

Nadal-Djokovic, sin relación fuera de la pista

Pese a que Djokovic habla bien español y pasa largas temporadas entrenando en Marbella, no tiene una relación fluida con Nadal. Se respetan al máximo, pero apenas hablan fuera de los torneos, un asunto que, en opinión de Djokovic, quizás cambie con el tiempo, cuando los dos cuelguen la raqueta y ya no haya nada en juego, sino recuerdos.

"Espero que reflexionemos de manera diferente sobre las cosas que hemos pasado juntos, que hemos vivido, sobre todos esos momentos tan especiales"

Novak Djokovic

"Honestamente, es difícil ser cercano con los que son tus grandes rivales. No quieres dar detalles de tu vida o de cómo te sientes y esas cosas porque eso puede exponerte", señaló al respecto el serbio este lunes en Roland Garros tras su 6-1 y 6-4 sobre Nadal en la segunda ronda de los Juegos. "Supongo que es una de las razones por las que tal vez no conectamos tanto. Creo que este nivel no puedes realmente conectar tan fuerte con alguien, pero quién sabe si eso cambiará cuando terminen nuestras carreras".

Nadal, de 38 años, todavía no sabe qué va a ser de su carrera después de los Juegos, donde sigue con posibilidades de pescar una medalla en el dobles junto a Carlos Alcaraz. "Lo que tenga que decidir lo decidiré después de los Juegos", dijo Nadal el lunes, agotado sobre las preguntas de la retirada.

Djokovic, de 37 años, está en un punto vital diferente. Aunque 2024 está siendo uno de sus peores años, el otro día bromeaba con llegar incluso a los Juegos de Los Angeles 2028. Lo que está claro es que el del lunes fuera posiblemente el último Nadal-Djokovic. Y que quizás sea el inicio de un acercamiento entre ambas partes.

"Espero que los dos tengamos una vida larga. Ambos somos personas familiares y espero que podamos abordar nuestra relación desde una perspectiva diferente en el futuro", indicó Nole en la zona mixta del tenis. "Que reflexionemos de manera diferente sobre las cosas que hemos pasado juntos, que hemos vivido, sobre todos esos momentos tan especiales".