El mensaje de Nadal que evoca sus lágrimas de 2008: "Es el recordatorio de dónde venimos y huir de los lujos que tenemos"
El de Manacor se muestra entusiasmado de participar en los Juegos Olímpicos de París.

Rafa Nadal lleva ya varios días entrenándose en París, en su jardín de arcilla. Allí, en las pistas que tantas y tantas veces le han visto triunfar en Roland Garros, disputará sus últimos Juegos Olímpicos. Sus principales opciones pasan por su pareja con Carlos Alcaraz en el cuadro de dobles, una unión que ha despertado un interés enorme mucho más allá de la delegación española. Pero también participará en individuales, donde ya sabe lo que es ganar un oro olímpico en 2008.
En aquella edición celebrada en Tokyo hace 16 años, el de Manacor llegó en uno de sus mejores momentos deportivos y consiguió superar a todos sus rivales, incluido a un emergente Novak Djokovic en semifinales. Fue precisamente tras el encuentro contra el serbio y tras asegurarse una medalla, cuando rompió a llorar por la emoción del momento y por lo que suponía a él un logro como ese.
Posteriormente, el balear se deshizo en tres sets del chileno Fernando González para subirse a lo más alto del podio y escuchar el himno nacional visiblemente emocionado. Ahora sueña con repetir aquello, ya sea junto a Alcaraz o por sí mismo, algo que hace unos años ni se podía imaginar. Nadal está feliz de verse en París, pero no olvida de dónde viene y, sobre todo, no olvida sus orígenes.
2008 Beijing Olympics: a very emotional Rafael Nadal about to cry after defeating Novak Djokovic in the semifinals 🥲 pic.twitter.com/Jtdy6gEwaA
— Luigi Gatto (@gigicat7_) July 22, 2024
"A título personal es una vuelta a los inicios de todo, a cuando jugaba torneos pequeños. Es el recordatorio de dónde venimos realmente y huir de los lujos en los que vivimos. Intento hacer todo lo que puedo para llegar preparado. Es difícil, pero la ilusión no me la cambia", apuntó el manacorí en una rueda de prensa previa junto al resto de tenistas nacionales.
Nadal llega a París con 38 años, en el ocaso de su carrera deportiva y, sobre todo, tras vivir un calvario en forma de lesiones que prácticamente le dejaron todo el 2023 en el dique seco. Por eso, el ganador de 22 Grand Slams se da mucho mérito a poder competir en las pistas de tierra batida de Roland Garros. Un último baile en unos JJOO al que da mucho valor.
"Cuando estaba en Río me parecía imposible estar aquí y para eso he tenido que pasar por momentos difíciles y más con la carrera que he tenido. Haber seguido es algo que valoro y esto es un premio en un escenario que para mí es especial, poder compartir mis últimos Juegos también rejuvenece", aseguró.

A diferencia de la opción que ha tomado Novak Djokovic de estar en un hotel durante los días que dure el torneo en París, Nadal sí pernoctará en la Villa Olímpica junto al grueso de deportistas. De hecho, en estos primeros días se le ha podido ver fotografiándose con decenas de personas que querían una instantánea con el tenista, un 'agobio' que vive con naturalidad. Además, se muestra encantado de poder compartir pista con alguien tan joven como Alcaraz, 17 años menor que él.
"Para mí es una oportunidad de conocernos un poco más, de convivir y de aprender de estas nuevas generaciones. Al final, estar con alguien como Carlos te rejuvenece, te hace recordar la energía que tienes con 20 años y la ilusión de lo desconocido", concluyó un Nadal que llega a París como si fueran sus primeros Juegos Olímpicos.