TENIS

El templo del tenis en los Juegos de Barcelona 92 se viene abajo: falta de luz, protestas de socios… e instalaciones deterioradas

El Centre Municipal de Tennis de la Vall d'Hebron muestra signos de deterioro, con el enfado de los socios y a la espera de las promesas de los organismos municipales.

Así lucía la pista central de tenis de la Vall d'Hebron en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. /GETTY
Así lucía la pista central de tenis de la Vall d'Hebron en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. GETTY
Xavi Espinosa

Xavi Espinosa

El Centre Municipal de Tennis de la Vall d'Hebron, uno de los escenarios más emblemáticos de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, atraviesa una etapa crítica. Pasadas más de tres décadas, el complejo deportivo muestra signos evidentes de deterioro: instalaciones desgastadas, falta de mantenimiento e iluminación deficiente, lo que se ha traducido en quejas reiteradas por parte de los socios. Lo que en su día fue un símbolo del legado olímpico cuyas pistas acogieron a algunos de los mejores tenistas de la época, como Steffi Graf, Jennifer Capriati, Boris Becker o la barcelonesa Arantxa Sánchez Vicario, hoy reclama una reforma integral urgente para recuperar su funcionalidad y dignidad.

Gestionado actualmente por la UFEC y la Federació Catalana de Tennis, con el respaldo del Ayuntamiento de Barcelona, el centro ha recibido inversiones parciales en los últimos años. Sin embargo, estas actuaciones no han sido suficientes para frenar el desgaste de unas instalaciones ampliamente expuestas al paso del tiempo y a las inclemencias meteorológicas.

"Es la única instalación olímpica de Barcelona que no ha tenido una reforma integral desde los Juegos del 92 y su estado actual es una muestra más de la desinversión en los equipamientos deportivos de la ciudad. En Barcelona hubo un gran boom de crecimiento de instalaciones deportivas por las necesidades olímpicas, pero poco a poco se han ido quedando viejas", afirma el regidor d'ERC Jordi Castellana en Tot Barcelona.

La situación ha generado malestar entre los usuarios, que denuncian una gestión deficiente y reclaman mejoras estructurales que garanticen un servicio de calidad tanto para el deporte federado como para el uso ciudadano.

Un legado olímpico en peligro

Durante los Juegos Olímpicos de 1992, el Centre Municipal de Tennis de la Vall d'Hebron fue escenario de momentos importantes en el deporte, como la victoria de Steffi Graf en la final femenina o el ascenso al podio de Marc Rosset en la competición masculina. Hoy, sin embargo, las mismas pistas que acogieron el tenis de élite son objeto de críticas por su deterioro. "Está cerrada por la tarde porque no tiene luz", afirman los socios.

En enero de este año, cerca de 300 abonados firmaron un documento para denunciar el estado "deplorable" de las instalaciones, exigiendo medidas inmediatas por parte de los responsables. Las quejas incluían pistas de pádel con rejas rotas, moquetas desgastadas y zonas con agujeros que comprometían la seguridad de los jugadores. Las pistas de tierra batida, por su parte, presentaban un mantenimiento deficiente que impide su correcto uso.

Una situación insostenible e impracticable para el deporte, aunque el Instituto Barcelona Deportes (IBE) y el Ayuntamiento de Barcelona aseguran que se realiza un seguimiento continuo del estado del complejo, y se afirma que se han invertido ya más de 545.000 euros en mejoras desde que la actual concesión empezó en 2019. "En estos 30 años los gestores de los equipamientos y el Ayuntamiento han ido realizando actuaciones de remodelación y mejora del espacio, adecuaciones a las nuevas normativas y a las nuevas demandas del mundo del deporte. El centro municipal de Tenis Vall D'hebron es una instalación muy extensa en metros cuadrados y mucho espacio al aire libre, y, por tanto, muy expuesta a las inclemencias del tiempo, hecho que acentúa su deterioro", afirman fuentes municipales.

Se prevé mejoras durante los próximos meses

A pesar del malestar entre los usuarios, el gestor tiene en marcha nuevas intervenciones, como la reparación del gimnasio, la mejora de la climatización, el pintado y la renovación de la señalética del centro. Además, el pliego (Plan Local de Emergencia y Contingencias) contempla la posibilidad de que el Ayuntamiento impulse reformas estructurales si la situación lo requiere. "En esta línea se llevan a cabo periódicamente actuaciones de renovación y mantenimiento y están previstas más actuaciones en los próximos meses", afirman.

El pliego también contempla la posibilidad de que el Ayuntamiento pueda implementar mejoras estructurales de la instalación en caso de que sean necesarias. "El gestor se comprometió a una ampliación de la inversión prevista en el pliego, proponiendo y comprometiéndose a una inversión de 400.000 euros. A día de hoy (la concesión comenzó en 2019) ya se ha efectuado inversión y este año está ejecutando otras actuaciones", dice.

Un problema que engloba más instalaciones y va más allá del tenis

El caso del Centro Municipal de Tenis del Vall d'Hebron salpica a otras instalaciones deportivas (municipales) de Barcelona que también arrastran graves problemas de mantenimiento y dejadez. Uno de los ejemplos más claros es el del Nou Sardenya, el estadio del CE Europa. Durante el derbi disputado en noviembre de 2024 entre Europa y Sant Andreu, la valla de la grada visitante se fue abajo, poniendo en peligro la seguridad de la afición agrupada en aquella zona. Este incidente generó una ola de críticas por parte de seguidores, entidades y partidos políticos que alertaron sobre el mal estado de muchas instalaciones deportivas gestionadas con concesiones municipales.

Varias voces, como la del concejal Albert Panyella, apuntan a que a menudo las concesiones a empresas o entidades gestoras implican una inversión mínima a cambio del máximo rendimiento económico. Una situación que, de no corregirse, puede derivar en más casos de riesgo para los usuarios y pérdida del patrimonio deportivo de la ciudad. "El Ayuntamiento está permitiendo que se mantengan infraestructuras obsoletas porque la prioridad no es la calidad del servicio, sino la eficiencia financiera de la concesión", afirma Panyella al Tot Barcelona.

El Ayuntamiento también recuerda que se han ejecutado actuaciones de mejora y adaptación a las nuevas normativas y usos, pero reconocen que el desgaste natural de las infraestructuras, combinado con el paso del tiempo y la carencia de inversiones estructurales continuadas, genera una acumulación de deficiencias. Este es el caso del Centro de la Teixonera o del propio pabellón del Club Natació Catalunya, que también han recibido quejas por sus desperfectos. "Se han reconvertido espacios pensados para competiciones de élite en equipamientos útiles para la práctica deportiva federada, de ocio y salud", afirman fuentes municipales.