VELA

El largo camino de idas y venidas de Diego Botín y Flo Trittel para cumplir el primer sueño: el oro

La pareja del 49er llegó a Marsella sin bajarse del podio en los últimos años y en el mejor momento de sus carreras.

Diego Botín y Florian Trittel. /RFEV
Diego Botín y Florian Trittel. RFEV
Nacho Gómez

Nacho Gómez

Diego Botin y Florian Trittel han confirmado a lo grande las expectativas que les convertían en una de las grandes esperanzas de medalla de la armada española en Marsella. Ambos llegaban a los Juegos en el mejor momento de sus carreras deportivas, combinando la preparación olímpica del 49er con el circuito de Sail GP y sin bajarse del podio en los últimos años: fueron oro europeo y plata mundial en 2022, bronce mundial en 2023 y 2024 y venían de ganar el oro en las dos últimas grandes regatas de clases olímpicas, el Sofía y Hyères.

Diego y Flo han cerrado con un oro sus primeros Juegos como tripulación. Diego compitó en 49er Río y Tokio con Iago López Marra, llegando a ser cuarto en Japón empatado a puntos con el bronce. Florian debutó en los Juegos de Tokio en Nacra junto a Tara Pacheco, donde fueron sextos.

Pese a ello, Botín y Trittel se conocen prácticamente de toda la vida. "Yo el primer recuerdo que tengo de Flo es en los campeonatos de España de optimist, estar tumbados los dos en el barco volviendo a tierra y hablando de qué tal había ido el día y demás", rememora Diego en conversación con Relevo antes de que Flo interrumpa la respuesta entre risas. "Sí, luego Diego se puso demasiado grande, nos dejó espacio para los demás y empezamos a poder hacer algún resultado", recuerda Trittel.

Diego Botín, en el optimist.  SAILGP
Diego Botín, en el optimist. SAILGP

Florian Trittel, en el optimist.  SAILGP
Florian Trittel, en el optimist. SAILGP

Diego pertenece a una saga marinera por los cuatro costados. Su padre, Gonzalo, es un navegante oceánico que lideró un proyecto histórico de la vela española, el Tales, y su tío, Marcelino, es uno de los mejores diseñadores navales del mundo; hoy en día es el jefe de diseño del Alinghi Red Bull de la Copa América. Con estas raíces y un carácter sereno y tranquilo, el pequeño de la saga de los Botín ha modelado su carrera con una evolución ejemplar.

Florian lo tuvo algo más difícil en sus inicios, pero su fe inquebrantable en la vela ha dado sus frutos. "Yo dejé el optimist porque no podía representar a España al no tener la nacionalidad, ya que aunque llevo viviendo aquí desde muy pequeño mis padres son alemanes. Hay una persona que decidió que yo no podía ir al Mundial y me quedé sin cumplir ese gran sueño, pero tiramos para delante y empecé a navegar con mi hermano mayor, Lucas, en 29er".

Poco después, Trittel se convirtió en uno de los primeros referentes españoles en el kite surf. "Me mudé a Tarifa y empecé a estudiar. En paralelo quería preparar una campaña olímpica de Fórmula Kite porque justo después de los Juegos de Londres 2012 se dijo de repente que iba a sustituir al windsurf. Luego resultó que no, al cabo de unos meses decidieron que el kite no iba a ser olímpico y aún así me quedé en Tarifa. Podría haber muerto mi carrera deportiva por ser demasiado visionario, pero decidí mudarme a Barcelona y meterme en el mundo empresarial, había estudiado Administración y Dirección de Empresas. De repente me llama Iago López y me dijo que tenía una amiga, Tara Pacheco, que quería embarcarse en la campaña olímpica de Nacra contra el reloj y acepté porque siempre había sido un sueño. A raíz de eso ya me di cuenta que la vela es realmente a lo que me quería dedicar y aquí estamos".

Flo tiene además un negocio procedente de esos años de estudio. "Abrí una empresa en Portugal dedicada al equipamiento olímpico de kites. Al empezar la campaña con Diego vi que no podía hacerlo todo a la vez, pero tengo la suerte de contar con unos grandes socios, que al final están haciendo todo el trabajo y me dejan centrarme en estos dos proyectos, la campaña olímpica y SailGP".

Botín y Trittel también compartieron otro proyecto que es el embrión de una de las mejores generaciones de regatistas españoles: la Copa América juvenil de 2017. "Tengo recuerdos muy buenos de esa época, ahí se hizo un equipo un grupo muy unido y muy bueno. Teníamos una generación de regatistas con mucho talento, pero muy dispersos y esa fue la semilla que sembró lo que lo que seguimos haciendo hoy en día. Estábamos Joan Cardona, Joel Rodríguez, Luis Bugallo, Kevin Cabrera, Jordi Xammar, Flo y yo… Fue una experiencia inolvidable que nos marcó a todos", explica Diego.

Después del oro olímpico tienen otro sueño: la Copa América

De cara al futuro reconocen que sería un sueño competir en la Copa América 'grande'. "Obviamente, todos soñamos con con algo así. Es el reto más grande que pueda haber en nuestro deporte y montar un desafío a la Copa América requiere de muchísimo tiempo de muchas personas. También sabemos que combinar la Copa América, Sail GP y la campaña olímpica es imposible para hacerlo todo bien con lo que el sueño está ahí y el objetivo a largo plazo también", reconoce Flo. "Un proyecto de Copa América es diferente, lo primero es conseguir la financiación que es una parte muy complicada. Lo segundo es tener un equipo con experiencia en Copa América, y es verdad que España tiene gente muy buena que podría aportarla porque hay muchos españoles que forman parte de muchos equipos de Copa América. Nosotros no sé cuándo, pero vamos a luchar porque pueda pasar", remata Diego.

De hecho, ambos han hecho historia ganando el circuito de Sail GP en este 2024, una proeza que tiene un mérito enorme teniendo en cuenta que el año pasado quedaron los últimos en el circuito. Los Burling, Spithill, Slingsby, etc. tuvieron que verle la popa al barco español en la gran final de San Francisco,

Diego explicaba antes de los Juegos cómo vivían desde dentro su camino hacia el oro. "Para mí es una mezcla de la experiencia y del bagaje que traemos los dos por nuestros caminos y la similitud que tenemos en la forma de hacer las cosas. Tenemos disciplina, buenos métodos y muy buena gente alrededor. Hemos logrado combinar Sail GP y la campaña olímpica y que las dos campañas se retroalimenten. El 49er ahora mismo es una clase súper competitiva y la diferencia entre ganar una medalla o no es mínima, está en detalles muy pequeños".

Trittel clavaba la previsión para los Juegos semanas antes de aterrizar en Marsella. "Dependerá de si hay más o menos viento, si de repente hay vientos flojos de repente entran al menos 10 países como candidatos a ganar una medalla. Como dice Diego, el nivel es extremadamente alto. Nosotros venimos con confianza de estos últimos eventos, pero somos muy conscientes de que no debe ser un arma de doble filo porque tener un exceso de confianza nos haría perder fuerza, lo hemos hablado bastante a nivel interno. Ahora solo tenemos muchas ganas de sacar el 110% y sscar nuestra mejor versión de cara a los Juegos", concluía Trittel. Pues pueden estar bien contentos, porque se han salido del mapa.