JJOO | VELA

Támara Echegoyen será la sexta abanderada de la vela

Gonzalo Fernández de Córdoba (68), Jane Abascal (84), la Infanta Cristina (88), Felipe VI (92) y Luis Doreste (96) precedieron a Echegoyen.

Alejandro Abascal lleva la bandera en los Juegos de 1984. /ARCHIVO ABC
Alejandro Abascal lleva la bandera en los Juegos de 1984. ARCHIVO ABC
Nacho Gómez

Nacho Gómez

Que la vela es el deporte que más medallas le ha dado a España en la historia de los Juegos Olímpicos es un dato ya bastante popularizado. Sin embargo, hay una consecuencia añadida a ese extraordinario botín: también es el deporte con más abanderados españoles, ya que Támara Echegoyen va a ser la sexta regatista que encabece el desfile del equipo olímpico español.

La saga la abrió Gonzalo Fernández de Córdoba, duque de Arión, en los Juegos de México en 1968. Fernández, que llegó ser bronce mundial en la clase snipe, compitió en cuatro Juegos: Roma 1960, Tokio 1964, México 1968 y Munich 1972, donde pondría el broche a su carrera olímpica compartiendo tripulación con el entonces Príncipe Juan Carlos y Félix Gancedo. El duque de Arión falleció en 2013.

El siguiente fue Alejandro Abascal, en Los Ángeles 1984. Abascal se había convertido en los Juegos de Moscú de 1980 en el primer campeón olímpico de la historia de España, al ganar el oro en flying duchtman. "Ser abanderado es una sensación que solo puede comparar con el momento de subir al podio a coger la medalla de oro", reconoce el genio cántabro.

En Seúl 1988 le llegó el turno al primer miembro de la casa real que gozaría de este privilegio: la Infanta Cristina. La hermana del rey Felipe estuvo en el equipo olímpico de 470 luchando por representar a España en los Juegos junto a Vicky Fumadó, pero al final lograron la plaza Adelina González y Patricia Guerra. Sin embargo, la Infanta Cristina tuvo la oportunidad de debutar en los Juegos en la clase tornado junto a Chiqui García de Soto por la lesión de Luis López Alonso y tomó la salida en la última regata de los Juegos.

En 1992 llegó la apoteosis del abanderado con la llegada del entonces Príncipe Felipe. Pese a que en un principio fue reacio a aceptar el nombramiento porque entendía que había otros deportistas con mayores méritos, todos los estamentos del deporte español, deportistas incluidos, le convencieron para aceptar el ofrecimiento. Y probablemente no erraron, porque la imagen del actual dando la vuelta al Estadio Olímpico y las reacciones que generó son uno de los mejores recuerdos de la historia olímpica española.

El último navegante abanderado del siglo XX fue el mítico Luis Doreste, ganador de dos oros olímpicos en Los Ángeles y Barcelona, que llevó la bandera en el desfile de Atlanta 96. Doreste había sido, además, el encargado de hacer el juramento olímpico en Barcelona en representación de todos los participantes. "La ceremonia inaugural es el momento más bonito de los Juegos, es cuando se junta todo el mundo, cuando toda esa preparación llega a su fin. Es como si se abriera la puerta de los Juegos para empezar a competir. Si eres abanderado encima miras para atrás y ves a toda la delegación española. Hay que disfrutarlo porque eso pasa una vez en la vida", relata.

En este 2024 Támara Echegoyen llevará la bandera española recogiendo el testigo de esta fantástica saga. Lo hará, además, acompañado de un piragüista, Marcus Cooper, que representa al segundo deporte que más abanderados ha tenido: cuatro. Herminio Menéndez en Moscú 1980, David Cal en Pekín 2008 y Saúl Craviotto en Tokio 2020 precedieron a Cooper en este maravilloso privilegio.