Un fin de año en Perú cuando eran niños inspiró a Xammar y Brugman a pelear por el oro
Jordi y Nora se conocen desde pequeños y llegan a Marsella en la plenitud de sus carreras deportivas para aspirar a todo.

Si las casas de apuestas admitieran pujas con las posibilidades de medalla en la vela, Jordi Xammar y Nora Brugman podrían ser perfectamente la apuesta que generara menores beneficios por las grandes expectativas con las que llegan al campo de regatas de Marsella. Jordi y Nora llegan como campeones mundiales y europeos y en un momento de madurez que les convierte en favoritos al oro.
Lo más curioso de su historia es que han juntado su camino olímpico muchísimos años después de que la vida les juntara. Jordi y Nora son amigos desde muy pequeños, tras un invierno en el que sus padres diseñaron un viaje común sin imaginar cómo acabaría la película años después.
"En esa época nuestros padres nos llevaron a un clínic a Perú y allí empezamos ya a ser más amigos. Fuimos unas semanas antes, pasamos las vacaciones y el fin de año allí con nuestros padres, y desde allí hemos coincidido en muchísimos sitios. Son muchos años de amistad", recuerda Nora.
De hecho, Jordi tardó un suspiro en llamar a Nora una vez finalizados los Juegos de Tokio con el bronce al cuello. "Tenía muy claro lo que quería y llamé a Nora allí en Tokio ya, era una campaña de un año menos y no había tiempo que perder", relata Xammar con una sonrisa en el rostro.
De hecho, esta amistad que mantienen desde hace tanto tiempo les aporta una ventaja competitiva sobre sus rivales. "Son muchos años que nos conocemos y desde el inicio del proyecto tuvimos una fluidez que nos da cierta ventaja. Nos entendemos muy bien, tenemos la misma dinámica de trabajo, el mismo objetivo y trabajamos siempre en la misma dirección", reconoce Brugman.
🔙 Siempre hay una primera vez para todo... ¿No, @JordiXammar?
— Comité Olímpico Español (@COE_es) November 15, 2021
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«Queremos ser campeones olímpicos, es lo que siempre soñamos»
El objetivo del que habla Nora es tan ambicioso como realista: ganar la medalla de oro, un sueño que reconocía Jordi Xammar en Relevo hace unos meses que tienen desde muy pequeños. "Queremos ser campeones olímpicos porque es lo que siempre he soñado desde que soy pequeño y mentiría si dijera que no es lo que quiero, pero a la vez somos plenamente conscientes de que una medalla olímpica es algo increíble, lograr otro bronce en mi caso o una primera medalla para Nora estaría genial".
Además, el velero en el que compiten, el 470, estrena formato de tripulación. Hasta los Juegos de Tokio, la flota se repartía en dos clases, masculina y femenina. En Marsella se estrena el 470 con una configuración mixta, con un tripulante masculino y otro femenino. Esta clase, la más antigua de las que compiten en los Juegos, y la más prolífica para España: se han logrado cuatro oros, dos platas y un bronce, precisamente el conseguido por Jordi con Nico Rodríguez en Tokio.
En el caso del barco español, Jordi es el patrón y Nora la proel. "El timón es responsabilidad de Jordi, que además lleva la mayor. En el 470 sólo uno de los tripulantes va al trapecio para hacer contrapeso y esa tarea me corresponde a mí, gestionando también el foque", explica Nora.
Aparte de esta relación tan especial que tienen, la pareja española llega a los Juegos como número uno del ranking mundial y con un palmarés imbatible en los últimos tiempos: han logrado diez medallas en las trece regatas de alto nivel del ciclo olímpico, incluyendo ese doble oro en el mundial y el europeo de este 2024.