JJOO | WATERPOLO

España cambia la historia ante Estados Unidos esta vez sin sangre en la piscina: "Tengo clavadas las finales perdidas..."

La Selección femenina de waterpolo presenta su candidatura al oro y consigue dejar en la lona al Dream Team y posicionarse para los cruces.

El equipo de waterpolo antes de jugar ante Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de París. /GETTY
El equipo de waterpolo antes de jugar ante Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de París. GETTY
Andrés G. Armero
Alberto Martínez

Andrés G. Armero y Alberto Martínez

La Selección femenina de waterpolo no ganó un partido en la fase de grupos de los Juegos Olímpicos de París. Se llevó una final llena de matices, le dio la vuelta a una historia de inferioridades y complejos, descorchó el champán en su tercer día de competición aunque todavía no se haya colgado una medalla. Ni mucho menos el bueno de Miki Oca, hombre que medita fuera del agua pero se convierte en un perro de presa cuando se sienta en un banquillo, las dejará que se relajen. Pero lo que ha conseguido este grupo de guerreras las invita a soñar con ese oro que ansían desde los Juegos de Londres, cuando comenzó esa historia de amor y odio, de vida, con Estados Unidos, su nemésis y su ogro. Hasta este lunes.

Aunque la celebración fuese comedida -seguro que Oca frenó euforias porque las ha vivido de todos los colores-, España se quitó de enmedio un estigma que le ha perseguido desde aquella final de los Juegos de Londres 2012. Estados Unidos es un Dream Team, campeona olímpica en las tres últimas ediciones, y España solamente logró ganarles en el Mundial de Barcelona de 2013. Desde entonces ambas han escrito mil y una batallas siempre con las guerreras en la lona... incluso con sangre en la piscina. Bea Ortiz, la mejor atacantes, lo resume a la perfección: "Esta victoria es la primera después de 2013. Yo ni estaba. Creo que EEUU ha hecho un bloque espectacular. La diferencia que hemos tenido es nuestra mentalidad. Trabajamos nuestra mente, el físico e hicimos un cambio bueno".

El partido en cuestión que resume lo que es un Estados Unidos-España, esta guerra fría del waterpolo español y que explica la dimensión de sus duelos, se produjo en 2015, antes de los Mundiales de Kazán en el CAR de Sant Cugat. Justamente, el pasado junio las estadounidenses se concentraron en Barcelona y jugaron cada día. "Somos muy competitivas, para nosotras no es un entrenamiento", comentó a Relevo una de las jugadoras del equipo.

Y, quizás, de soslayo, recordó aquel eposido de verano. En una acción de juego en la que Maica García se las tuvo con una de las defensoras de boya americanas y acabaron llegando a las manos. La estadounidense acabó con la nariz ensangrentada y Miki Oca y Adam Krikorian, los seleccionadores, se liaron a mamporros. Una acción pasada, como se comprobó este lunes, cuando ambos se fundieron en un fuerte abrazo después del 11-13 a favor de España. Sin sangre en la piscina.

«Me sorprende la ventaja de cinco goles», comenta Maica García

La propia Maica García enmarcó este encuentro para Relevo: "Estados Unidos son un equipazo, son un rodillo, son constantes y no bajan el nivel. Me sorprende la ventaja de cinco goles. Tenemos que estar orgullosas del trabajo y de los buenos momentos. Pero es un partido más y quedarnos contentas y orgullosas. Ganas de mejorar", explicó. "No creo que de diez partidos les ganemos diez, pero esto es un caramelo. Hay que aprovechar pero estamos tan bien", comentó.

Estados Unidos ganó los tres últimos Juegos y todos los Mundiales de 2015 a 2023 cuando perdió en Fukuoka (Japón) en medio de un cambio generacional. Durante ese periodo fue imbatible como resume el propio Miki Oca a Relevo: "Es una victoria muy importante. Estados Unidos ha ganado los tres últimos Juegos. Nos debe servir para confiar en el trabajo que hacemos. Tenemos que crecer. Los cierto es que Estados Unidos ha ganado siempre. No es que es nuestra bestia negra, sino la de todos".

"Tengo todas las finales clavadas, me duelen, pero hay que aceptarlo. Ya ha salido con esto. Ya ha pasado, tengo el foco aquí", explicó la propia Maica, que ha estado desde 2008 en la Selección nacional y ha visto el crecimiento de Estados Unidos. España se quitó los complejos de Ashley Johnson, la portera que encajó 13 goles cuando antes amedrentaba los ataques españoles; también superar estar por detrás en el marcador con el 1-3 inicial e incluso no temer el crecimiento yankee en el partido después de perder por cinco goles y ponerse a dos. Sujetados a Paula Leitón y Bea Ortiz lograron mantener el ritmo de goles. Y quitarse un complejo. Y soñar con el oro con todas las de la ley pero con la prudencia del sensei Miki Oca.