El waterpolo ve más cerca la doble final olímpica al derrotar a dos fantasmas que le perseguían
La victoria de la femenina ante Estados Unidos y la de la masculina frente a Hungría dispara las expectativas de dos selecciones maduras.

En el waterpolo no hay medias tintas. Basta con hablar con cualquier integrante de la Selección femenina o masculina y el mensaje es transparante: "Queremos el oro olímpico". El deseo de todos, pero en este caso no es un brindis al sol, es una consecuencia de un trabajo minucioso a lo largo de la historia, porque el waterpolo es un deporte que lleva desde finales de los 80 en la cima, con sus centros de alto rendimiento, sus clubes, su metodología, su captación... Una ola a la que se sumó el femenino desde aquellos Juegos de Londres 2012 en los que se presentaron al mundo. No es una locura pensar con dos finales olímpicas, las de ellos y ellas, más aún después de derrotar a dos fantasmas que le perseguían desde hacía años.
"Ganar a un equipo como Hungría te da confianza, pero queda mucho, esta victoria no significa nada", explicó David Martín en los canales de la RFEN. "Nos debemos de centrar en nosotros mismos, en ir creciendo en cada partido. Ahora viene Serbia, otro choque muy duro. Paso a paso y lo dicho, centrados 100% en nuestro juego", añade el seleccionador. El mensaje es claro, pero la victoria fue mayúscula. España no le ganaba a Hungría en un gran campeonato, ya sea Mundiales, Europeo o Juegos, desde la final del Campeonato del Mundo de Perth en 1998. Desde entonces, jugaron 11 encuentros sin una victoria, una de las últimas, el bronce perdido en el pasado Mundial de Fukuoka de 2023 o en los Juegos de Tokio de 2021.
La victoria por 10-7, la personalidad, la defensa y el ataque del equipo español ante Hungría, una de las máximas favoritas a ganar el oro, campeona mundial en 2023, acercan al equipo de David Martín al primer objetivo, que no es otro que quedar primero de grupo. El mejor waterpolo, de momento, lo han protagonizado los capitaneados por Felipe Perrone.
España le acaba de ganar a Estados Unidos, oro olímpico en las tres últimas ediciones, que le ganó la final a las nuestras por un contundente 14-5 en Tokio. Es una victoria de un prestigio espectacular. Y nos hace soñar con todo #waterpolopic.twitter.com/NCluui9gL6
— David Orenes (@david_lrl) July 29, 2024
Antes de que llegara esa victoria ante Hungría, la selección femenina abrió el camino el lunes derrotando a Estados Unidos. Otro fantasma que afrontó una renovación después de los Juegos de Tokio y que le ha afectado, unido al crecimiento de España que siempre mantiene el nivel. La Selección de Miki Oca llevaba desde el Mundial de Barcelona de 2013 sin ganar a las de Adam Krikorian. En aquel campeonato las eliminaron en semifinales y pudieron conseguir el título. Pero después no hubo suerte.
España perdió las finales olímpicas de Londres, un año antes, y después la de Tokio, mientras que también los Mundiales de 2017 o 2019. "Estamos todavía en fase de grupos, esto es muy largo y no llevamos nada", expicó Bea Ortiz. Pese a la euforia, curtidas en mil batallas, hay en el equipo femenino una mesura lógica. La igualdad del waterpolo así lo dicta. Los fantasmas siempre vuelven, pero la doble final está más cerca que antes de empezar los Juegos.