La AMA tiene una patata caliente después de los casos de Swiatek y Sinner: "Habrá inocentes que sufran injusticias"
La Agencia Mundial Antidopaje está estudiando cambiar las normas tras los últimos casos de contaminación, como los de Sinner, Swiatek y los nadadores chinos.

Cuando Iga Swiatek se sometió al control antidopaje que la terminó condenando, aquella mañana del 12 de agosto de 2024 en Cincinnati, la tenista polaca tuvo que responder a varias cuestiones protocolarias. "¿Ha consumido usted algún medicamento o suplemento alimenticio en los últimos siete días?", le preguntaron a la entonces número uno del ranking mundial. La respuesta que escribió Swiatek en el formulario que tuvo que rellenar fue un número: 14.
Sin embargo, se olvidó del más importante, del suplemento que provocó que la muestra de orina analizada en el laboratorio de Salt Lake City hiciera saltar todas las alarmas. Entre las dos y las tres de la mañana, horas antes de que los vampiros llamaran a la puerta de su habitación, Swiatek se tomó "dos o tres pastillas de melatonina", según declaró ella misma más tarde ante los investigadores. Le estaba costando dormir por culpa del jet lag y recurrió a unas pastillas que consumía con cierta asiduidad. "La melatonina es necesaria para mí por todo lo que viajo, el jet lag y todo el estrés que tengo relacionado con mi trabajo. Todo eso hace que sin melatonina a veces no pueda dormir. Si no la tomo, tengo problemas para hacerlo", explicaría la jugadora en un vídeo que colgó en sus redes una vez se conoció el positivo.
Durante la investigación que llevó a cabo la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA), Swiatek argumentó (y probó, según la sentencia) que el lote de melatonina que había consumido justo antes del control estaba contaminado por trimetazidina, la sustancia prohibida —aumenta el flujo sanguíneo en el corazón y limita los cambios de tensión sin variar la frecuencia cardíaca— que pitó en el laboratorio.
Según las reglas antidopaje, si un atleta prueba que una sustancia prohibida ha llegado a su organismo de forma no intencionada, la sanción que se debe imponer es de dos años, aunque después puede haber rebajas si existen atenuantes. Y en el caso de Swiatek, los investigadores también consideraron que la culpa de la jugadora no fue "significativa" al haber un medicamento contaminado, por lo que redujeron la sanción a un mes. Swiatek aceptó de inmediato.
Los casos de Sinner y los nadadores chinos
Al caso de Swiatek se pueden añadir otros dos expedientes de dopaje resueltos en 2024 de una forma más o menos similar y con un denominador común: la contaminación. Hablamos del caso de Jannik Sinner y de los 23 nadadores chinos que dieron positivo antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 por trimetazidina, la misma sustancia de la tenista polaca. Sinner acabó pactando una suspensión de tres meses con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) tras ser exonerado en primera instancia, mientras que los nadadores asiáticos no fueron sancionados por la AMA.
"Si el sistema es demasiado estricto y rígido, habrá atletas inocentes que sufrirán injusticias. Y si el sistema es demasiado indulgente, los tramposos prosperarán. Este es uno de los principales retos a los que se enfrenta actualmente la comunidad del deporte limpio"
Presidente de la AMAA finales de 2024 y después de tantos casos de contaminación, la AMA se planteó una revolución en su código mundial para establecer nuevos umbrales en estas circunstancias. "Hay un problema con los casos de contaminación. Las cantidades son tan pequeñas que puedes contaminarte de cualquier manera. No hay más casos que antes, solo que los laboratorios son más eficientes para detectarlos", señalaba en L'Equipe el director general de la AMA, Oliver Niggli.
La cantidad encontrada en el organismo de Sinner era de 121 picogramos por mililitro en el primer control y de 122 picogramos por mililitro en el segundo. A Siwatek, por ejemplo, se le detectó una cantidad de 50 picogramos por mililitro. Un picogramo es una billonésima parte de un gramo. Son 0,00000000012 gramos por mililitro en el caso de Sinner y de 0,00000000005 en el control realizado a Swiatek. "Las cantidades encontradas son tan pequeñas que es posible contaminarse con cualquier cosa", añadía Niggli. "Entiendo al público, que piensa que somos ingenuos y que aceptamos todo, pero la realidad es otra. La contaminación es un problema. Si quisiéramos hacernos la vida más fácil, podríamos imponer nuevos umbrales y no encontrar todos estos casos. Pero la verdadera pregunta es: ¿Estamos preparados para aceptar las microdosis?"

Esa patata caliente llegó a la reunión del Comité Ejecutivo de la AMA que se ha celebrado esta semana, hasta el punto de que el máximo organismo antidopaje ha aprobado la creación de un grupo de trabajo que se va a encargar "de realizar una revisión global sobre las fuentes de contaminación que conducen a resultados analíticos adversos e infracciones de las normas antidopaje en el deporte", según explican desde la AMA en un comunicado. También se encargará de recomendar al Comité Ejecutivo de la AMA posibles mejoras en las regulaciones y procesos para tener más en cuenta el riesgo de las contaminaciones, pero sin que eso rebaje la eficiencia del sistema antidopaje.
"Como se ha puesto de manifiesto recientemente con los casos de los nadadores chinos y otros, el problema de la contaminación es real y está en aumento. Es crucial que la AMA y sus socios del deporte limpio lo aborden de frente. Cada vez con más frecuencia vemos que quienes dan positivo presentan defensas por contaminación. Nuestro reto es distinguir entre los casos de verdadera contaminación y aquellos que intentan usarla deshonestamente para evitar sanciones. Es un equilibrio delicado", ha explicado el presidente de la AMA, Witold Banka, a la conclusión del Comité Ejecutivo. "Si el sistema es demasiado estricto y rígido, habrá atletas inocentes que sufrirán injusticias. Y si el sistema es demasiado indulgente, los tramposos prosperarán. Este es uno de los principales retos a los que se enfrenta actualmente la comunidad del deporte limpio".