Ayla Camila, la campeona de los récords no homologados que se podría perder España
Vive desde hace siete años en Salamanca, con su padre adoptivo, en una historia de superación deportiva frenada por la burocracia.
![Ayla Camila (17), en una competición. /RELEVO](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202212/20/media/cortadas/Ayla_Camila_Halterofilia-RgdT5QaJwYNO0Wz97UxKvEL-1200x648@Relevo.jpeg)
Los récords (no homologados) eran hasta hace poco un juego de niñas, pero la joven promesa de la halterofilia española está a punto de tirar la toalla. Nada pesa más para Ayla Camila que la burocracia. Tiene 17 años, llegó hace siete a Salamanca para vivir con su madre, brasileña, y su padre adoptivo, charro. La felicidad sería completa de tener un pasaporte español, como el resto de sus compañeras.
Su caso no es sencillo porque no encuentran a su padre biológico, lo que facilitaría los trámites. Constantino Iglesias, presidente de la Real Federación Española de Halterofilia y entrenador de Ayla Camila, lo reconoce a Relevo: "Me siento un poco frustrado porque la chica lleva ya años en España y todavía no tiene regularizada su situación".
El ente federativo hace todo lo posible para ayudar a la joven promesa, pero no está en su mano el tema de los papeles. La haltera compite fuera de concurso en los Campeonatos, sin derecho a las medallas y récords que se gana con el sudor de su frente en las competiciones.
"Es una chica muy disciplinada y con un potencial tremendo, pero se le está pasando la edad", explica Iglesias. "Hemos creado el Centro de Alto Rendimiento en León con el Consejo Superior de Deportes y ella hubiera entrado con el núcleo de gente joven, pero por su situación no puede ser campeona de España ni tener acceso a las becas. Me da mucha pena que no esté allí, pero no podemos hacer otra cosa".
Juan Pablo Barroso, padre adoptivo de Ayla Camila y que le dará sus apellidos este año, trata por todos los medios de buscar una regularización que no termina de llegar. "Hemos pedido a principios del 2022 la nacionalización por carta de naturaleza. Desde ese momento hay que esperar un año (está a punto de cumplirse) y, si no te contestan, se considera silencio administrativo, como si la hubiesen rechazado".
"Es una campeona sin nacionalidad"
Padre de Ayla CamilaLa hoja de servicios de Ayla Camila es impresionante y su talento se hizo hueco en cuanto decidió darle una oportunidad al deporte. "Ella estuvo dudando si practicar halterofilia o no y, por fin, con 15 años empezó a tomárselo más en serio y a entrenar tres o cuatro días por semana", introduce Barroso. De tener la nacionalidad española, acumularía en sus vitrinas una decena de medallas nacionales en categorías sub 15, sub 17 y júnior, además de varias plusmarcas en arrancada, dos tiempos y total olímpico.
Pero los años pasan y la chica no ve la luz al final del túnel burocrático en una edad clave para su futuro deportivo. "Hace unos meses estaba ya cansada, lo quería dejar, decía 'estoy compitiendo para nada, no me vale de nada'", recuerda con tristeza su padre adoptivo. "Me duele que al final no vea ni una triste medalla". Él resume su situación mejor que nadie: "Es una campeona sin nacionalidad. Le falta explotar y que se lo crea". Una fe que depende exclusivamente de unos papeles que constaten una realidad: Ayla Camila se siente española y tiene ganas de ser una salmantina universal.