BÉISBOL

Condenado por robarle 17 millones al deportista mejor pagado del mundo: "Se aprovechó de él"

Ippei Mizuhara fue intérprete durante años del japonés Shohei Ohtani, jugador de béisbol que firmó en 2024 un contrato de 700 millones de dólares.

Mizuhara, tras ser condenado esta semana en Los Ángeles./AFP
Mizuhara, tras ser condenado esta semana en Los Ángeles. AFP
Daniel Arribas

Daniel Arribas

En primavera de 2024, hace menos de un año, el escándalo copó las portadas de la prensa norteamericana. El japonés Shohei Ohtani, que acababa de firmar el mejor contrato de la historia del deporte con Los Ángeles Dodgers (700 millones de dólares repartidos en siete temporadas), se veía salpicado en un escándalo de apuestas en el que su intérprete, el también nipón Ippei Mizuhara, parecía el ideólogo.

Ohtani no tardó en despedir a su compañero de fatigas —trabajaban codo con codo desde 2018, cuando el jugador llegó a Estados Unidos procedente de su país natal— y el equipo legal de los Dodgers se encargó de hacer el resto. Meses después del escándalo, y tras el silencio de la estrella, Mizuhara se declaró culpable por un delito de fraude tras haber robado cerca de 17 millones de dólares a su empleador para saldar deudas generadas en apuestas ilegales.

Ahora, casi un año después, la justicia estadounidense ha condenado al intérprete japonés a 57 meses de prisión (es decir, cinco años y nueve meses), si bien cabe la posibilidad de que, además, sea deportado a su país de origen después de cumplir la condena. A sus 40 años, Mizuhara, que tiene como límite el 24 de marzo para entregarse a las autoridades, ha justificado el delito por su adicción al juego.

Mizuhara y Ohtani, en una rueda de prensa previa al escándalo. AP
Mizuhara y Ohtani, en una rueda de prensa previa al escándalo. AP

"No creo que una disculpa pueda enmendar mi error, así que estoy dispuesto a aceptar las consecuencias", ha reconocido el intérprete en una carta dirigida al tribunal norteamericano que le ha juzgado. "Sin embargo, pido un poco de clemencia con la sentencia que me será impuesta. Muchísimas gracias".

"Por último", ha añadido Mizuhara, "quiero dejar claro que admiro sinceramente a Shohei [Ohtani] como jugador de béisbol y como ser humano. En su momento me comprometí a dedicar mi vida para que él pudiera ser la mejor versión de sí mismo en el campo. Por ello, lamento profundamente haber violado su confianza en mí".

El delito de Mizuhara se prolongó durante años, tal y como ha señalado el fiscal federal Joseph T. McNally. "Tenía una posición de confianza única, algo que le otorgaba poder y le trajo fama", advierte en una declaración compartida por su entorno. "Desafortunadamente, explotó esta especie de trabajo soñado para robarle millones de dólares a su amigo y confidente. Una historia de éxito que ha salido realmente mal".

Los fiscales, además, argumentaron hace solo unas semanas en declaraciones a Sportico que Mizuhara ha dañado "enormemente" la reputación de Ohtani, pues se entiende que ha creado una situación en la que cientos de miles de aficionados se han preguntado, al menos en la fase inicial del proceso, si la fulgurante estrella de los Dodgers, MVP de la liga norteamericana en 2024, tenía la costumbre de realizar apuestas deportivas. El jugador, por su parte, ha dejado claro —a través de un nuevo intérprete— que "nunca" ha apostado "al béisbol ni a ningún otro deporte".