ARTES MARCIALES

Cuáles son las diferencias entre el kárate y el taekwondo

Kárate y taekwondo poseen muchos puntos en común, aunque cada arte marcial posee su propia personalidad.

Taekwondo./AP
Taekwondo. AP
Javier Mercadal

Javier Mercadal

Kárate y taekwondo son dos de las artes marciales más populares y practicadas en el mundo. Ambas, además, poseen varios lazos de unión que hacen que puedan ser confundidas para los no iniciados en estos menesteres. Fundamentalmente, las dos proceden de Oriente, aunque en realidad no comparten país de origen. Además, en ninguna de las dos se utilizan armas. No obstante, la principal similitud reside en que tanto kárate como taekwdono son dos disciplinas basadas en golpes ejecutados con las extremidades. A diferencia, por ejemplo, de la tercera gran arte marcial: el judo, donde los agarres poseen un papel prominente. Más allá de los puntos comunes, existen varias diferencias que permiten discernir kárate de taekwondo.

El origen de kárate y taekwondo

El kárate es una arte marcial japonés, mientras que el Taekwondo fue creado en Corea en la década de 1950. Originariamente, el kárate surgió como un agregado de distintas artes marciales que se practicaban en la isla de Okinawa. Su situación geográfica, a medio camino entre China, Taiwán y Honshu, la isla principal de Japón, hace que a lo largo de la historia haya recibido una gran variedad de influencias culturales. Fruto de ese amalgama hereditario, especialmente del kung-fu chino, aunque no solo, se fue desarrollando una forma de combate única, que con el tiempo derivó en lo que hoy conocemos como kárate.

El origen del taekwondo es más fácil de fechar en el tiempo. Al menos, de manera oficial. Concretamente, la historia refleja que el taekwondo fue registrado en 1955 por parte del general general Choi Hong-hi. No obstante, aquí radica el quid de la confusión. Una de las influencias empleadas por el militar para crear el Taekwondo fue el kárate, el cual fue fusionó con el taekkyon coreano para dar a luz a la nueva arte marcial. De ahí que existan tantas similitudes entre una y otra.

Diferencias de estilo entre kárate y Taekwondo

Aunque tengan una raíz relativamente común, lo cierto es que en la práctica kárate y Taekwondo se han distanciado con el tiempo. A pesar de que también se pueden utilizar los puños, el Taekwondo se ha establecido como el arte marcial de las patadas por excelencia. El uso de las extremidades inferiores es tremendamente preponderante en la forma de combate coreana, sobre todo en su versión WTF (la vertiente deportiva del deporte).

De hecho, en la puntuación de un combate de Taekwondo, los golpes propiciados con las piernas poseen un valor mayor que con el puño. Además, si estos se realizan con giros y en la cabeza, todavía ofrecen una mayor recompensa. Evidentemente, esto hace que sean los más buscados durante la pelea.

Por su parte, el kárate posee una variedad mucho más amplia de golpes y movimientos. Si bien comparten los golpes al tronco o las patadas a la cabeza, en el arte marcial japonés también se realizan golpes en el suelo o derribos parecidos a los del judo (ippon). Esto cambia por completo el estilo de pelea y el desarrollo de un combate. Los golpes son más secos, pensados sobre todo en puntuar, mientras que en el taekwondo son más profundos.

Reconocimiento olímpico

Pese a ser un arte marcial relativamente reciente, el Taekwondo es un deporte olímpico, un estatus que no posee el kárate. La primera vez que el Taekwondo formó parte de unos JJ.OO. fue en Seúl 88, en un claro guiño al país originario de la disciplina. Sin embargo, repitió en Barcelona 92 y en Sídney 2000 se estableció dentro del programa oficial.

Por su parte, el kárate, pese a ser en cierto modo uno de los padres del Taekwondo, solo ha estado presente en unos Juegos en Tokio 2020. Fue considerado un deporte de exhibición, y en único de los probados en la capital japonesa que no repetirá en París 2024. Además, resulta complicado que en un futuro próximo vuelva a una cita olímpica, debido a la preferencia del Comité Olímpico Internacional por disciplinas emergentes que puedan atraer al público más joven.