CASO VOLEIBOL

Así se creó un 'equipo fantasma' para ganar las elecciones del voleibol español: "A todos les hicimos licencia. ¿Por dónde? Por donde sea"

La candidatura de Agustín Martín Santos utilizó la interpretación de la normativa electoral para sumar los votos de un equipo inventado encuadrado en una categoría que nunca se jugó.

Agustín Martín Santos, en una presentación de la federación de voleibol./
Agustín Martín Santos, en una presentación de la federación de voleibol.
José M. Amorós
Aroa Cosín Goñi

José M. Amorós y Aroa Cosín Goñi

Las investigaciones publicadas por Relevo sobre la gestión en la actual federación española de voleibol, liderada por Agustín Martín Santos, han sacudido las estructuras del voleibol español. La dudosa compatibilidad del puesto de presidente nacional con un trabajo de administrativo en la federación autonómica de Castilla y León, la territorial a la que ha multiplicado por seis las ayudas en los últimos tres años tras un cambio de criterios, han puesto el foco en las decisiones de la actual Junta Directiva que gobierna este deporte en España. Pero hay más.

Para conocer una de las manchas más oscuras del mandato de Martín Santos, que se alarga desde el año 2000, hay que retrotraerse al último proceso electoral de la Real Federación Española de Voleibol (RFEVB). De manera inesperada, más de 600 nuevas altas se sumaron al censo electoral con derecho a voto, la mayoría provenientes de las federaciones autonómicas de Madrid y Castilla y León, dos de las más cercanas al gobierno de Agustín Martín Santos. Y la inclusión más llamativa: entre estos nuevos censados, un "equipo fantasma" en Valladolid.

Como denunció sin éxito ante el CSD y el TAD la otra candidatura a la presidencia de la federación en esas elecciones [Ahora Voley, liderada por la actual presidenta de la federación catalana, Maribel Zamora, cabeza visible del denominado por Martín Santos "grupo del odio"] aparecieron en el censo un total de 19 personas como jugadoras y entrenadores del Club Deportivo Apostolado, perteneciente presuntamente al Colegio Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús de Valladolid. Según los certificados de la Federación de Voleibol de Castilla y León (FVCyL), donde trabaja Martín Santos, jugaban y entrenaban en este equipo de una 3ª división autonómica... que nunca se disputó.

Jugadores canarios... ¿en Valladolid?

Esto no es todo. Analizando más en profundidad el caso, llama la atención que en el registro del equipo aparecían jugadoras y entrenadores canarios, que vivían en las islas y no tenían relación alguna con la capital pucelana. En la lista, además, se encontraban 'jugadoras' con edades avanzadas. Entre ellas, una mujer de más 50 años con una grave enfermedad, que tiene que trasladarse en silla de ruedas. Se trata de una exdirigente de un club canario — que ahora preside su marido — cercano a la gestión de Martín Santos en la actual RFEVB. "Había tenido licencia el año anterior, tengo la documentación", se defiende el presidente.

Por si fuera poco, el registro de las supuestas licencias como jugadoras y técnicos se realizó un mes después de la entrada de sus nombres en el censo electoral y fueron incluidos como "equipo" en el mes de julio en una temporada 2019-20 que se dio por finalizada en marzo, por culpa de la pandemia.

"Dentro de la ley todo el mundo busca las formas de tener más apoyos", contesta Agustín Martín Santos a Relevo sobre un asunto del que no tiene problema en explicar sus entresijos: "Las normas permitían que pudiesen votar deportistas que tuvieran licencia vigente y que hubieran tenido licencia en la temporada anterior en competición estatal. Lo que hicimos todos, incluida [la candidatura de] la señora Maribel Zamora, fue decir: a ver, ¿a quién conocéis que haya jugado el año pasado y que este año no tenga licencia? A todos les hicimos licencia. ¿Por dónde? Por donde sea".

La historia de este supuesto equipo ya fue sospechosa desde la inclusión de los nombres que lo conformaban en el censo electoral, pero tomó gravedad cuando el propio coordinador del club vallisoletano denunció ante la federación española que "el Club Deportivo Apostolado no ha inscrito ni tiene entre sus componentes ningún equipo de categoría senior en la disciplina de voleibol federado". Significaba que el propio coordinador del colegio desmentía la existencia de este equipo, a pesar de que había recibido un certificado de validez otorgado por la federación autonómica de Castilla y León. En su defensa, Martín Santos afirma que el coordinador mentía, entendíendose que sí fue él quien gestionó el asunto, y por eso fue destituido de su cargo por la dirección del colegio.

En la explicación que dio el portavoz del club, se detalla algo intrigante sobre cómo y quién pudo rellenar la documentación pertinente: "Reiteramos que todo estos documentos no han sido tramitados ni supeditados por nuestro club y no teníamos conocimiento de ellos [...] y en las fechas de tramitación que marcan los documentos, nuestro club, como la mayoría, estábamos en ERTE y no había nadie que hubiese podido realizar dichas tareas sin mi consentimiento ni el del centro".

Todo empeoró tras la denuncia del equipo ante la federación con fecha el 14 de octubre de 2020. Sin acción por parte de la federación española ni de la junta electoral a tiempo, seis jugadoras y un entrenador del supuesto equipo del CD Apostolado ejercieron su voto por correo una semana después. Una acción que fue denunciada de nuevo, y ahora ante el Tribunal Administrativo del Deporte, por parte del colegio.

"Puede ser más bonito o más feo, pero no es ilegal"

Agustín Martín Santos Presidente de la RFEVB

"Puede ser más bonito o más feo, pero no es ilegal", señala Martín Santos a Relevo, que afirma que puede enseñar "la documentación" de que la categoría existió, aunque admite que no se llegó a jugar. "Porque los deportistas tienen derecho a querer solo entrenar". Este caso terminó denunciado ante la junta electoral y el TAD, que no vieron en ese momento problema alguno en esta gestión, pero el propio presidente actual de la federación española acepta que pudo ser algo erróneo: "No compensó, sinceramente. Fueron 4 o 5 votos que no valían para nada. Hoy no lo hubiéramos hecho".

Este caso no solo señala a la federación española de voleibol y a un proceso electoral sobre el que un juez dijo "que no destacó por su transparencia". También lo hace a los órganos de control superiores, como el Consejo Superior de Deportes, encargado de ratificar los reglamentos electorales, y al propio Congreso de los Diputados, encargado de regular, a través de la Ley del Deporte, estos procesos.

A las autoridades les compete aseverar si es lícito que se puedan crear equipos 'fantasma' para facilitar licencias a jugadores y entrenadores en busca de ganar apoyos en las elecciones federativas, falseando el resultado final al valer su voto lo mismo que el de los jugadores y entrenadores que sí cumplen los criterios. ¿Se puede montar un equipo ficticio para ganar elecciones en el deporte? En el voleibol, ese mundo paralelo existió y su capital estaba en Pucela.