DOPAJE

Expediente WADA: La agencia mundial antidopaje mintió y aceptó que España guardara positivos por dopaje en un cajón

Relevo ha accedido a información confidencial que acredita que la agencia mundial se saltó su propio Código con España.

El presidente de la Agencia Mundial Antidopaje, Witold Banka. /Reuters
El presidente de la Agencia Mundial Antidopaje, Witold Banka. Reuters
Natalia Torrente

Natalia Torrente

Han pasado nueves meses desde que Relevo desvelara las graves irregularidades de la Agencia Española Antidopaje (CELAD, Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte) que desencadenaron en un durísimo comunicado de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) en el que señalaba al sistema antidopaje español y su forma de aplicar el Código Mundial Antidopaje.

En el escrito, su presidente Witold Bańka aseguraba que "el hecho de que haya casos positivos que no se hayan tratado a tiempo, a pesar del seguimiento regular por parte de la AMA, es inaceptable". El reconocimiento de los problemas de España en su lucha antidopaje por parte del organismo internacional tuvo como consecuencia la destitución del director de la CELAD por entonces, José Luis Terreros y posteriormente, del jefe del Departamento de Control de Dopaje, Jesús Muñoz-Guerra, así como el secretario general de la agencia, Ramón Sánchez Gálvez.

Sin embargo, tras meses de investigación, Relevo ha tenido acceso a documentación confidencial que acredita que aquellas manifestaciones de WADA no se ajustaban a la verdad. El organismo mundial fue conocedor, al menos desde 2020, de algunos positivos sin sanción desvelados por este medio y tuvo información suficiente por parte de José Luis Terreros, que entonces presidía la CELAD, de las razones por las que no se tramitaron aquellos casos. A pesar de ello fue en enero, casi cuatro años después y tras la investigación publicada que recogía positivos sin sanción, cuando movió ficha sin asumir su responsabilidad. 

En aquel comunicado afeó, además, a la agencia española que no hubiera tramitado varios casos positivos de Pasaporte Biológico (APB) y avisó de la rapidez y eficacia con la que se debían resolver aquellas anomalías bajo la advertencia de las "consecuencias importantes" que aquello tendría para el deporte español. Nueve meses después, no hay noticia alguna de la tramitación de los Pasaportes Biológicos y mucho menos con la rapidez que entonces exigían. Vamos por partes.

WADA permitió que España dejara varios positivos sin sancionar

"WADA rechaza firmemente la insinuación de que alguna vez haría la vista gorda ante casos válidos", decía en su comunicado. Aunque el máximo organismo mundial lo afirmó con contundencia, de la misma forma que aseguró que garantizaría "que la CELAD cumpla los estándares más altos de conformidad con el Código Mundial Antidopaje", lo cierto es que en 2020 ya había detectado algunos de los positivos sin sanción, preguntó por ellos, dio un plazo a la CELAD para resolverlos, y aceptó las razones que aportó la agencia española antidopaje para invalidar casos de deportistas que habían dado positivo en un control, como el de Patrick Chinedu, a pesar de ir en contra del Código Mundial Antidopaje.

¿Cómo funciona el sistema mundial antidopaje?  Relevo
¿Cómo funciona el sistema mundial antidopaje? Relevo

Entre las explicaciones recogidas en los informes a los que ha tenido acceso este medio había de todo y las causas aportadas para invalidar positivos no eran, bajo el Código Mundial Antidopaje de WADA, motivo suficiente para dejar sin sanción positivos en dopaje. Si no, cualquier fallo administrativo invalidaría casos que persigue precisamente la lucha antidopaje a la que se derivan cantidad de fondos públicos, algo que recoge expresamente el Código para evitar situaciones fraudulentas.

Los informes acumulan casos que no se habían tramitado porque no había dos agentes en el momento de la realización del control (tal y como demandaba el Real Decreto vigente por entonces en España, a pesar de que el Código Mundial recogía que sólo era necesario uno de ellos). O al menos era lo que aseguraba la CELAD, pues Relevo ha podido comprobar lo que WADA pudo revisar en su momento. A pesar de que era el argumento más recurrente, en algunos de ellos sí hubo presencia del doble agente.

Llama la atención otro positivo, que quedó sin sanción porque el expediente caducó, a pesar de que la CELAD no argumentó las razones que le llevaron a superar el plazo permitido. Razón suficiente para archivar un positivo sin sanción. En otro de los casos que recogen los informes, WADA preguntó por el motivo que había impedido la tramitación del expediente. La razón de José Luis Terreros fue que "alguien se había olvidado de firmar".

Suena poco convincente que el máximo organismo mundial encargado de la coordinación y supervisión de la aplicación de las políticas antidopaje fuera incapaz de acceder a su propio sistema y detectar anomalías tan severas. Pero lo más grave de todo es que, una vez localizadas algunas de ellas, apruebe como explicación para no sancionar casos positivos de dopaje anomalías administrativas cometidas por la agencia nacional, en este caso, la CELAD.

No se trata de una interpretación, sino de que WADA aceptó que no se aplicara su propio Código Mundial, cuya redacción es contundente sobre las desviaciones del reglamento antidopaje. En su artículo 3, indica que "el incumplimiento de una norma establecida en el reglamento de una organización antidopaje, ya sea nacional o internacional, no invalidará los resultados analíticos adversos, salvo que el deportista demuestre que el incumplimiento es la causa del positivo". Básicamente es una cláusula antifraude para que las organizaciones antidopaje de todo el mundo no puedan utilizar sus propios incumplimientos para tapar los positivos u otras infracciones antidopaje de sus deportistas, que es exactamente lo que ocurrió en España. Los argumentos sobre las anomalías de la propia CELAD sirvieron a WADA para no aplicar las sanciones correspondientes.

Además de dar las explicaciones pertinentes, caso por caso, José Luis Terreros ofreció a WADA la posibilidad de enviar más información o un "Plan Correctivo" claro en caso de que la información aportada no fuera suficiente. Debió de serlo porque la agencia española antidopaje jamás recibió exigencia alguna más por parte de WADA sobre esos casos, hasta que el pasado mes de enero Relevo desvelara algunas de las irregularidades acumuladas en la CELAD durante los últimos años y los positivos sin sancionar. Entonces WADA, que las conocía y las había aceptado, se limitó únicamente a señalar a nuestro país a pesar de que aceptó las explicaciones enviadas en 2021, que sirvieron como excusa para no sancionar a los deportistas que habían dado positivo en controles de dopaje.

Más allá de eso, la Agencia Mundial Antidopaje tampoco exigió acabar con aquellos criterios poco ortodoxos que tenían -y persisten aún a día de hoy- en la agencia y que mantienen al organismo español en un bucle imposible a la hora de sancionar a los deportistas cuando dan positivo, a pesar de la gran inversión de fondos públicos que se hace para perseguir lo que precisamente después evitan.

Máxima opacidad respecto a los casos de Pasaporte Biológico

Otro de los escándalos que España aún mantiene sin gestionar, nueve meses después, es el de los positivos por Pasaporte Biológico (ABP), que tampoco se tramitan. Como medida correctiva, WADA anunció en el mismo comunicado que le había "retirado a España la tramitación de tres casos para entregárselos a las Federaciones Internacionales".

Aunque la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el caso 'Ibai Salas' ha sido la excusa recurrente para no abordarlos, lo cierto es que el Código Mundial se debe aplicar independientemente de la modificación a nivel legal que debe hacer nuestro país para adaptar el reglamento a la política antidopaje internacional, algo que por cierto, ya se tendría que haber afrontado.

Las competencias de WADA no pasan por valorar si hay jurisprudencia previa en nuestro país que podría anular las sanciones por Pasaporte Biológico, sino que debe supervisar si se sanciona siempre y cuando los deportistas tengan un positivo en su pasaporte confirmado por el laboratorio y el panel de expertos correspondiente, tal y como indica su propio Código. Es importante señalar que, aunque la normativa española contempla un año entero para resolver un positivo en dopaje, la recomendación de WADA es de seis meses. Si en aquel comunicado aseguró que le había retirado a la CELAD tres casos para que los tramitaran las Federaciones Internacionales, ¿por qué casi un año después siguen sin resolverlos?

Relevo ha accedido a nueva documentación que acredita que todavía hay, al menos, seis expedientes sin sancionar. El pasado mes de enero se comunicó, aunque aún no aparece en la web de Sanciona2 como deberían según el reglamento, que la agencia había sancionado a dos deportistas por Pasaporte Biológico. Fue el diario Marca quien reveló que correspondían a Merzougui y Ben Daoud como una acción inmediata y ejemplarizante de WADA después de que estuvieran durante cuatro años en stand by y que este medio destapara las vergüenzas del antidopaje español.

«Si no se abordan de forma rápida y eficaz, está claro que habrá consecuencias importantes para el deporte español»

El comunicado de WADA de aquel 5 de enero apremiaba, además, a resolver los casos de forma rápida y eficaz. En la misma línea, el escrito difundido recogía también declaraciones del propio presidente de WADA, Witold Bańka, en las que aseguraba que "el hecho de que haya casos positivos que no se hayan tratado a tiempo, a pesar del seguimiento regular por parte de la WADA, es inaceptable".

Pero nueve meses después, y después de la insistencia de Relevo, la única respuesta que ha habido por parte de WADA y de la propia CELAD es que durante todo este tiempo han estado trabajando para garantizar que los deportistas que representaron a España en la cita olímpica de París acudieran sin ninguna irregularidad pendiente asociada a sus expedientes. Los siguientes temas que Relevo publicará en los próximos días correspondientes a la actual investigación desvelará que esto tampoco es cierto.

Con el fin de colaborar con la investigación que comenzó WADA, Relevo compartió el pasado mes de enero con el máximo organismo mundial toda su documentación que avalaba multitud de casos sin sancionar. A pesar de que en noviembre de 2023 abrieron el correspondiente expediente sancionador al reconocer la gravedad del caso de Patrick Chinedu, que siguió compitiendo a pesar de que en 2019 dio positivo por anabolizantes, a día de hoy no se sabe nada de la resolución de su caso. Sobre los casos de Pasaporte Biológico (APB), la última respuesta que ha tenido este medio por parte de WADA es que "han recurrido dos de los casos ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS)", correspondientes a los de Merzougui y Ben Daoud, y que aquellos que se remitieron a las federaciones internacionales pertinentes "están pendientes".

Los casos de Pasaporte Biológico y otros positivos sin sanción han pasado de estar en el cajón de la CELAD a estar en el de WADA, a pesar de que el máximo organismo mundial, con una contundencia poco habitual, exigió "urgencia" y el "cumplimiento del Código Mundial Antidopaje". Pero lo sorprendente es que nueve meses después, no hay rastro de la urgencia ni del cumplimiento del Código Mundial Antidopaje por el que debería velar un organismo que recibe más 40 millones de dólares de financiación. Algo que, como decía su propio presidente, es "inaceptable".