El deporte que necesita escapar de sus estigmas para explotar: "Estoy enganchadísimo, me recuerda al pádel"
El footgolf, mezcla de fútbol y golf, sigue creciendo lentamente en España. Exfutbolistas como Fabián Ayala o Sinama-Pongolle han caído en la tentación.
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Con Jon Rahm convertido en una estrella internacional -hace poco firmó uno de los contratos más lucrativos de la historia del deporte-, más de 500 campos repartidos por todo el país y cerca de 300.000 personas federadas -sólo por detrás de fútbol y baloncesto- y un Open de España cada vez más potente, el golf vive actualmente su mejor momento en nuestro país. Y ese buen presente es lo que quiere aprovechar un nuevo deporte para hacer boom. Porque cuantos más campos de golf, cuanto más se expanda, más fácil será el camino del footgolf, el deporte que tiene que escapar de sus estigmas para poder explotar algún día.
Seguramente este último término, footgolf, te haya soñado extraño, aunque si lo lees de nuevo y ves la foto principal de este reportaje, lo vas a comprender rápido: es una mezcla de fútbol y de golf. Se juega con una pelota y botas de fútbol, pero con las reglas y en los campos de golf. Es decir, consiste en que los jugadores completen 18 hoyos dando patadas al balón en el menor número de golpes posible. En España se lleva practicando menos de una década -el primer campeonato nacional fue en 2017- y su crecimiento está siendo progresivo pero lento.
"Estamos intentando profesionalizarlo todo lo que se pueda", dice Carlos Calvo, jugador y máxima autoridad del footgolf en España. De momento, es una asociación porque al no estar considerado como deporte no puede tener una federación. El objetivo a corto plazo es entrar bajo el paraguas de la federación de golf, un paso similar a lo que ha hecho el pickleball con la federación de tenis a finales de 2023. "Creo que es algo vital, sobre todo por el tema de seriedad, que nos vean de otra manera, que la gente nos vea como deportistas", añade Carlos Calvo, que en su ápoca de futbolista ascendió tres veces a Primera y que militó en equipos como Getafe, Granada, Almería, Hércules o Huesca.
“Estamos de prestado”
Ese que la gente nos vea como deportistas es uno de los estigmas que tienen los jugadores de footgolf. Otro es el recelo que despiertan entre ciertos sectores del golf: muchos campos no les permiten jugar en sus instalaciones. De los cerca de 500 campos que hay en España, apenas 40 son públicos. "Hay muchos campos que son de socios y que no quieren que se juegue al footgolf porque se creen que destrozamos las instalaciones. Al final los socios pagan mucho dinero y si ellos no quieren, el campo no se va a buscar un problema con el que le deja dinero. Porque al final lo del footgolf es una apuesta, pero nosotros tenemos claro que con educación y con respeto se consiguen más cosas", añade Carlos Calvo.
La actual campeona de España, Rebeca Domingo, comparte esa visión. "Hay campos en los que somos muy bien recibidos. Es cierto que los golfistas son más elitistas y en ese sentido a muchos no les gusta el tema del footgolf. Pero hace poco jugamos un torneo en el que participan golfistas y footgolfistas y muchos abrieron los ojos. Se creían que íbamos a dar patadas un tablón, a pisar el green, el bunker, a estropearlo todo... Y es todo lo contrario". De hecho, el hoyo del footgolf no se pone en el green justamente para cuidarlo, y lo normal es que esté en el antegreen y con una tapa para cuando se juegue al golf.

Ese poco acceso a los campos de golf condiciona enormemente a los deportistas, porque muchas veces no pueden ni entrenar. Es el caso, por ejemplo, del exfutbolista Sandro Rodríguez, que vive en las Islas Canarias y lleva sin poder jugar desde octubre. "Al final es temporada alta de turismo y no hay un campo libre. Nuestra época aquí va desde mediados de marzo hasta septiembre. Ahí sí competimos prácticamente cada fin de semana", cuenta el ex del Tenerife y campeón de España de footgolf. "Nuestro deporte tiene ese hándicap, que al final estamos de prestados en un campo de golf. Jugamos cuando los jugadores de golf nos dejan. Todavía se hace raro ver un balón de fútbol en un campo de golf, pero es verdad que cada vez tenemos más aceptación".
Los premios del footgolf
A esa aceptación ayuda también el nombre de algunos exfutbolistas que se pasan al footgolf. Fabián Ayala y Florent Sinama-Pongolle han competido a nivel internacional y otros como Gareth Bale, Luis Figo o Harry Kane se han dejado ver alguna vez practicando footgolf.
"Normalmente, a los que hemos jugado al fútbol nos gusta mucho competir y esto te da la posibilidad de competir sin necesidad de tener una forma física tremenda como la que necesitas en la élite del fútbol", señala Rebeca Domingo. "Yo pensaba que a mí no me iba a gustar y ahora estoy enganchadísima. Yo le doy un potencial tremendo. No sé lo que tardará, pero si hacemos las cosas bien esto va a explotar. A mí me recuerda al pádel en ese sentido porque lo tiene todo para triunfar: a muchísima gente le gusta el fútbol y el golf, la naturaleza, estar al aire libre...".
De momento, el footgolf está en la rampa de despegue. En marzo comenzará una nueva edición del campeonato de España, que consistirá el nueve fines de semana de competición. Será una nueva ocasión para dar a conocer un deporte que ya está en la mira de Oriente Medio. "Hace un mes y algo estuvimos compitiendo en Dubái en un torneo bastante importante y con premios importantes. El ganador se llevó 10.000 euros. Y eso es lo que queremos, que el deporte siga creciendo. Todavía falta muchísimo, pero estamos en el camino".