La gestión de las Autorizaciones de Uso Terapéutico, clave en la salida del jefe del control del dopaje español

Silvia Calzón lo tiene claro. Jesús Muñoz-Guerra, jefe del Departamento de Control de Dopaje (DCD) tiene que salir de la agencia española antidopaje, conocida como CELAD (Comisión Española de la Lucha Antidopaje en el Deporte), cuanto antes. Y por eso ya busca a quien lo sustituya. Una de las cuestiones que más preocupan a la directora es la gestión que se ha hecho en los últimos años de las Autorizaciones de Uso Terapéutico (AUT), es decir, de los permisos que la agencia suministraba a los deportistas que así lo requerían para tratar enfermedades por prescripción médica.

Calzón ha tomado conciencia de que los permisos médicos que debía conceder el Comité de Autorizaciones de Uso Terapéutico (CAUT) de forma independiente a la CELAD se había convertido en la moneda de cambio para tramitar de forma arbitraria los casos positivos del dopaje en nuestro país. Tanto es así que en la oferta de empleo público anunciada en el día de hoy para ocupar la plaza de jefe del Departamento de Control del Dopaje (DCD) que hasta ahora regentaba Muñoz-Guerra, la CELAD apunta en un sentido. Entre las funciones a desempeñar de quien consiga ser el nuevo jefe del dopaje en España, estará "la custodia y registro de las Autorizaciones de Uso Terapéutico que se soliciten según la normativa vigente, así como de las copias de las Autorizaciones Terapéuticas que se expidan y de las documentaciones complementarias correspondientes".

Pero, ¿qué significa este detalle? Tanto la Agencia Mundial Antidopaje como la nueva directora de la CELAD conocieron por la publicación de Relevo el 'Expediente Majida', aún por resolver. Aunque la atleta aseguró en el Maratón de Valencia que mostraría públicamente la AUT concedida que cubriría su positivo en 2021, lo cierto es que ese papel aún no ha visto la luz. Tampoco por parte de la agencia, que aunque aseguró a este medio que esa AUT había sido expedida por Juan José Muñoz-Benito, presidente del CAUT, el único certificado existente hasta el día de hoy es el que no cubriría, a pesar de haberse expedido de forma más que cuestionable y a posteriori del control -algo reservado para situaciones excepcionales en caso de emergencia-, el positivo de la maratoniana.

Sin embargo, el caso de Maayouf no fue aislado. Según pudo confirmar Relevo, numerosas autorizaciones se concedieron o desestimaban sin pasar siquiera por la mencionado Comité. De forma arbitraria, Jesús Muñoz-Guerra, responsable del Departamento de Control de Dopaje, decidía si las solicitudes se aceptaban y, por tanto, se otorgaba el permiso, o de lo contrario, si se desestimaba la solicitud.

Tanto es así que los trabajadores del Departamento de Control de Dopaje usaban una plantilla -que formaba parte de los Protocolos Normalizados de Trabajo que la agencia prepara como reglamento en los modos de actuación- que incluía el sello de la agencia española antidopaje y la firma escaneada del mencionado presidente del CAUT, Juan José Muñoz Benito. Para tramitar los permisos rellenaban, bajo indicación de Muñoz-Guerra, el documento que posteriormente se enviaba desde el buzón del Comité de Autorizaciones de Uso Terapéutico al deportista, que también gestionaba el Departamento de Control de Dopaje.

Como las enfermedades que cada deportista padece las conoce previamente a las competiciones, la solicitud de una Autorización de Uso Terapéutico ha de hacerse con tiempo suficiente para obtener el permiso correspondiente. Así, si en un control de dopaje obtiene un resultado positivo en esa sustancia prohibida, puede tener el permiso necesario para justificarlo.

Sin embargo, tanto el Código Mundial Antidopaje como la ley española permiten la solicitud a posteriori, es decir, con carácter retroactivo, sólo en dos casos: ante una situación de emergencia o enfermedad grave, si se presenta la información médica en los diez días siguientes al tratamiento; o cuando por causas excepcionales, no hubiera habido ni tiempo ni oportunidades suficientes para solicitarla previamente al control positivo, lo que debe acreditar el deportista. De esta manera, si el deportista en cuestión presenta una solicitud con carácter retroactivo tras pasar un control de dopaje, lo hará siempre sin conocer el resultado, que suele tardar en conocerse unas tres semanas, y siempre al acreditar que no tuvo ni tiempo ni oportunidad para solicitarla antes. No fue el caso de Majida Maayouf. Tampoco el de numerosos deportistas que fueron exonerados por esta vía a decisión de Jesús Muñoz-Guerra.

En numerosas ocasiones, según la documentación a la que tuvo acceso Relevo, la agencia española antidopaje concedió, para camuflar resultados positivos tras un control de dopaje, Autorizaciones de Uso Terapéutico con carácter retroactivo fuera del reglamento. Resulta reseñable que, en algunos de esos casos, los controles de dopaje programados por la agencia fueron realizados con un sólo agente de control, algo irregular por ley hasta noviembre de 2023 y que, por tanto, si el deportista hubiese sido sancionado y hubiese recurrido, el resultado hubiera quedado anulado.

La agencia española antidopaje llegó a aprobar solicitudes de AUT meses después de obtener un resultado positivo en un control, a pesar de que el Departamento de Control del Dopaje, con Muñoz-Guerra al frente, notificó al director de la agencia -por entonces José Luis Terreros-, que los deportistas en cuestión no tenían permiso previo para usar esa "sustancia prohibida" en su organismo tras revisar que el control, en esta ocasión sí, había sido realizado con los dos agentes correspondientes.

Como en el caso de Majida Maayouf, llama la atención el caso de un nadador internacional a quien se le concedió la AUT retroactiva fuera de plazo por un tratamiento prescrito un año antes de realizar el control de dopaje, en el que dio positivo por la misma sustancia que la atleta española: terbutalina. Si era conocedor de la enfermedad un año antes y tenía acreditado con informes médicos el consumo de la sustancia prohibida, ¿por qué no lo solicitó en tiempo y forma? Y lo que es más grave, ¿por qué la agencia lo aceptó y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) no detectó la irregularidad a través de Adams -la plataforma que permite la supervisión por parte del organismo mundial y favorece la coordinación internacional-? En este caso sí fue el presidente del Comité de Autorizaciones de Uso Terapéutico, Juan José Muñoz Benito -con quien Relevo contactó en varias ocasiones y declinó la posibilidad de explicar-, quien introdujo con su usuario en Adams el registro de la AUT fuera de reglamento.

La praxis estaba clara. Se concedieron permisos para el uso de sustancias prohibidas fuera del reglamento y, además, se hizo de forma arbitraria. Muchos de ellos se tramitaron directamente, sin pasar por el Comité de Autorizaciones de Uso Terapéutico, desde el Departamento de Control de Dopaje bajo mandato de su responsable, Jesús Muñoz-Guerra, quien en alguna ocasión llegó a asegurar por escrito que el administrativo que tramitaba los casos "le dijera al deportista, desde el buzón del CAUT, que tiene que pedir una AUT retroactiva lo antes posible para que el adverso quede cubierto".

Sin duda, tal y como refleja la oferta que buscará al nuevo candidato para ocupar la jefatura del Departamento de Control de Dopaje, la gestión de Muñoz-Guerra no se puede volver a repetir para la nueva directora. A Terreros, destituido por José Manuel Rodríguez Uribes el pasado 26 de enero, se une ahora Jesús Muñoz-Guerra y Ramón Sánchez Gálvez, que ya anunció a varios empleados de la CELAD que dejaría la secretaría de la agencia en el mes de marzo.

Calzón tendrá también que valorar qué hacer en el caso de aquellos deportistas, aún sin sancionar, debido a la gestión del hasta ahora jefe del control de dopaje en España. En la mañana de este martes la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) dará a conocer la lista de los deportistas que representarán a España en los próximos JJ.OO. Por su marca -el actual récord de España logrado el pasado diciembre en Valencia-, Majida Maayouf estará entre ellos por tener el mejor registro español, salvo que la CELAD haya abierto en las últimas semanas su correspondiente expediente sancionador.