Un año de la invasión a Ucrania: el antes y el después de los estadios destruidos por la guerra, en fotos
Recorremos los templos del deporte devastados por los ataques rusos. Entre los escombros, niños y atletas vuelven a jugar para dejar atrás la ruina.

24 de febrero de 2022. Putin anuncia una "operación militar especial" contra Ucrania, un eufemismo para una invasión que hoy se sigue llevando todo por delante, incluido el deporte. Un aniversario para no celebrar.
Donde al principio solo quedaba el rastro del calzado de los atletas, ahora queda la huella imborrable de las bombas y misiles. La guerra ha tenido consecuencias en las infraestructuras deportivas y hemos recopilado ejemplos del antes y el después de estos lugares.
Chernigov e Irpin: la guerra acabó con el campo, pero no con el fútbol
El 12 de julio de 2020, el Desna estaba jugando en casa contra el Shakhtar Donetsk en el estadio olímpico de Chernigov. Los únicos disparos eran los del balón y el único objetivo, ganar al rival. Un año y medio después, la meta es bien distinta: recuperarse de la destrucción de su campo. Ese Shakhtar contra el que jugó ahora mandaba ánimos al club rival en redes tras ver el lugar lleno de escombros.
ESTADIO OLÍMPICO DE CHERNIGOV
La infraestructura se destruyó, pero el fútbol ha sobrevivido, y los síntomas de recuperación llegan de nuevo a través del balón: los jóvenes vuelven al campo para que, de nuevo, el único objetivo sea solo en torno a la pelota. "De nuevo, los invasores de Moscú dispararon contra el edificio militar más peligroso de la ciudad: el estadio del equipo", comentó el propio equipo ante el desastre.
ESTADIO CHEMPION DE IRPIN
En el estadio Chempion de Irpin, los agujeros de metralla en el campo aniquilado han quedado al margen gracias a los niños que vuelven a chutar. Una vuelta al terreno de juego muy simbólica por un motivo: las tropas rusas mataron a tiros a dos de sus padres, según el New York Times. La plataforma United24 y Andriy Shevchenko, exentrenador de la selección de fútbol de Ucrania, recaudan ahora fondos para el estadio. Su antiguo club, el Milan, ya ha aportado 150.000 euros de los 600.000 que necesitan.
Kharkiv: donde la invasión se cebó con las infraestructuras
En el estadio Dynamo de Kharkiv, además de fútbol, se disputaban enfrentamientos nacionales de rugby contra otros países, pero no en el sentido bélico que estas palabras adquieren en la actualidad. El último evento internacional en el estadio fue un Ucrania - Lituania en octubre de 2019. Tras ese momento, primero fue el COVID y, de forma posterior, la guerra.
ESTADIO DYNAMO EN KHARKIV
"Después del primer shock entendimos que lo más importante es mantenerse unidos y estar en contacto entre nosotros y con el mundo entero", afirman desde la Unión Ucraniana de Rugby (Ukrainian Rugby), quienes crearon un canal de Telegram "para estar informados de todos sus miembros de los clubes, donde están o cómo se encuentran". Este lugar reabre una cicatriz que ya se abrió en en la Segunda Guerra Mundial, pero el rugby es ahora su tirita.
ESTADIO SONYASHNYI EN KHARKIV
Uno de los iconos de las jugadoras de fútbol ucranianas también ha sido afectado. También en Kharkiv se encuentra el Sonyashnyi Stadion, lugar de entrenamiento de los equipos nacionales masculino y femenino. "¡Nuestro último viaje al Estadio Rayo de Sol (traducción de Sonyashnyi) por un tiempo!", tuiteaba la cuenta experta en fútbol Zorya Londonsk antes de la guerra sin saber que esas palabras tendrían un tono pesimista después.
Mykolaiv, Bakhmut o Druzkivka: las explosiones no distinguen entre deportes
"Un lugar con su propia historia, con un espíritu deportivo volando en el aire", escribía una de las reseñas hace cuatro años sobre el estadio de Mykolaiv, y aconsejaba el lugar para "patinar" o "correr". Mykolaiv era fútbol, pero también atletismo, tenis, baloncesto o alquiler de bicicletas, entre otras actividades recogidas por estos comentarios. El penúltimo cambio de estas infraestructuras deportivas fue una reforma total; el último, un gran hoyo en pleno campo. No solo deja así un gran hueco en el estadio, sino también en las vidas de sus ciudadanos.
ESTADIO TSENTRALNYI DE MYKOLAIV
El vínculo con los Juegos Olímpicos en algunos de estos lugares recuerda que los ataques no son solo a los campos, sino a símbolos del deporte. Y otro punto de unión deportiva al más alto nivel era también el estadio de Bakhmut. De acuerdo al corresponsal del Financial Times Christopher Miller, era el lugar de encuentro y entrenamiento de los atletas olímpicos ucranianos. "Era muy importante para la comunidad", comentó en Twitter. Otro caso de una reforma reciente en las instalaciones con fatal desenlace.
ESTADIO METALURH DE BAKHMUT
Una de las gotas que colmó el vaso de los ucranianos fue, de nuevo, un ataque con misiles. En concreto, el que fue directamente al Altair Ice Arena en Druzhkivka (en el óblast de Donetsk), el quinto estadio de hielo destruido de acuerdo a su federación en su canal de Telegram, según Reuters. En función a esta información, los otros fueron los de Druzhba en Donetsk, Mariuplo, Metilopol y Severodonetsk.
Ice Hall in Severodonetsk was fully destroyed by terorussian occupiers…
— Vladyslav Heraskevych OLY (@heraskevych) June 10, 2022
Ice, figure skating, hockey, volleyball, sports school, concerts, graduation - almost 50 years of history of sports and cultural development of Severodonetsk have turned to ashes…
we will never forgive… pic.twitter.com/SCI5rEEcKi
El ministro ucraniano de asuntos exteriores Dmytro Kuleva, de frente contra la entrada de los rusos a las competiciones internacionales, lanzó el guante a los cargos oficiales del deporte para que vinieran el arena fulminado por el país vecino. Y no sería el último tuit desde una institución ucraniana con la misma postura que este miembro del Gobierno.
I invite all sports officials who want to allow Russian athletes to compete in international events because, as they say, “politics should be kept out of sports”, to visit the Altair ice arena in Druzhkivka ruined by Russia’s “politically neutral” shelling. pic.twitter.com/gOTN1JlcML
— Dmytro Kuleba (@DmytroKuleba) January 3, 2023
El movimiento #boycottrussiansport
"Cada pieza de la equipación deportiva en las manos de un atleta del equipo olímpico ruso… se convierte en armamento militar del ejército ruso, el cual mata a nuestros ciudadanos". Este tuit no pertenece a un usuario cualquiera, sino al Ministerio de Defensa, el cual contrapone el lanzamiento de peso de una atleta con el de una bomba. Todo ello con la misma intención que la del Ministro de Asuntos Exteriores: vetar a los deportistas rusos a nivel internacional.
Each piece of sports equipment in the hands of an athlete from the russian Olympic team... becomes military equipment of the russian army, which kills our citizens. Are you fine with this @iocmedia ? pic.twitter.com/yYIPPUtcTk
— Defense of Ukraine (@DefenceU) February 3, 2023
El Ministerio de Asuntos Exteriores, el de Defensa, Zelenski, políticos de otros países... y ahora también la unión de civiles ucranianos. De estas reacciones, pero también de antes, surge el movimiento #boycottrussiansport. Algunas fotos de esta pieza acompañan tal hashtag para blindar los torneos de cualquier presencia rusa, y se valen también de fotomontajes que ensangrientan los símbolos olímpicos o el recuerdo de atletas ucranianos fallecidos en guerra.
Recently, the President of the International Olympic Committee, Thomas Bach, said he supports the return of #Russian and #Belarusian athletes to the 2024 #OlympicGames.
— MFA of Ukraine 🇺🇦 (@MFA_Ukraine) February 13, 2023
So why is the #IOC President wrong?
Share the call to #BoycottRussianSport!#RussiaIsATerroristState pic.twitter.com/LBUrmAL7rK
Entre la guerra, la resistencia y las protestas, un camino a la esperanza. "Más de cien lugares y complejos deportivos han sido destruidos", publicaba la cuenta Euromaidan Press en Twitter ya en julio del año pasado. Pero no todo era negativo en el tuit: en él, aparecían las fotos hechas por Mykola Synelnykov de niños y atletas retomando el deporte entre las ruinas. Una forma de resurgir entre las cenizas.
Over 100 sports sites & complexes have been destroyed by Russian missiles & shelling since 🇷🇺 launched its full-scale offensive in Feb 2022
— Euromaidan Press (@EuromaidanPress) July 13, 2022
🇺🇦athletes – professionals & amateurs – are forced to train abroad, or move to safer regions of 🇺🇦#ArmUkraine️Now
📷Mykola Synelnykov pic.twitter.com/TtU2cEuV5m
"Nadie deja su pasión. Los niños y atletas continúan quedando, jugando y divirtiéndose… a pesar de las bombas y los misiles", finalizaba el usuario a través del hilo en esta red social. De nuevo, un antes y un después, pero esta vez con un final más optimista: ucranianos a los que la guerra en un momento les arrebató todo ahora vuelven a hacer del deporte su pasión a pesar de todo.
En la noticia se han utilizado las siguientes imágenes Creative Commons: estadio de Chernigov (Dunadan Ranger), con atribución 'CC BY-SA 4.0'; estadio de Mykolaiv (Absent69), con atribución 'CC BY-SA 3.0', y estadio de Bakhmut, con atribución 'CC BY 4.0'.