El judo venció al fútbol: la decisión de Julia Figueroa que vale oro
La judoca cordobesa, número tres del mundo, sube a lo más alto del podio en el Grand Slam de Abu Dhabi y busca la clasificación para París 2024.

Imagínate que con cuatro años llegas al cole y te dan a elegir entre tres cosas: fútbol, inglés o judo. Seguramente, la mayoría escogería el fútbol, otros el inglés y una minoría optaría por el judo. La suerte es que hace 27 años hubo una niña que formó parte de esa minoría y, a día de hoy, es la número 3 del ránking mundial. Ella es Julia Figueroa (Santa Marina, 7 de abril de 1991), acaba de ganar el oro en el Grand Slam de Abu Dhabi y apunta a ser una de las opciones de medalla de España de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024.
"Tenía cuatro añitos, me fui a un cole nuevo y solo había judo, fútbol e inglés. El fútbol sí que me gustaba, el inglés no se me daba muy bien... Al final, me quedé con lo que más me llamaba la atención, y a la postre lo que mejor se me ha dado: el judo", explica Figueroa a Relevo.
Aquellas clases extraescolares de judo fueron el inicio de una carrera que ahora, a sus 31 años, la han convertido en un referente en su deporte. Pero, ¿cómo se prepara una campeona? La respuesta es compleja porque va mucho más allá de lo que se ve.
La preparación
"Se trabajan muchas horas y ya no solo el tiempo que estás dedicando a tu deporte, sino todo lo que hay alrededor. Por ejemplo, cuidar la alimentación, descansar… Al final estás entrenando cuatro o cinco horas lo que viene siendo la parte física, pero todo lo demás influye. Eres deportista 24 horas al día, no solamente las cuatro o las cinco horas que estás dentro del gimnasio", comenta Figueroa. Y a eso, además, hay que sumar la importancia de trabajar la salud mental.
"Eres deportista 24 horas al día, no solamente las cuatro o cinco horas que estás en el gimnasio"
Judoca"Trabajo con una psicóloga desde hace tiempo y ganar siempre gusta, pero yo me quedo más con los objetivos que tengo al principio de la competición. Me suelo marcar pequeños objetivos y estoy contenta porque los he ido cumpliendo, si no todos, casi todos con sobresaliente este año", confiesa la judoca califa. Y sí, lo cierto es que ha sido un gran año con el que suma varias preseas a su palmarés nacional... E internacional.
El Palmarés internacional
Bronce mundial en 2021, dos bronces europeos en 2019 y 2022, un bronce en los Juegos Europeos de Minsk 2019, novena en Río 2016 y Tokio 2020… A lo que se añaden otras medallas en torneos y competiciones internacionales, como el bronce en el Grand Slam (GS) de Tel-Aviv logrado en febrero; la plata en el GS de Budapest que logró en julio y los dos oros de 2015 y 2016 en los Grand Slam de Tymen y Bakú respectivamente. Sin embargo, ahora esa vitrina suma un nuevo metal dorado internacional. Se trata del oro del Grand Slam de Abu Dhabi logrado este octubre, tipo de metal que no conseguía desde 2016 y que sirve de recompensa a un gran trabajo que, solo unos días antes, la dejó sin el bronce en el Mundial.
"El quinto puesto en el Mundial supo a poco, pero la competición no salió mal"
Judoca"La verdad es que el quinto puesto en el Mundial supo a poco, pero bueno, tampoco puedo quejarme porque la competición no salió mal. Son cosas que pasan en el deporte, que aun haciendo las cosas bien, puede que haya alguien que lo haga mejor que tú y quedarte fuera del podio", subraya la judoca. Eso sí, el alzarse campeona con ese 'ippon' ante la italiana Francesca Milani en Abu Dhabi, una de las rivales a batir, supone un impulso más… Sobre todo a nivel de puntos. Y es que la cordobesa suma 1.000 para el ranking mundial y 500 para el olímpico, cuantía que puede aumentar el próximo fin de semana antes de la última cita del año, el próximo 21 de diciembre, en el IJF World Judo Masters 2022.
Una vida ligada al deporte
Además de todo el trabajo visible, la influencia de la familia y amigos es clave en un deportista. En su caso, el amor por el deporte le venía de casa: "Tengo la suerte de que mi familia siempre ha sido muy deportista. Tanto a mi madre como a mi padre les ha gustado mucho el deporte y siempre me han animado y siempre lo han entendido".
Por eso, Figueroa no se imagina un futuro lejos del tatami… Ni siquiera cuando decida plantearse decir adiós a competir. "Me gustaría seguir ligada al deporte porque es una cosa que me apasiona y, sobre todo, me encanta la competición. Pero bueno, todavía no he pensado en cómo me gustaría estar vinculada a él, si como entrenadora o en otro ámbito. Todavía no lo he pensado. A mí lo que más me gusta es competir, entonces mientras pueda voy a seguir disfrutando de ello", asegura Figueroa.

Con el foco puesto en los que serán sus terceros Juegos Olímpicos, Figueroa espera terminar el que ha sido un buen año para ella repitiendo -o mejorando- la gesta de 2016 en Bakú y firmando una buena actuación en el Master de fin de año. "Al final también hay que mirar un poco a largo plazo y de cara a la clasificación de París, pues son unos puntos que se agradecen mucho y que al final demuestran que estoy ahí en la lucha por la medalla en las competiciones", asegura la deportista.
La carrera hacia París
Después, 2023 será un año donde habrá que elegir bien qué competiciones disputar para seguir sumando puntos y también descansar, algo fundamental en la preparación de alto nivel. "La idea es seguir sumando puntos, también descansar. Mirar las competiciones a las que ahora que tengo que ir y de las que me puedo librar, entre comillas, porque al final son muchos torneos. Es una clasificación muy dura y también hay que jugar mucho con los descansos", confiesa.
Y ahí estará la clave de todo, porque, como bien reconoce Figueroa, de seguir sumando "pequeños objetivos" conseguirá clasificarse para París 2024. "Esperemos que podamos llegar a por lo menos tener el nivel para luchar por una medalla", cierra.