BÁDMINTON

Carolina Marín sale del pozo y verbaliza entre lágrimas su recuperación: "Hay mucha gente que no ha creído en mí"

La onubense se ha emocionado en su vuelta a España tras conseguir la plata mundial.

Carolina Marín, emocionada en el recibimiento en el CSD./EFE
Carolina Marín, emocionada en el recibimiento en el CSD. EFE
José M. Amorós

José M. Amorós

"He dudado mucho de mí. Si hace un año me dicen que hoy sería subcampeona del mundo, no me lo hubiera creído. Me he demostrado a mí misma que puedo, quiero y de que todo es posible a base de trabajo y esfuerzo".

Con lágrimas en los ojos, Carolina Marín llega a España con una nueva medalla de plata mundial en su palmarés. La onubense, después de superar dos graves lesiones de rodilla que le provocaron un dolor que no se iba y pasar por un duro calvario personal con la muerte de su padre, ha querido abrir su corazón en un discurso en el Consejo Superior de Deportes.

"He pasado por muchas cosas muy duras, las cuales una vez más me he superado", expresaba la subcampeona del mundo en Copenhague visiblemente emocionada: "Los obstáculos que me han ido poniendo en el camino, los he ido superando poco a poco; hay mucha gente que no ha creído en mí y, sin embargo, aquí estoy, sigo dando guerra".

Carolina Marín se emociona al hablar de su vuelta.RELEVO

A sus 30 años, la triple campeona mundial ha pasado por unos momentos de dudas que le hicieron pensar que nunca volvería. "Me ha costado mucho principalmente el creer en mí", desvela y señala que en su cabeza estuvo presente la retirada: "Me vinieron en la primera lesión, en la segunda y cuando volví a competir me han seguido viniendo muchas dudas... tenía falta de confianza".

Ahora, con los últimos resultados a nivel internacional donde ha ido venciendo a varias de las mejores y este subcampeonato en el Mundial, ya avisa que ha vuelto para quedarse y soñar con todo en París: "Queda todavía Carolina para rato afortunadamente, y desafortunadamente para mis rivales". Después de ser campeona en Río 2016, la primera lesión le dejó fuera de Tokio y la cita olímpica de 2024 puede ser su última gran oportunidad de un segundo oro que no tiene precedentes en el bádminton.

El dolor interminable

"Cuando he vuelto, no estaba en las condiciones en las que a mí me hubiera gustado y quería, porque volví con dolor, volví insegura, volví con algo de incertidumbre... eso, en la confianza de un deportista, es duro", relata la actual número 6 del mundo."Es incluso complicado expresarlo con palabras, porque esto hay que sufrirlo para saber de verdad todo lo que hay detrás".

En su intento de expresar lo ocurrido en este camino, Caro no era capaz de expresar con palabras el camino de vuelta a la élite: "Sé que es complicado para vosotros entender esto y yo no quiero que nadie sufra ninguna lesión, faltaría más. Pero sí es cierto que con palabras es muy complicado expresar emociones, sentimientos, momentos por los que he tenido que pasar, por los que no me ha quedado otra que incluso aceptar, tuve que llegar a aceptar un dolor que yo no quería tener".

"Ha sido muy frustrante"

Carolina Marín

El día a día de Marín se convirtió en una incertidumbre constante a la espera de la reacción de su rodilla: "Era levantarme por las mañanas y ver qué tipo de dolor tenía la rodilla, ir al primer entrenamiento de la mañana y ver cómo acababa la rodilla, ir por la tarde y la rodilla se queda hinchada casi sin poder doblarla y tener que cambiar constantemente el plan que tenía todo el equipo planteado de cara a los entrenamientos... ha sido muy, muy, muy frustrante".

Después de lograr dejar atrás el dolor constante, ha llegado una Carolina Marín 3.0 que empieza a escribir el tercer capítulo de una leyenda del deporte español: "A día de hoy por fin hemos puesto ese punto y aparte a esa lesión, a ese dolor de la rodilla, a esa frustración continua por ese dolor. Hemos pasado página y cerrado ese libro, ahora ya hay que abrir un nuevo libro, el camino que queda desde hoy hasta los Juegos Olímpicos de París 2024".