GIMNASIA

Lourdes Mohedano: "Me duele todo, la gimnasia lleva tu cuerpo al límite"

La cordobesa, plata en los Juegos Olímpicos de Río, se retiró con tan solo 22 años, machacada por las exigencias físicas de un deporte diferente al resto.

Mohedano, segunda por la derecha, muerde la medalla de plata junto a sus compañeras en Río 2016. /COE
Mohedano, segunda por la derecha, muerde la medalla de plata junto a sus compañeras en Río 2016. COE
Daniel Arribas

Daniel Arribas

El reloj de Lourdes Mohedano nunca ha corrido igual que el de los demás. A los cinco años, la cordobesa comenzó a practicar gimnasia rítmica como actividad extraescolar. Con 21, ya bicampeona del mundo, considerada como una de las mejores del planeta, consiguió la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río. Y un año después, con 22, para sorpresa de todos, se retiró. "Se puede ser feliz sin conseguir una medalla", dijo en su despedida. Ahora, con 27, en lo que debería ser la cima de cualquier carrera deportiva, Mohedano, lejos del tapiz, es presentadora, actriz y conferenciante.

"Al final, mi vida no ha cambiado tanto, sigo rodeada de gente que me mantiene ligada al deporte", declara a Relevo desde la sede del Comité Olímpico Español (COE), en Madrid, donde arranca una nueva aventura como parte de 'Todos Olímpicos', un proyecto que busca transmitir los valores del olimpismo por varios colegios de España.

La gimnasia, cuenta, es especial. Un deporte diferente al resto en disciplina y sufrimiento. "Llevas tu cuerpo al límite desde los cinco años… ¡Tengo 27 y me duele todo!", señala, sonriente. "Aprendes desde muy pequeña a domar el dolor, como solemos decir. Hay que cuidarse, sí, pero al fin y al cabo también tienes que entrenar, aunque te duela algo".

Un buen ejemplo fue lo que sucedió en 2015, un año antes de los ansiados Juegos de Rio. En enero, Mohedano, que venía de lograr su segundo campeonato del mundo en la prueba de diez mazas, fue operada del tobillo izquierdo en Madrid. Todavía con el pie inmovilizado, cubierto por una aparatosa bota ortopédica, la cordobesa, con la cita olímpica entre ceja y ceja, volvió al equipo para no perder el ritmo con sus compañeras: "Tenía que estar allí, aunque fuera para ver sus entrenamientos. El dolor no puede sacarte de tu objetivo, es algo que aprendes en el deporte de competición".

Lourdes Mohedano reflexiona sobre su temprana retirada. SALVADOR FENOLL

El esfuerzo, excesivo para muchos, mereció la pena. Mohedano llegó a Río y, acompañada por Sandra Aguilar, Artemi Gazevou, Elena López y Alejandra Quereda, consiguió una histórica plata olímpica para la rítmica española, solo por detrás del equipo ruso y a un paso de repetir el oro de Atlanta '96: "Para mí, esa medalla es el resultado de un camino muy largo e intenso. Un premio a la regularidad y a dejarte el corazón y la piel en el tapiz".

Eso sí, un día el cuerpo dice basta. Y en el caso de la cordobesa, fue justo después de aquellos Juegos. "Llega un momento límite en el que no puedes dar más. Tu cuerpo no te deja", lamenta. "Piensa que desde muy joven lo fuerzas a hacer posiciones que no suele hacer, que tienes que trabajarlas desde bien pequeña y hay mucho machaque, no solo en el impacto, sino también en la flexibilidad. A medida que vas creciendo, pierdes todo".

Atrás quedaron más de medio centenar medallas internacionales. La andaluza comenzaba otra vida, ahora sin miedo a las lesiones, a los entrenamientos o a no cumplir las exigencias, propias y ajenas. "Nosotras no tuvimos ayuda psicológica la mayor parte de nuestras carreras [en Río contaron con la ayuda de Pablo del Río] y no es fácil, tienes que tener la cabeza bien preparada", reconoce. "Por ello me gusta ver que ahora salen casos como el de Simon Biles. Está bien que podamos hablar de manera natural de estas cosas, porque somos humanos y tenemos miedos".

Lourdes Mohedano habla sobre el dolor en el deporte de élite. SALVADOR FENOLL

De camino a los Juegos de 2020 —celebrados en 2021 por la pandemia—, primeros sin Mohedano en el equipo, España tropezó y se quedó sin billete para Tokio. Una decepción sin precedentes desde que la rítmica fue incluida en el programa olímpico en Los Ángeles '84. Ahora, el combinado dirigido por Alejandra Quereda, excompañera de Mohedano en El equipaso, ha sido el primero en lograr la plaza para París 2024.

Allí esperan redimirse y rememorar glorias pasadas con un equipo renovado. La cordobesa, feliz en su nueva vida, lo verá por televisión. "Para mí, lo importante es seguir disfrutando con lo que hago. He encontrado algo que me apasiona y quiero seguir. Al fin y al cabo, me mantengo vinculada al deporte y a la interpretación, como en la gimnasia, donde era muy importante saber expresar".