La lucha de Moha Mottaghinia para romper la mala racha: "Si estás lesionado, tienes que entrenar el doble"
El luchador nacionalizado español en febrero afronta este sábado el preolímpico mundial para la lograr la plaza en París 2024.

Moha Mottaghinia lograba la nacionalidad española el pasado mes de febrero después de casi seis años esperando desde que la federación de lucha abonara 10.000 francos suizos a repartir entre la federación internacional y la iraní. Los retrasos burocráticos le costaron perder buena parte de su carrera deportiva porque, a pesar de tener licencia española para competir en los eventos internacionales, no podía salir del país por ser ilegal a su vuelta. Aquella lucha fue larga, pero ahora con su pasaporte ya en el bolsillo es una dura lesión lo que le ha intentado frenar en su sueño de competir en los Juegos de París.
Este fin de semana afronta en Estambul (Turquía) su última oportunidad para lograr una plaza olímpica que lleva soñando toda su vida y por la que llegó a dejar atrás, incluso, a su familia marchándose a 6.000 kilómetros. El último Preolímpico del ciclo aguarda la presencia de un luchador que cautivó a nivel internacional en la categoría junior, con un bronce mundial y un oro en el complicado campeonato asiático. Pero lo cierto es que Mottaghinia llega tocado por culpa de una rotura en su pectoral en el pasado Europeo de febrero, donde pudo viajar gracias a un permiso de residencia y en el que tenía la sensación que un buen resultado le otorgaría — como así fue tras su 5º puesto — definitivamente la nacionalidad española por carta de naturaleza. Aquel profundo desgarro muscular en su costado le hizo perderse el Preolímpico Europeo de abril y obligarle a jugarse todas sus opciones en la última oportunidad.
A pesar de ser una lesión delicada y que se complicó con la falta de diagnóstico en los primeros días con hasta cuatro resonancias en vano, Moha decidió no parar de entrenar cada día en un planning de entrenamientos habitual a pesar del dolor. "Mi fisio me dijo que no podía entrenar tanto, pero yo le contestaba que tenía un Preolímpico y no podía parar. La gente no me entendía". Finalmente, los servicios médicos convencieron al luchador con una frase que retumbó en su cabeza: "Si se te rompe entero, estarás un año fuera. Piérdete el primer Preolímpico y estarás mejor para el segundo", relata ahora a Relevo.
La bestia enjaulada
Como una bestia enjaulada, los fisios decidieron colocar el brazo de Mottaghinia en cabestrillo para evitar movimientos lesivos, pero no lograron que parara de entrenar. "No podía parar", cuenta a Relevo, mientras desvela los frutos de su entrega: "Los médicos me dijeron que podía hacer tren inferior y, a las dos semanas, tenía mi pierna el doble de lo normal". A sus 25 años, sonríe con la mirada del que sueña en grandes desafíos, cuesten lo que le cuesten: "Yo pienso que si estás lesionado, tienes que entrenar el doble porque el resto sigue entrenando". Y así lo hizo, machácandose en el gimnasio con medio cuerpo inutilizado.
Sin estar al 100%, Moha sabe que las últimas tres plazas que se reparten en su categoría [74kg.] se cotizarán caro porque quedan muchos potencias mundiales de lucha aún fuera de los Juegos, pero no se rinde porque sabe de sus cualidades. La prueba es que, lesionado, fue capaz de hacer frente en el Campeonato de Europa a un multimedallista internacional, como el eslovaco Salkazanov, y al azerí Bayramov, quien terminó ganando el clasificatorio europeo unas semanas después. "Si estoy sano, puedo ganarles; en esos combates yo tenía el pectoral roto y no tenía fuerzas para levantar", recuerda.
La lucha española, que ganó una medalla de bronce con Maider Unda en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, se encuentra sedienta de resultados después de unos años en los que ha costado sumar incluso victorias en las primeras frases de las grandes citas. Moha es la gran esperanza para romper la mala racha, acudir a la gran cita y, por qué no, soñar con grandes cuotas en un verano donde la lesión que hirió al impetuoso luchador ya debería estar olvidada.