DARDOS

El cuento de hadas del pequeño Luke Littler acaba con derrota en la final del Mundial de dardos

El joven de 16 años, una de las grandes sensaciones deportivas en el inicio de 2024, cae en la final ante el número uno.

Luke Littler gesticula durante la final del campeonato del mundo de dardos./
Luke Littler gesticula durante la final del campeonato del mundo de dardos.
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Y de repente, sin saber muy por qué, estás un 3 de enero por la noche viendo una partida de dardos por televisión en la redacción. En una pantalla está el clásico de la Euroliga, en otra el Girona-Atlético y en la tercera aparecen Luke Littler y Luke Humpries luchando por el título mundial de dardos. Menuda fiesta. Qué deporte.

Y todo por Littler. Con todos los respetos hacia el bueno de Humpries, número uno del ranking mundial y que era el favorito en la final, ha sido el joven británico de 16 años el que nos ha revolucionado en estos primeros días de enero. ¿Quién no iba con Littler en la gran final?

Más allá de las bromas con su edad -hasta se ha publicado su certificado de nacimiento para responder a los que dudan por la barba, la tripa y las entradas-, Littler tiene algo. Su nombre ha sido tendencia en Twitter y en Google. Su rostro está en periódicos de medio mundo. Algo saben los algoritmos de carisma y de desparpajo. Este Littler engancha.

El joven Littler perdió la final por 7-4 en sets, pero su paso por el Mundial -era su debut- y su camino a la final ha sido una enorme victoria. Para él personalmente y para su deporte. Se esperaba que la final fuera la partida de dardos más vista de la historia, con una audiencia estimada de más de dos millones de espectadores en Reino Unido en Sky Sports. En España, DAZN se frotaba las manos con la irrupción de Littler.

En un Alexandra Palace hasta la bandera de gente disfrazada y con ríos de cerveza corriendo por las mesas, Humphries impuso su veteranía y dominó la final de principio a fin. Acabó arrodillándose en el suelo antes de recibir el caluroso abrazo de Littler, que se puso rojo como un tomate cuando recibió la ovación del público. Y eso que no escuchó a los que le aplaudieron desde casa, los miles que sufrieron junto al televisor. Soldados de Luke Littler.

Su triunfo va más allá de la diana. Muchos expertos ya ven en él un fenómeno capaz de mover masas y atraer a más jóvenes al mundo de los dardos. "En el mundo del deporte existe una raza rara y extraordinaria de individuos: los adolescentes prodigios del deporte. Lo que hace que estos prodigios sean aún más significativos es el impacto que tienen más allá de los límites de sus respectivos deportes", aseguraba estos días el experto en marketing Mark Borkowski en declaraciones recogidas por The Sun. Le comparaba incluso con el ascenso de Wayne Rooney. El fenómeno Littler sólo acaba de empezar. Y eso que ha perdido.