Nandrolona y testosterona, las sustancias dopantes que unen el fútbol y el culturismo
Ambas sustancias son utilizadas fundamentalmente en deportes de fuerza o que exijan explosividad.
Generalmente, los tramposos en el deporte poseen un objetivo: lograr ganancias que con un entrenamiento exhaustivo y dieta sólo no se pueden conseguir. Es el camino corto que todos ellos buscan mediante el dopaje, eligiendo una sustancia u otra en función del resultado buscado y la dificultad en su detección en los controles antidoping. Es por ello que unas modalidades son más propensas a unos fármacos que a otros. Sin embargo, dos de las sustancias dopantes más transversales y comunes en el deporte son la nandrolona y la testosterona.
Fundamentalmente, porque se tratan de sustancias similares. O, mejor dicho, la nandrolona es un derivado sintético de la testosterona. Un esteroide cuya composición eleva sus efectos anabolizantes, muy útiles en el deporte profesional.
Qué es la testosterona
La testosterona es la hormona sexual masculina, que producen los hombres y, en menor medida, en las mujeres. Además de su función de desarrollo de los tejidos reproductivos masculinos, también posee un papel clave en el incremento de la masa muscular y ósea. Es este último aspecto, el que tiene que ver con su acción sobre los músculos del cuerpo, el que resulta clave para el deporte.
Más allá de la hormona que se fabrica de forma natural, la testosterona también puede ser un esteroide anabólico. Esto es, una versión artificial que busca minimizar los efectos andróginos y aumentar sus propiedades anabólicas. O lo que es lo mismo, incrementa la masa muscular, y por ello la fuerza.
Aunque la testosterona se asocia, sobre todo, a los deportes de fuerza, y más concretamente al culturismo, lo cierto es que su uso es mucho más transversal que el conseguir cuerpos hipertrofiados y también se ha utilizado en el ciclismo (aunque este deporte siempre ha estado más vinculado a la EPO). De hecho, el último gran caso mediático de dopaje, la sanción de cuatro años a Paul Pogba, se debe a un positivo por testosterona. Concretamente, el francés pitó en un control antidoping el 20 de agosto de 2023, en la primera jornada de la Serie A, en un encuentro entre la Juventus y el Udinese en el que no participó.
Los efectos dopantes de la testosterona
El internacional galo había pasado una campaña 2022/23 marcada por las lesiones. Presumiblemente, el uso de testosterona, que fue probado en un segundo análisis realizado más tarde, se habría dado con la misión de fortalecer sus músculos, ya que además de servir para agrandarlos, la testosterona también se emplea para conseguir una rápida recuperación muscular. El futbolista se defendió argumentando que su positivo se debió a la ingesta de un producto comprado en Estados Unidos y que había sido recomendado por un amigo suyo ajeno a la Juve.
La testosterona es uno de los productos dopantes más utilizados, además de por sus efectos, por lo difícil de su detección. Al fin y al cabo, su presencia se puede confundir con la producida por el cuerpo. Para ello, se pueden realizar análisis de cabello, que ayudan a discernir de la hormona generada de forma natural de aquella que ha sido ingerida artificialmente, ya sea en forma de pastilla o por medio de inyecciones.
Qué es la nandrolona y qué efectos tiene
La nandrolona también es un esteroide anabolizante androgénico que favorece la síntesis de la proteína y, por lo tanto, el desarrollo muscular. Estas características lo convierten en un método de dopaje idóneo para aquellos deportes explosivos, ya que aumenta la fuerza, la velocidad y la potencia. Además, la nandrolona favorece la capacidad de recuperación muscular, permitiendo la sucesión de esfuerzos consecutivos, ya sean entrenamientos o competiciones al máximo nivel. Por eso el fútbol es uno de los deportes en los que está más presente.
La nandrolona se puede inyectar, aunque su consumo más habitual es por vía oral, en preparados dietéticos. Se trata de una sustancia prohibida desde la década de los 80 y su uso prolongado en el largo plazo produce, entre otros efectos, problemas en el hígado. De hecho, aunque por sí es indetectable en un análisis de sangre, sí que se pueden hallar los metabolitos que el hígado produce al procesar la nandrolona. Se considera dopaje cuando la cantidad de metabolitos en la orina supera los 2 nanogramos por mililitro en los hombres, y los 5 nanogramos por mililitro en las mujeres.

Probablemente, el caso más famoso de uso de nandrolona en el deporte sea el positivo de Pep Guardiola cuando era futbolista del Brescia. Concretamente, el actual entrenador del Manchester City marcó dos positivos por esta sustancia, uno correspondiente a un partido contra Piacenza y un segundo contra la Lazio. Por ello, fue sancionado a cuatro meses de suspensión y una multa de 50.000 euros. Además, la justicia ordinaria le condenó a siete meses de cárcel. Guardiola siempre defendió su inocencia, recurriendo cada sanción que recibió de la justicia ordinaria. Finalmente, seis años después, en octubre de 2007, el exentrenador del Barça fue absuelto.
Durante aquellos años, el fútbol italiano se vio fuertemente manchado por el dopaje y, más concretamente, por el uso de nandrolona. Primeras espadas de la época como Edgar Davis, Jaap Stam, Fernando Couto o Stefano Torrisi dieron positivo por nandrolona en un corto periodo de tiempo. De hecho, el positivo de Guardiola fue el decimotercero solo en el Calcio. En España, casos como Borja Aguirretxu, Frank de Boer o Carlos Gurpegui también dieron positivo por el uso de esta sustancia.