Un paseo con Javier Gómez Noya: "El mundo de las redes sociales es irreal"
El siete veces campeón mundial atiende a Relevo en el día de su 40 cumpleaños: "Con los Brownlee, había una rivalidad dura y tensión"

"Por aquí he pasado yo corriendo en las World Series de Madrid", comenta Javier Gómez Noya, que ha decidido compartir la tarde del día en el que celebra su 40 cumpleaños con Relevo para repasar una carrera de éxitos. Cinco títulos mundiales de triatlón y dos más en Ironman, una plata olímpica en Londres 2012 e innumerables medallas en eventos de todos los niveles que conjuguen la natación, el ciclismo y la carrera a pie.
El gallego nos cita en la Casa de Campo, en una tarde con una temperatura ideal para un paseo en familia, en torno a 20 grados. En su camiseta, la marca de nutrición deportiva 226, que le patrocina y le ayudará a completar un año repleto de retos por delante. El gran objetivo del año, sin duda, el Mundial de Ironman, que se celebrará en Niza (Francia) en septiembre, y que, de ganarlo, se convertiría en su tercer oro en esta disciplina.
A muchos de los que estén leyendo esta entrevista le vendrán a la mente decenas de buenos recuerdos con Javi como protagonista y sus inseparables rivales, los hermanos Brownlee. Alegrías y decepciones marcan la carrera de un deportista que, en el caso del triatlón, debe entregarse en cuerpo y alma a un deporte de tres disciplinas que exigen en una preparación física extrema. A los más enganchados a las redes, les sonará ver vídeos de entrenamientos inhumanos de algunas de las estrellas que ocupan los podios de esta especialidad en la actualidad. De todo, se presta a hablar.
Cinco veces campeón del mundo de distancia olímpica, dos Ironman, pruebas de todo tipo con medalla. No te puedes quejar de palmarés…
No, quejarme desde luego que no. Siempre eres inconformista y siempre te quejas, especialmente ahora que he tenido un año complicado con COVID, con una lesión un poco extraña [Reacción por estrés en el fémur] que salió ahí de la nada. Bueno, es tener un tiempo sin competir y te quejas. Al final, es mi trabajo y te quejas. Pero, evidentemente, si miro con perspectiva y veo todo lo que he conseguido en todos estos años... Me pongo en mi yo de hace 20 años y me dicen que voy a ganar todo lo que he ganado, y diría, bueno, ni en sueños. Realmente, no me puedo quejar.
Con 40 años, ¿y sigues teniendo ganas de quejarte?
Sí, me quejo porque todavía tengo objetivos, todavía tengo ilusión por conseguir cosas en el triatlón. Con la tranquilidad de saber que he hecho más de lo que podía imaginarme y que si me tengo que retirar mañana estaré satisfecho con lo que he conseguido. Pero me sigue motivando preparar carreras del más alto nivel. En larga distancia, creo que todavía no he ofrecido mi mejor versión y creo que mi cuerpo tiene mucho que ofrecer. El año pasado fue una lástima. Creo que conseguí estar en muy buena forma justo antes del Mundial de St. George, al que no pude ir porque pillé COVID, literalmente, el día que iba a viajar. Por los entrenamientos que hago, creo que puedo ser competitivo y por eso quiero seguir. Quiero conseguir preparar bien una competición, llegar sano y ver dónde estoy.
Si volvemos hacia atrás, ¿qué te ha faltado?
Podría decir que no he ganado el oro olímpico, pero estoy muy satisfecho con la plata que conseguí [en Londres 2012]. A día de hoy, creo que la carrera de Londres ha sido la carrera de más nivel de la historia de la distancia olímpica y he sido segundo. Estuve muy cerca de Alistair Brownlee y estoy muy satisfecho con ello. Había una generación de mucho nivel en esos años. Yo creo que en Río, por ejemplo, era una carrera que me iba muy bien, que había ganado la prueba de las World Series del año anterior, y me rompí el codo un mes antes y no pude participar. Siempre hay cosas que me gustaría haber hecho mejor, cosas que habría hecho de forma diferente, pero son nueve mundiales en total y no me voy a quejar con lo conseguido.
"Se me criticó muchísimo por mi rendimiento en Pekín 2008"
TriatletaEnseguida hablamos de alegrías, pero ¿qué errores crees que has cometido para no poder conseguir las cosas que te han faltado?
Quizás, en los Juegos de Pekín, por la falta de experiencia, creo que ese año cometí errores a la hora de entrenar. Estaba muy en forma los meses de marzo y abril, ganando todo. Al final, me lesioné, arrastré una lesión y yo creo que eso me privó de ganar el oro olímpico. Tal y como fue la carrera, y por lo que había hecho el año anterior corriendo más rápido de lo que se corrió para ganar el oro en los Juegos Olímpicos, creo que estaba capacitado. Con el rendimiento de Londres, posiblemente tanto en Pekín como en Río habría ganado, pero lo primero para ganar una carrera es estar. Y en Río no estuve por una caída que le puede pasar a cualquiera, pero sí que en Pekín creo que a la hora de entrenar cometí un error por la falta de experiencia quizás. Tuve esa ansiedad por querer estar en forma demasiado pronto y luego no lo pude mantener.
¿Crees que fue la inexperiencia?
La emoción de preparar tus primeros Juegos Olímpicos. Creo que empecé a entrenar muy fuerte demasiado pronto. Empecé a hacer Copas del Mundo en el mes de marzo y en abril. Gané cuatro carreras seguidas del más alto nivel que competí por alrededor del mundo y siempre crees que puedes ir a más. Gané el Mundial en el mes de mayo, cuando el Mundial aún era una prueba de un solo día. Ahí me lesioné en el tendón de Aquiles y lo fui arrastrando durante dos meses, esas últimas semanas que son clave antes de los Juegos Olímpicos. Esas molestias, me impidieron hacer todas las acciones que tenía pensado hacer y entrenar como tenía pensado entrenar. Mentalmente es duro, se vuelve complicado cuando eres el favorito, te ves limitado físicamente y no puedes entrenar de la manera que te gustaría. Salí a la carrera a pelearlo al máximo posible y me quedé el cuarto, que es casi el peor puesto.
Es bueno escucharte contar lo que ocurrió. Cuando llegan los Juegos, muchos no entienden que los mejores no ganen medalla. Se critica sin saber, la mayoría de veces.
Somos conscientes de que se nos juzga. A mí se me criticó mucho por mi rendimiento en Pekín. En su momento me afectó, ahora me da exactamente igual. Sé lo mucho que trabajé para estar allí, sé todo el dolor que pasé esos dos meses, entrenando como podía, para poder llegar lo mejor posible. Y hasta ahí llegué, hasta el cuarto puesto. Ahora, visto con perspectiva, tampoco está tan mal. Pero sí que me dolió en su momento. Los deportistas estamos expuestos a que se te juzgue. En deportes como el nuestro, nos llega la gran opinión pública una vez cada cuatro años. Si por lo que sea no rindes bien ese día, pues te van a criticar. Si el resto de los cuatro años no haces mucho, pero ese día te sale bien y haces medalla, eres increíble. Funciona así y lo asumimos.
"Creo que se me valora lo que he hecho"
TriatletaHan sido muchos, pero ¿cuál ha sido tu mejor recuerdo?
Hay muchos: los Juegos de Londres, aunque no fueron una victoria, creo que es una de las mejores carreras que he hecho nunca y por eso, para mí personalmente, es uno de los mejores momentos. En Londres también, el año siguiente, ganar mi tercer mundial en ese famoso sprint con Jonathan Brownlee, fue un momento también álgido. Un momento que quizás no tiene tanta trascendencia en cuanto a títulos, fue cuando gané el Mundial Sub-23, hace exactamente 20 años en Nueva Zelanda. Fue el punto de inflexión en el que decidí dedicarme 100% a esto, ser profesional y en el que me vi realmente el potencial para poder ser un buen triatleta a nivel internacional.
¿Y los que no se vieron?
Con los que me quedo para cuando sea más mayor y recuerde... aparte de las carreras, serán los entrenamientos y concentraciones en diferentes sitios en el mundo. Con compañeros, amigos, entrenadores. Momentos que se viven en el día a día, que eso la gente no lo ve, pero yo creo que he disfrutado mucho del proceso de entrenar. Las competiciones son la guinda del pastel, pero toda la preparación, el sacrificio, el entrenar motivado, con un objetivo. Esos entrenamientos con otros compañeros que te ayudan, en el que cada uno pone su granito de arena para el que está un poco más flojo, los otros te animan a hacerlo bien. El entrenador, el fisioterapeuta y el manager, todo el mundo involucrado por un mismo objetivo. Son los que más me llenan.
¿Se valora lo que ha hecho Javi Gómez Noya?
Yo creo que sí. Tengo asumido el papel que juega este deporte en nuestro país. Evidentemente, hay otros deportes con más seguimiento y mucho más mayoritarios. A mí me costó muchos mundiales, pero en los últimos años creo que me sentí valorado. Cuando competíamos aquí en Madrid, era una locura el apoyo que teníamos. Creo que a nivel mediático se me ha tratado bien, estoy contento con cómo se me ha tratado y cómo se me ha reconocido. Se me ha criticado en algunas ocasiones por rendimientos que no han sido muy buenos y se me ha alabado en otras por rendimientos buenos. Pero en general, teniendo en cuenta el deporte que practico, que es triatlón y no es Fórmula 1 ni tenis, ni fútbol, creo que he tenido un buen reconocimiento.

Por palmarés y trascendencia durante tantos años, podríamos decir que estás en el TOP10 histórico del deporte español.
Objetivamente, creo que sí. Al final, depende de la repercusión que tienes en los medios de comunicación. Otros deportistas con palmarés menor, tienen muchos más minutos en la prensa por el deporte que practican. Es normal y me parece estupendo. Tampoco me paro a valorar demasiado el lugar que ocupo en la historia del deporte del país, ni a juzgar a otros. Me he dedicado a competir, lo he hecho lo mejor posible, lo sigo haciendo, y estoy muy orgulloso de lo que hemos conseguido.
Por la dureza del triatlón, quizás sean los deportistas de otros deportes quienes te valoren más. ¿Te lo han dicho?
Sí, algunos deportistas saben que este es un deporte, quizás porque son tres disciplinas, que requiere mucho tiempo. Mucha gente me pregunta cuántas horas entreno y antes solía decir pues 20, 25, 30 horas a la semana. Pero es que realmente es toda una vida dedicada al deporte: lo que entrenas, el descanso, la alimentación… todo lo que haces durante un año entero gira en torno al deporte, es una dedicación plena. Eso hay deportistas que lo valoran, incluso deportistas de, a lo mejor deportes de equipo que no entrenan tantas horas porque su deporte es así y no lo necesitan, realmente aprecian el esfuerzo que hacemos nosotros.
"Nunca digo que un deporte es más duro que otro, porque para estar al más alto en cualquier deporte es dificilísimo"
TriatletaLo mejor, seguramente, sea pasar un día de entrenamiento contigo. He visto que Rafa Nadal se "atrevió".
Sí, Rafa Nadal sí. Estuvimos un día entero con él entrenando en bici por Mallorca y le llamó bastante la atención todas las sesiones que hacíamos. El tenis es un deporte muy diferente y me llama mucho la atención lo lesivo que es. Y los años que lleva él al más alto nivel, con todos los compromisos que tiene, con toda la responsabilidad, viajando como viaja… Nunca digo que un deporte es más duro que otro, porque para estar al más alto en cualquier deporte es dificilísimo. Mucha gente dice "el futbolista se entrena menos que tú". Bueno, sí, pero: ¿cuántos niños hay jugando al fútbol en el mundo y lo difícil que es ser el mejor del mundo? Es muy, muy complicado. Cada deporte tiene sus particularidades y en mi deporte, el rendimiento físico lo es todo. No hay tanta técnica como en otros deportes de equipo y eso implica que tienes que entrenar muchísimo.
¿Qué ha cambiado en el triatlón en estos años?
Muchísimo, y sobre todo en España. Pasó de ser un deporte prácticamente desconocido. Ahora, no es un deporte de masas, pero es un deporte que el que más o el que menos ha oído hablar de él. Es relativamente conocido. Hay más competiciones y mucho mejor organizadas. Reconocimiento mediático, sponsors de empresas… Los triatletas tienen mucha más calidad, muchos más entrenadores, más clubes. Ha crecido en todos los sentidos. Las estadísticas están ahí, en cuanto a participantes y licencias, es el que más ha crecido en los últimos años. Es un deporte nuevo, pero que ha calado con fuerza.
¿Lo sientes un poco como un bebé que va creciendo?
Sí, lo he visto crecer y estoy orgulloso de haber sido parte de ese cambio en España junto con otros grandes triatletas. Te genera orgullo cuando llevas años compitiendo por el mundo y, de repente, se hace por fin una prueba en tu país, como pudo ser la de Madrid o en mi ciudad, en Pontevedra, y ves que hay miles y miles de personas en la calle animando. Dices: 'Joder, cuando empezaba a hacer esto, la gente no sabía que era el triatlón y ahora están las calles llenas animándonos cuando competimos'.
Y en lo puramente deportivo: ¿cuánto ha cambiado una competición de triatlón?
Creo que está mucho más igualado ahora. Antes, había algunos nadadores que marcaban mucho la diferencia en el agua. Estaba un poco más descompensado, salvo los que ganaban, que sí que eran muy completos. Ahora todo el mundo es completo, los chavales empiezan a ser triatletas muy buenos desde muy pequeños y antes muchas veces venían rebotados de otros deportes. Ahora, ya se especializan desde muy jóvenes.
¿Van más rápido que antes?
No creo que ahora vayan más rápido para ganar, de lo que íbamos en mi época los Brownlee o yo. Pero sí creo que ha subido el nivel medio. Está todo mucho más ajustado. Antes, en un mal día, si eras un buen triatleta, a lo mejor salvabas un TOP10. Hoy, en un mal día, te quedas el 40.
"Me siguen preguntando si sigo compitiendo contra los hermanos Brownlee"
TriatletaHas mencionado un apellido que estuvo muy presente en mi adolescencia y en la vida de muchos aficionados. ¿Cómo recuerdas los enfrentamientos con los Brownlee?
Fueron buenos para nuestro deporte. Está claro que sin ellos habría ganado más carreras y ellos, sin mí, habrían ganado más carreras también. Fue una rivalidad que, tanto en Inglaterra como aquí, generó mucha afición. El año pasado cuando estuve con Jonathan Brownlee me decía que le siguen preguntando si todavía compite contra "ese" español. Y le dije: "Pues a mí me siguen preguntando si todavía competía contra esos hermanos ingleses". Generó una rivalidad que fue buena para el deporte y a mí me hizo ser mejor atleta. Yo en 2008 había sido campeón del mundo, estaba ya dominando el triatlón a nivel mundial y, de repente, en 2009 aparece Alistair Brownlee y gana el Mundial. Le gané el Europeo ese año, pero él ganó el Mundial y prácticamente todas las pruebas de las World Series. Y yo pensaba: "ostras, ¿y ahora cómo hago yo para ganarle a este tío?". Nadaba siempre delante, muy agresivo en bici y era el mejor corredor. Eso me hizo tener que darle una vuelta de tuerca a mis entrenamientos, tener que plantearme cómo mejorar, cómo entrenar más duro, cómo cuidarme más.
Y no se dio mal. Le diste la vuelta a la situación.
Conseguí ganar el Mundial en 2010, el año siguiente. A ellos también les obligó a tener que dar un paso más. Esa rivalidad nos hizo mejores atletas, tanto a ellos como a mí.
¿Existía la rivalidad? Pero en el concepto de 'rivalidad futbolera'.
Se confunde, a veces, al rival con el enemigo, ¿no? Una cosa es la rivalidad, como con Mario Mola, que es un buen amigo, y puedo estar cenando con él la noche antes de una carrera en la que nos jugamos el Mundial al día siguiente. Y no tiene que ver, luego sales allí a competir, sales a hacer tu trabajo y a ganarle a quien sea, amigos o no amigos. Con los Brownlee, es cierto que hubo épocas de un poco de tensión por algunas actitudes en carrera, tanto del entorno de ellos como de mi entorno. Se generó ahí un poco de tensión. Hoy en día, ya 'a toro pasado', nos llevamos bien. Creo que me respetan a mí por lo que hice por el triatlón y por esa rivalidad con ellos, y yo respeto a ellos porque, para mí, Alistair Brownlee es el mejor triatleta de distancia olímpica que he visto nunca.
Te honra decir que tu mayor rival ha sido el mejor.
A su máximo nivel, el mejor triatleta de la historia. Hubo varios años que tuvo problemas con lesiones. Esa actitud y esa manera de entrenar tan agresiva, también pasa factura.
"Con los Brownlee, hubo bastante rivalidad y tensión"
Triatleta¿Hemos visto todo en la relación Javi-Alistair o hay cenas, como con Mario Mola, que no han salido en cámaras?
Con Alistair, no tanto. Había un poco más de distancia, porque sí había una rivalidad dura y tensión. Hubo una época de 4 o 5 años, que en el 80 o 90% de las carreras, en el podio, estábamos nosotros o alguno de nosotros al menos. Yo tenía muy claro que, si quería ganar, tenía que ganarle a ellos. Y ellos tenían muy claro que, si querían ganar, tenían que ganarme a mí. Hubo bastante rivalidad, bastante tensión. Cuando competimos en Francia en el mismo equipo, cenábamos juntos y estábamos más distendidos. Ahora, sí hablamos más de algunas batallas que hemos tenido. En su momento guardábamos un poco más las distancias.
Para ganarles, había que hacer entrenamientos mejores o más duros. ¿Cuál ha sido la mayor locura que has hecho entrenando?
Locuras no he hecho demasiadas en cuanto a volúmenes. He hecho entrenos de calidad muy difíciles de hacer. He hecho 8 series de 1000 metros a 2:40, que para un atleta de élite ya no es fácil de hacer y para un triatleta es complicado. El año pasado hice un entreno muy bueno de 180 kilómetros en bici, de los cuales 100 fueron a ritmo de Ironman o por encima, por los vatios a los que iba. Con, después, una transición de correr 12 kilómetros a un ritmo muy alto también. Son entrenos de 5 horas de mucha exigencia. Pero no he hecho tampoco animaladas de 300 kilómetros en bici. A la gente le llama mucho la atención los retos de 'este ha nadado desde no sé dónde hasta no sé cuánto'. Pero, para los que seguimos el deporte, lo difícil es nadar 100 metros libres en 46 segundos. Para nadar de una isla a otra, lo único que tienes que tener es tiempo libre y entrenar. Cualquiera puede correr 100 metros, pero correrlos a la velocidad de Usain Bolt es lo complicado.
Como decías, se ha puesto muy de moda lo de los retos y lo publicar todas las locuras que haces en los entrenamientos. Sobre todo, entre los deportistas de Noruega.
Ha cambiado mucho el mundo con las redes sociales y parece que es un mundo un poco irreal. Tampoco me creo demasiado. Es donde vendes lo que haces a tus sponsors. De eso a la realidad, siempre hay un trecho. He estado entrenando en el centro de alto rendimiento en Sierra Nevada y ves un poco la realidad de lo que hacemos. Lo que hacen otros compañeros y lo que publican en redes sociales... Dices: 'bueno, creo que el día no ha sido así exactamente'. Al final, parece como que vale todo a la hora de publicar. Entrenar duro, se ha entrenado siempre. Lo que pasa es que cuando no había redes sociales, no se sabía lo que hacía la gente. De hecho, creo que se hacían bastantes más burradas y más grandes antes. Porque no se sabía muy bien, por lo menos en este deporte que era muy nuevo, qué es lo que había que hacer, cómo había que hacerlo. Se entrenaban auténticas animaladas y cuanto más, mejor. Afortunadamente, ahora está un poco más controlado con más entrenadores con más experiencia, que han estudiado y ayudan a los atletas.
Parece que si no publicas lo que entrenas, no has entrenado.
Es verdad. Vengo de una generación, durante muchos años de mi carrera deportiva, que no había redes sociales. Tú te enterabas de lo que hacían otros cuando leías entrevistas en revistas, en diferentes medios de comunicación. No tenías esa cantidad de información y de ver a diario lo que está haciendo uno, lo que está haciendo otro. Aunque ya te digo que, de ahí a la realidad, muchas veces hay un trecho. Por eso, intento no ver o no sacar demasiadas conclusiones de lo que puede haber en las redes sociales. Asumo que todo el mundo entrena muchísimo, entrena lo mejor que puede y lo más que puede para conseguir su máximo rendimiento.
Vaya ejemplo para los que están empezando, ¿verdad?
Sí, yo creo que hay que tener cuidado. Somos referentes de generaciones más jóvenes. Hay que ser un poco realista y, evidentemente, es un deporte muy duro que requiere muchísimo entrenamiento, pero tampoco el más burro o el que hace las mayores locuras entrenando es el que gana. Generalmente, el que gana es el que tiene más calidad y el que entrena mejor. Entrenar mejor no es hacer animaladas, es entrenar como tienes que entrenar, y con un buen plan con un buen entrenador. Controlando muy bien todos los parámetros. Llama mucho la atención eso de las redes sociales con las auténticas burradas que puedes hacer un día... pero esa no es la realidad. Los jóvenes no se tienen que guiar por lo que ven en las redes sociales. Tienen que guiarse por sus entrenadores y por los profesionales que les asesoren, porque son los que saben qué tienen que hacer.
Y ya no solo los jóvenes. Los padres también pueden ver que ese es el camino que deben seguir sus hijos. ¿Algún consejo para los padres?
Los padres, si quieren que su hijo haga deporte, que lo apunten al club que quieran o que tenga un entrenador. Ese es quien le tiene que guiar. El mundo de las redes sociales es un mundo de fantasía que no puedes tener como referencia para nada y menos para hacer deporte. Y aún menos, para hacer deporte de chavales en formación. En las redes sociales puedes ver de todo, desde unos que dicen que lo que tienes que hacer es esto y otro que dice que tienes que hacer lo contrario .Cada uno da su opinión, cada uno dice las burradas que hace, unas son ciertas y otras no. Pero para hacer deporte, lo que necesitas es tener un club, tener una persona que te entrene y empezar a crecer desde ahí. Sin mirar demasiado las redes sociales, más allá de la curiosidad y por entretenerte, pero sin tomar demasiadas notas de eso.
En otros deportes, estamos acostumbrados a épocas largas de éxitos de solo uno o dos competidores. ¿Por qué en el triatlón cuesta tanto ser dominador? Se lo pregunto al que más tiempo lo ha conseguido.
Es complicado. Es un deporte donde intervienen tres disciplinas muy diferentes y pueden pasar muchas cosas en carrera. Aún siendo el mejor, tácticamente las carreras varían muchísimo. Por eso, en una prueba de un día, es muy complicado rendir. Aunque seas el mejor, una mala estrategia en bicicleta te puede dejar fuera. Una mala colocación en la natación, te puede dejar fuera. Una mala transición, que se te enganche una zapatilla, te puede dejar fuera de carrera. Cualquier error se paga muy caro. En todos los deportes es complicado, pero este no es uno en el que tú vas en tu calle… sabes que si eres nadador de 1500 metros, si estás en la gran competición para hacer 14:40 y lo cumples, es muy difícil que no vayas a estar en las medallas porque ese es el nivel que se pide.
El ciclismo siempre suele ser decisivo.
Es que es como el ciclismo, en una carrera de un día y sin equipos que controlen la carrera. Siendo el mejor, como te equivoques o llegues al sprint con uno que es más rápido que tú, porque has decidido no atacar antes, te gana. Es una locura en la que puede pasar cualquier cosa. Por eso es difícil ser dominador y por eso creo que tiene bastante mérito lo que hemos hecho los Brownlee y yo en nuestra época, porque es difícil que se vuelva a repetir.
La difícil decisión de la retirada
Cumples 40 años. ¿Eres de los que opina que quieres dejar el deporte o que el deporte te deje a ti?
Me gustaría dejarlo yo y, de momento, sigo porque me apetece seguir y no quiero dejarlo. Si el deporte decide que lo tengo que dejar, por lesiones, por problemas o lo que sea, pues pasará. Pero si no estuviera motivado, no seguiría haciéndolo por decir que tengo sponsors y seguir viviendo de esto aunque no me apetezca. El día que no me apetezca, tengo claro que lo dejo. Pero, de momento, me sigue motivando. Sigue siendo lo que más me gusta hacer, me sigo sintiendo un privilegiado por poder dedicarme profesionalmente a esto y sintiendo que tengo nivel para estar con los mejores.
Entonces, el día llegará cuando notes que no tienes motivación. El otro día, viendo El día menos pensado , Alejandro Valverde tenía claro que, aunque fuera competitivo, ya estaba bien retirarse a los 42. ¿Tú no te pones ese límite de una edad?
No me pongo, pero sí que evidentemente no pasará mucho tiempo hasta que me retire. Es ley de vida y es lo que hay. Por otros intereses en la vida o porque no te apetece tanto sufrir. O el cuerpo empiece a quejarse más de la cuenta o que ya no soy competitivo. Y no pasa nada. Igual que cuando yo tenía 20 años jubilé a algunos e íbamos más rápido que ellos, ahora también asumo que los chavales más jóvenes andarán más que nosotros. Me siento muy orgulloso de haber competido contra generaciones y haber sido competitivo contra gente más mayor que yo, contra gente de mi edad, contra gente más joven y haber ganado durante un periodo de tantos años.
Por cierto, estás como cuando tenías 20 años. No aparentas los 40… Vi que era tu cumpleaños y me llamó la atención.
Sí, a mí también. Me desperté esta mañana y digo: que cumplo 40 hoy... (gesto de asombro).
Pues… ¡Muchas felicidades!
Muchas gracias.