"Una vez hubo recomendación para que saliera Sainz... y salió Alonso": las lagunas patrióticas del Premio Princesa de Asturias
El porcentaje de deportistas españoles premiados por la Fundación y su evolución en el tiempo cuestionan el carácter internacional de los galardones.

Eliud Kipchoge recibe este viernes el Premio Princesa de Asturias de los Deportes. El maratoniano será el noveno atleta y el primer keniano en recibir un galardón que desde su creación ha reconocido, sobre todo, a los deportistas españoles. Una inclinación al talento nacional que es habitual en casi todas las categorías de los premios, pero que solo en el premio a las Artes está tan acentuada como en la de Deportes.
En 1990, dos deportistas llegaron a la última votación del premio Princesa de Asturias de los Deportes (antes, premio Príncipe de Asturias): Martina Navratilova y Sito Pons. La primera había ganado 17 títulos de Grand Slam y dos meses después ganó el 18º. El segundo había conquistado los dos últimos mundiales en categoría de 250 cc. El premio fue para el español, que hasta ahora sigue siendo el único piloto de motociclismo en el palmarés.
La decisión, que no entusiasmó a la fundación que organiza los premios ("hubiera preferido un candidato con mayor impacto internacional y con un historial más redondo", recogió una crónica de El País del día en que se anunció el ganador), no fue sorprendente. Aquella era la cuarta edición en la categoría Deportes y Pons era el tercer español galardonado. Tras el premio inaugural al británico Sebastian Coe en 1987 lo habían recibido Juan Antonio Samaranch y Severiano Ballesteros en los dos años siguientes.

Al periodista Julián García Candau, exjefe de Deportes de varios medios y jurado durante muchos años del Princesa de Asturias, también le impactó la decisión del jurado en perjuicio de la tenista. "Desde fuera, me llamó la atención que ganara Sito Pons. Pero cuando elegimos a Navratilova sí estaba yo y no hubo problema. Hubo, como en todas las candidaturas, que discutir", comenta para Relevo.
Durante 35 años, el Princesa de Asturias ha reconocido, sobre todo, los éxitos del deporte español. De los 40 galardonados en esta categoría, casi la mitad (19) han sido nacionales. Solo en la categoría de Artes la proporción es mayor (28 de 51). Sin embargo, la trayectoria de ambos premios es diferente: uno se ha ido internacionalizando y el otro ha seguido teniendo al deporte español como su principal caladero.
PORCENTAJE DE ESPAÑOLES EN LOS PREMIOS
En sus primeros años, los premios se orientaron hacia el reconocimiento del talento nacional. No solo en el deporte. Entre 1981 y el 2000, 21 de los 26 galardonados en la categoría de Artes fueron españoles. Pero desde entonces solo lo han sido siete. Sucede lo mismo con Ciencias Sociales (17 de 22 premiados españoles en los primeros 20 años y solo uno desde el año 2001) y Letras (15 de 23 entre 1981 y el 2000 y dos entre el 2001 y 2023).
Con la categoría de deportes no ha sucedido lo mismo. En sus primeros 20 años (1987-2006), nueve de los 20 premios fueron para españoles. Y desde 2007 han sido diez de 20. La conclusión es que la internacionalización que sí ha existido en otras categorías después de los primeros años de existencia de los premios no se ha trasladado al deporte, o al menos se ha retrasado. "Se está trabajando al máximo para internacionalizar los premios", sostiene Theresa Zabell, doble medallista olímpica, secretaria del jurado en esta edición y habitual en la deliberación del galardón.
Cómo se elige a los premiados
"No influye para nada el origen o el país", afirma a Relevo la nadadora olímpica Teresa Perales, premio Princesa de Asturias 2021 y presidenta del jurado por primera vez este año. "Nunca ha habido una directriz de que hay que nombrar a españoles", asevera García Candau.
Zabell entiende el peso español en el premio, pero también su carácter mundial. "Es lógico porque estamos en España, pero por otro lado es un premio internacional. En los últimos años se ha trabajado muchísimo para poner en valor que el candidato sea el mejor", dice. La regatista admite la dificultad de evitar el sesgo y a la vez reconocer los hitos españoles. "Muchas veces es difícil elegir deportistas de fuera porque los nuestros son 'top', pero se hace un esfuerzo muy grande para no favorecer a los nuestros por nacionalidad, sino por resultados".

La vocación internacional está en el origen de los Premios Princesa de Asturias. Los estatutos de la fundación que los organiza establecen que están "destinados a galardonar la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, equipos de trabajo o instituciones de cualquier parte del mundo, especialmente en la comunidad iberoamericana de naciones".
"No es tanto la trascendencia internacional como la personal del deportista. No es un deportista que solo gane medallas, sino un deportista que hace algo más", afirma Perales. "Que también lleven adheridos que sean grandes personas y si hacen algo también por la sociedad, mejor que mejor", continúa Zabell en la misma línea.
Una "trayectoria limpia", unos "valores que representen a la fundación" e "ir más allá" son, en palabras de Perales, cruciales para el premio y lo que más le gusta de este. Esto explica también sobre el vencedor este año: "Kipchoge es un deportista que ha influido mucho en su país, ya no solamente por lo que ha hecho a nivel mundial con resultados deportivos y récords del mundo, sino que colabora muchísimo en ayudar a niños de las aldeas, en promover el deporte y en unos valores que hicieron que lo tuviéramos en cuenta".
Según García Candau, la repercusión importaba en el caso de los extranjeros. "Siempre que podíamos elegir a un deportista internacional se elegía para darle mayor cobertura mediática, porque los premios Príncipe de Asturias tampoco eran en aquellos años los Nobel", recuerda sobre la época que ejerció de jurado. Perales, leyenda en los Juegos Paralímpicos, discrepa y se pone a ella como ejemplo: "Yo he sido premiada, ¿y tú crees que de verdad que me reconocen en todo el mundo? Te invito a que en otros países preguntes quién soy yo. No creo que eso vaya a llevar la balanza hacia un lado o hacia otro".
Asistir a la ceremonia, requisito de peso
Fue en 1994 cuando Navratilova sí se llevó el premio, pero no lo recogió. Dos años después, Carl Lewis tampoco lo hizo. "Al jurado nos recomendaron después de los dos fracasos que de los candidatos teníamos que buscar al que pudiera venir a recogerlo", comenta García Candau. "La fundación quería que la gente que saliera elegida viniera a recoger el premio y hubo un momento en el que había que preguntar si podían venir", explica a Relevo. Después, ya solo falló Armstrong entre los extranjeros, en el 2000.
Esta norma no escrita se ha mantenido en el tiempo. "Es prácticamente imprescindible que pueda asistir el premiado", comenta Perales. "Desmerece mucho no poder ir a la gala. El hecho de asistir supone ya también un reconocimiento del propio premiado hacia los galardones, de su puesta en valor y de lo que verdaderamente suponen", afirma. Zabell también es clara al respecto: "Es un requisito. Se pide asistir a la gala, porque el premio lo entregan los Reyes y ahora la Princesa de Asturias. No venir no queda bien. A veces en la parte final estaban deportistas muy merecedores del premio, pero se caían de la lista por no poder venir", explica Zabell.
EVOLUCIÓN DE ESPAÑOLES EN LOS PREMIOS
"Creo que en Deportes pasa más que en otros premios. Muchas veces el premiado está todavía en activo. Y tiene un calendario tremendamente exigente que no se puede saltar. Pero la mayoría de los otros premiados, actores, escritores, científicos, creo que tienen menos dificultades para hacer un hueco en su agenda para poder estar en Asturias", reflexiona Zabell, que explica que la fundación tantea antes la disponibilidad de asistir de los candidatos.
El palmarés podría tener más premiados internacionales, pero no los escogieron porque se iban a ausentar. "De pronto, se podía producir el caso de alguien que diga a última hora 'no voy a venir", apunta García Candau, que recuerda cuando Jack Nicklaus fue firme aspirante al premio en 2005. "No viene Nicklaus. ¿Y ahora qué hacemos?", rememora el entrevistado sobre esa votación. "Era el supercandidato y todos acudimos pensando que será él, y resulta que nos dicen 'no va a venir', y hay que buscar una solución".
Cuando Alonso venció a la 'sugerencia' de Sainz
El año de la ausencia de Jack Nicklaus fue el premio que finalmente se llevó Fernando Alonso, dos años antes que Schumacher. "Como resulta que este dijo que no venía, no lo debíamos elegir porque era un señor que no iba a venir. ¿Qué candidatos había? Carlos Sainz y Fernando Alonso", dice García Candau, que recuerda que aquel año fue la única vez en la que hubo peticiones para elegir a un deportista concreto. "Una vez hubo recomendación para que saliera Sainz... y salió Alonso", cuenta sobre una sugerencia que no surgió del propio jurado, sino que, realmente, salió de altas esferas ajenas al deporte.
"¿Por qué lo tuvo Fernando Alonso antes que Schumacher? Porque en aquel año estaba candidato y lo elegimos afortunadamente porque cuando vino a recoger el premio era campeón del mundo, cosa que no había hecho ningún español nunca jamás", defiende García Candau, que expuso su argumento al resto del jurado: "Fernando Alonso no era campeón del mundo, pero el día que se iban a recoger los premios, probablemente o con toda seguridad iba a ser campeón del mundo. Imaginaos que ese día se da el premio a Carlos Sainz y no a Fernando Alonso, que es lo más grande que ha habido en el automovilismo jamás. Gané la discusión y elegimos a Fernando Alonso que, efectivamente, cuando vino, era campeón del mundo".

"Lo lógico es que haya más de fuera, pero en el deporte, España ha estado a un nivel increíble", apunta Zabell. El caso de Sito Pons fue el primero y Alonso vino después, pero hay más: en el tenis, Arantxa Sánchez Vicario recibió el premio un año antes que Steffi Graf. Y lo tiene Rafa Nadal y no Novak Djokovic o Roger Federer. Este último, según García Candau, fue otro de los internacionales que antepuso su agenda inicial frente a los premios.
"No vamos a premiar a un deportista de tiro con arco español si hay otro de tiro con arco internacional que lo merece más", comenta Zabell, que menciona otro hándicap. "El jurado tan solo puede elegir entre los que están en el libro de candidatos. Hay veces que te apetece premiar a un deportista, pero ese deportista nadie lo ha presentado". Listas donde la secretaria del jurado ha visto muchos nombres: "A veces han presentado deportistas que, sin desmerecerlos para nada, ni siquiera son de la calidad de un premio nacional, y esto es un premio internacional. Pero están encima de la mesa. De las cartas que tienes, tienes que escoger una".

Los hermanos Gasol son los únicos jugadores de baloncesto que lo han recibido a título personal, y también fueron de los pocos que sortearon la penalización por no asistir. En su caso, no recogieron el premio al estar cerca del inicio de temporada de la NBA. "Desde el momento en que se concedió el galardón, tanto los miembros del jurado como la propia fundación éramos conscientes de lo complicado que sería confirmar la presencia de ambos jugadores", declaró entonces Teresa Sanjurjo, directora de la fundación. No fue impedimento para el galardón de los hermanos. "No se le descarta [al candidato] ―matiza Zabell―, pero se tiene en cuenta en la votación final".
Pese a la proporción del deporte español entre los premiados, Perales valora de forma positiva el proceso de votación. "Lo que más me gustó fue el respeto, el cariño y el cuidado con el que cada uno de nosotros hablábamos de los deportistas", dice la presidenta del jurado en 2023. "Cada uno de nosotros llevábamos nuestros favoritos y tuvimos la oportunidad de exponer y de defender las candidaturas que creíamos más notorias para el premio, entendiendo que absolutamente todas las candidaturas que teníamos sobre la mesa eran absolutamente merecedoras del premio", añade.
Metodología
Hemos recopilado los datos de galardonados de la página de los Premios Princesa de Asturias de Wikipedia. Para cada año y categoría hemos tenido en cuenta todas las personas e instituciones premiadas. Por ejemplo: en 2015, en la que se reconoció a los hermanos Gasol, hemos contabilizado dos premios en la categoría de Deportes. En los casos de organizaciones o instituciones internacionales (como la Organización Mundial de la Salud o el Programa Erasmus) le hemos asignado la nacionalidad «internacional».