El COI responde a las críticas: "Si Ucrania y Rusia están insatisfechas con la decisión, es que hemos encontrado un término medio"

La decisión del Comité Olímpico Internacional de pedir a las Federaciones Internacionales de los diferentes deportes que levanten el veto a competidores rusos y bielorrusos ha provocado un aluvión de críticas sobre el organismo. Gobiernos occidentales, deportistas y, sobre todo, desde Ucrania y los países fronterizos de Rusia han mostrado su enfado por la decisión del organismo presidido por Thomas Bach. Curiosamente, también han llegado ataques desde el gobierno de Putin, que ve "inaceptable y arbitrario" que la prohibición siga vigente para los eventos por equipos. Por todo ello, el COI toma la palabra y pasa al ataque para defender su postura en un pregunta-respuesta enviado a los medios de comunicación.

"El hecho de que ambas partes en esta confrontación no estén satisfechas podría indicar que hemos encontrado un término medio en el que todas las partes pueden avanzar para hacer una contribución al entendimiento y la paz", ha sido la sorprendente respuesta del Comité Olímpico Internacional a las críticas desde Ucrania y también desde Rusia. "La historia mostrará quién está haciendo más por la paz: los que intentan mantener abiertas las líneas de comunicación o los que quieren aislar o dividir". En esta misma línea, las respuestas de la institución señalan como ejemplo otros conflictos donde dicen haber colaborado con sus decisiones: "Algunos ejemplos recientes incluyen lo que hemos estado haciendo entre Corea del Norte y Corea del Sur, con respecto a Israel y Palestina, y con Kosovo, entre muchos otros".

La decisión de impulsar la vuelta de los deportistas rusos y bielorrusos solo unos días después del primer aniversario del inicio de la invasión, sin que haya cambiado nada, ha generado preguntas de por qué ahora. Por ello, el COI se defiende afirmando que fueron de los pocos que actuaron contra la actuación rusa: "Somos una de las pocas organizaciones mundiales, si es que hay alguna otra, que emitió sanciones contra Rusia", comentan desde Lausana, sede del olimpismo mundiales, y señalan que "no existen sanciones de la ONU contra Rusia o Bielorrusia, ni de la Organización Mundial del Comercio, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, etcétera".

Entre esa línea crítica que señala que 'nada ha cambiado' para abrir la puerta a los rusos, el COI se defiende señalando a las ligas y deportes donde siguen compitiendo deportistas de esta procedencia sin consecuencias: "Esto está sucediendo casi todos los días en una serie de deportes. Es más evidente en el tenis, pero también en el ciclismo, el tenis de mesa, el hockey sobre hielo, el balonmano, el fútbol y en otras ligas de los Estados Unidos, Europa y otros continentes. No ha habido incidentes de seguridad en ninguna de esas competiciones, o ninguno que el COI tenga conocimiento".

Es llamativo que, entre las respuestas, se afirme que, uno de los motivos del veto a rusos y bielorrusos, era proteger a estos deportistas de posibles problemas en competiciones a nivel internacional: "Existía la posibilidad de riesgos de seguridad para los atletas rusos o bielorrusos que participan en competiciones debido a la situación muy emocional en varios países". Es decir, el COI justifica el último año de sanción a los deportistas rusos como una protección a estos mismos deportistas y no como un veto por el inicio de la guerra por parte de su gobierno.

Ante la mediática repercusión de las críticas de países de gran calado en el mundo olímpico, como Gran Bretaña, desde el Comité Olímpico Internacional atacan: "No hemos visto un solo comentario de ellos sobre su actitud ante la participación de atletas cuyos países están involucrados en las otras 70 guerras, conflictos armados y crisis en el mundo". Sobre el anuncio de boicot por parte de Ucrania, que denuncia que el COI se ha posicionado de parte de Rusia, la respuesta es firme: "Es posible solidarizarse con Ucrania y la comunidad olímpica ucraniana sin estar de acuerdo con todo lo que piden".

Desde que el entorno del máximo organismo olímpico dejara caer la postura de la vuelta de los rusos para respetar al Movimiento y la Carta Olímpica, muchos expertos han señalado que ese posicionamiento va contrario a lo que sucedió con Sudáfrica durante el Apartheid. En aquel momento, el país fue sancionado con su no participación en los Juegos Olímpicos de 1984. Ante esas críticas, especifican que "el procedimiento para invitar a los Comités Nacionales a los Juegos Olímpicos ha cambiado. Hasta los Juegos Olímpicos de 1984, las invitaciones eran emitidas por el Comité Organizador del país anfitrión. Desde 1999, los Comités Nacionales tienen la obligación de participar en los Juegos Olímpicos". Un cambio que destacan tuvo el objetivo de "abordar la situación histórica de los boicots políticos y evitar su repetición".

En el anuncio del COI, en voz de su máximo dirigente Thomas Bach, llamó la atención de muchos la postura de que el levantamiento del veto quedara solamente en una recomendación, sin fecha límite, ni obligación. "No hay otra opción, las competencias internacionales fuera de los Juegos Olímpicos están bajo la autoridad única y autónoma de las Federaciones Internacionales (FI), quienes deciden sobre las reglas de estas competencias y la elegibilidad de los atletas que participan en estas decisiones", afirman.

Después de la referencia de Bach sobre no levantar el veto a deportistas que estén implicados en las fuerzas armadas rusas, que son múltiples casos, el COI intenta aclarar cómo y qué se llevará a cabo para determinar este tipo de decisiones. "Se considera que los miembros contratados de las agencias militares o de seguridad nacional rusas y bielorrusas apoyan la guerra", especifican y señalan que también deberán continuar inelegibles los deportistas que hayan realizado "declaraciones públicas, incluidas las realizadas en las redes sociales; participación en manifestaciones o eventos a favor de la guerra; y se debe tener en cuenta la exhibición de cualquier símbolo que apoye la guerra en Ucrania, por ejemplo, el símbolo "Z".

Un análisis que será complicado de llevar a cabo y que deberá tener un examen minucioso por parte de las distintas Federaciones Internacionales. "Para asegurar una interpretación armonizada de estos criterios, las FI deberían considerar la creación de un único panel independiente para tomar las decisiones", desvelan.

El proceso clasificatorio hacia París 2024 comenzó hace meses, lo que ha provocado que muchos deportistas rusos y bielorrusos inicien en peores condiciones la lucha por el pasaporte olímpico a la cita de la capital francesa. Muchos ya no tendrán opciones y otros tendrán que remontar muchas posiciones en el ranking para lograrlo. Ante las dudas surgidas, el COI también quiere aclarar que "no pedirá a las federaciones que adapten sus sistemas de clasificación retroactivamente para asignar cupos adicionales a atletas con pasaporte ruso o bielorruso que hayan perdido oportunidades de clasificación debido a la guerra".

Tras conocerse el anuncio, varios deportistas y colectivos han anunciado protestas y boicots contra la participación rusa. Ante estas noticias, el COI avisa sobre las manifestaciones políticas contra Rusia (y Bielorrusia) en la próxima cita olímpica: "Las expresiones de los atletas no están permitidas durante ceremonias oficiales (incluyendo ceremonias de entrega de medallas olímpicas, ceremonias de apertura y clausura), la competición en el terreno de juego y en la Villa Olímpica". Con esta afirmación, el Comité Olímpico Internacional deja claro que serán sancionados todos los deportistas que incumplan la normativa.