El sueño de competir en el Mundial de pelota tras años de reivindicación: "Con España tenía más que perder que ganar"
Dos pelotaris que renunciaron a representar a España y, por tanto, a competir internacionalmente, explican lo que supone para ellos la oportunidad de defender la Euskal Selekzioa.

Inhar Ugarte (Algorta, 1989) renunció en 2007 a representar a España en el Mundial junior de trinquete, una modalidad de la pelota vasca muy extendida, sobre todo en la zona del País Vasco francés. Hoy, 18 años y toda una carrera deportiva después, no ha participado en ningún mundial absoluto. Ekhi Ziarrusta, otro de los mejores del mundo en su modalidad, tampoco lo ha hecho pese a competir a nivel profesional en el País Vasco francés y, como Inhar, ser uno de los referentes vascos de la modalidad. La razón es muy sencilla para ellos: su país no participaba, hasta ahora, en los mundiales. Por eso, precisamente, celebran más que nadie que la Euskal Selekzioa esté a un paso de debutar en una cita internacional oficial.
"Llevamos muchos años esperando este momento", celebran ambos en primera instancia, en cuanto se les preguntan por lo que han sentido en estos últimos meses, desde que en diciembre de 2024 la Federación Internacional de Pelota Vasca aceptó la admisión de la Federación Vasca en una asamblea celebrada en Pamplona. "Hemos pasado muchos años metidos en este bucle de reivindicaciones, nos ha llegado esta emoción y la ilusión, pero todavía estoy expectante porque tenemos claro que no va a ser tampoco pan comido", explica Ziarrusta, quien fue portavoz junto a Amaia Larralde de una de las últimas reivindicaciones, cuando un grupo de pelotaris anunciaron su renuncia a jugar para España y Francia en 2024. "No nos sentimos ni franceses ni españoles, sino ciudadanos vascos. En consecuencia, hemos decidido rechazar estas dos selecciones", decía parte de su comunicado. Ahora lo ven más cerca, pero son aún algo escépticos por toda la polémica.
En primer lugar, es una decisión que está pendiente de un recurso que debe dilucidar el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), pero que permite empezar a ver la luz a Inhar y Ekhi, además de centenares de pelotaris. Sin embargo, en los últimos días les ha llegado un mazazo: no está claro que la Euskal Selekzioa vaya a poder competir en la modalidad de trinquete en el Mundial de 2026, ya que la clasificatoria se realizó en 2024, cuando aún la Federación Vasca no estaba dentro de la Internacional. "Estaba con toda la ilusión y, de repente, otra vez un bajón de la hostia", admite de forma muy sincera Inhar, que ve complicado aunque no descarta llegar al Mundial de 2030, que se celebrará en Bilbao, con 41 años.
"Estábamos ya con la emoción, pero nos ha llegado ese golpe con la mala noticia", admite Ekhi. "Un día me hago la ilusión, luego otro día estoy de bajón... No sabemos muy bien qué va a pasar. Es una oportunidad histórica y sería una pena que en todas las modalidades esté la Selección de Euskadi y justo en trinquete, no", razona. Fuentes federativas no son muy optimistas, pero una opción es que la Federación Vasca sea invitada en trinquete, entendiendo que en 2024 no pudieron competir en las clasificatorias por no estar aún oficialmente admitidos en la Internacional.
Ekhi, aunque reconoce que es un paso muy importante, mantiene su mirada reivindicativa, porque aún no se ha conseguido el verdadero objetivo. "Yo no reivindico una selección de Euskadi, yo quiero una Selección de Euskal Herria, de las 7 provincias, y si alguno quiere jugar con Francia o con España que juegue, pero que tenga la puerta abierta de jugar con la vasca". Un camino que se buscará recorrer en los siguientes años, para incluir poder a los pelotaris navarros y de Iparralde (País Vasco francés) que quieran jugar con la Euskal Selekzioa. "Es ilusionante, estamos contentos evidentemente de lo que se ha conseguido, pero si mañana juego representando a la selección de Euskadi de trinquete sin estar las 7 provincias, la conciencia tranquila del todo no me va a quedar", dice Ekhi.
Inhar aún no pierde la esperanza de disputar un Mundial defendiendo los colores que siente propios. "En lo deportivo sería lo máximo y es mi máxima ilusión. Imagínate para mí, que desde el 2007 empecé a jugar a un nivel importante a trinquete, que renuncié a jugar con la Selección Española, que me he perdido cinco mundiales... Por mí, pero también por mucha gente que he conocido a lo largo de los años, que ha trabajado por esto, sería increíble poder jugarlo", explica el de Algorta. "Yo jugando con España tenía más que perder que ganar", dice también Ekhi, que además está orgulloso de haber llegado a la Élite Pro por un camino diferente: "He jugado con los mejores, he podido ganarles y no he tenido que jugar con España. Para mí el mérito es ese".
Ese es otro de los puntos importantes de su decisión y que demuestra el convencimiento que tenían cuando en 2019 renunciaron ya públicamente a una convocatoria española para la Copa del Mundo. "Vivía cada Mundial con pena de no poder estar ahí, o de no poder vivirlo con tu selección, con tus compañeros de selección. Es una decisión que asumes, para mí es la que creía que tenía que tomar, es la más consciente y la que más tranquilo me deja moralmente, pero está claro que a nivel deportivo me ha podido cerrar puertas", admite Inhar, que disputó en 2008 su primer partido como invitado en la Elite Pro de trinquete y le costó una década llegar de forma oficial.

Algo similar cree Ekhi, que admite que cuando ve jugar a España o Francia disputar el Mundial ante cualquier rival, quiere que "el pequeño pegue el susto". "Pero es que es imposible. Imposible. Y les veo celebrar esas victorias y siento un poco de vergüenza", admite, ya que tiene claro que Baptiste Ducassou (vasco francés que defiende a Francia) y el navarro Luis Sánchez (España) están muy por encima del resto. Lo complicado, de hecho, es conseguir ser titular en estas selecciones, por lo que en el futuro Euskadi potenciará la competición. "Es un mundial y se vende como la máxima competición, pero para mí no es así. Los campeonatos que hay en Iparralde de trinquete, o los campeonatos aficionados que hay de pared izquierda, son mucho más complicados de ganar que un Mundial", defiende, aunque entiende que hubiese pelotaris que se sintiesen tentados por la oportunidad de jugar un Mundial y eligiesen representar a España, optando también a premios de unos 8.000 euros por las medallas.
Orgullosos de cara al futuro
Tanto Inhar como Ekhi celebran, aunque quizá ellos nunca lo vayan a poder vivir en primera persona, la participación de la Federación vasca dentro de la Internacional. Sobre todo, explican, por la repercusión que va a tener para la pelota en todos los sentidos. "Ahora también hay más responsabilidades y hay que estar mejor preparado", lanza Ugarte, que recuerda que han cometido durante estos años con Euskadi en torneos no oficiales pero que este paso exige a todos mayor compromiso. "La federación también tiene que prepararse para eso y desarrollar junto al Gobierno Vasco unos ciclos mundiales, con sus subvenciones, sus becas, con entrenadores...".
Además, ambos destacan en diferentes momentos de la charla el impulso que puede suponer para el deporte como tal, "más allá de todo lo sentimental" y de que "esto nos permita mostrar al mundo lo que somos". "Puedo entender que a los españoles les moleste que podamos competir, pero a todo el que le guste la pelota tiene que estar contento porque le va a dar un salto de nivel. Habrá más pelotaris de buen nivel en los mundiales, mayor inyección de dinero porque este es el territorio en el que más se juega la pelota...". Incluso recuerdan el peso de la televisión, recordando que "no hay nadie en este mundo con la experiencia de EITB, que lleva 40 años dando pelota y puede también profesionalizarlo todo...".
Inhar, además, recuerda que será cada pelotari el que decida con qué selección jugar, creando también duelos de mucho nivel entre Francia y Euskadi, así como España y Euskadi. "La gente se echa las manos a la cabeza, pero hay que recordar que nosotros llevamos años jugando torneos no oficiales. Y si ahora se ha podido dar este paso es porque se cambió la ley del Deporte en 2022. No se han saltado la ley, se modificó. Ahora la ley lo permite", argumenta y celebra.
Ekhi ya se imagina subiendo al podium defendiendo a Euskadi, algo que ha soñado toda la vida. No duda de lo que sentiría y buscaría. "Vamos a utilizar ese escaparate para hablar de lo que somos, de la educación que he recibido. Y probablemente subiría con la bandera Zazpiak Bat (la de las siete provincias) porque no sería solo una victoria, hay detrás un pueblo y en nuestra modalidad, que es trinquete, la participación de Iparralde es clave". Tienen claro que queda mucho camino, pero después de tantos años de reivindicaciones empiezan a ver la luz.