La última 'espina' de Damián Quintero: "Cuando te empiezas a juntar más con entrenadores que karatekas, algo pasa"
Esta semana, el español busca un oro mundial con 39 años que complete su palmarés.
El palmarés de Damián Quintero es de esos que dejan sin aire si te pones a relatarlo. El subcampeón olímpico de kata en Tokio es siete veces campeón europeo, tres oros en tres participaciones en los Juegos Europeos y tres platas mundiales. Con el kárate fuera de los Juegos de París, la mayor 'espinita' que queda para redondear su historia es lograr un oro en el Campeonato del Mundo con 39 años.
Esta semana, en Budapest, el español luchará por su último gran objetivo, preparado a conciencia antes de una retirada que, como el mismo dice, se va acercando y es cuestión de tiempo.
Parece que cuando tu deporte ya no está en los Juegos, se acaba todo.
Sí, eso me pasó el año pasado la verdad que sí. Porque aún en 2021, cuando acabaron los Juegos, tuvimos un Mundial apenas en tres meses e íbamos como un tiro. El 2022 fue un bajón realmente porque después de haber competido en el máximo evento deportivo que hay a nivel internacional, parece que ya lo otro no vale. Y no, no es así. Ahora, en la situación que estamos como deporte no olímpico, el Mundial es el evento más importante que tenemos en el calendario de este año y vamos con toda la responsabilidad a tope para intentar conseguir ese oro.
Con esa sensación de vacío de 2022 y sin el objetivo de unos Juegos, ¿pensaste en dejarlo?
Mi objetivo no era llegar a los Juegos Olímpicos y ya está, aunque tuviera la edad que tenía. Siempre lo he dicho, creo que mi responsabilidad o mi ilusión de toda la vida en mi carrera deportiva, que con los años la he ido perfeccionando, ha sido dejar un legado para toda la gente que viene detrás. No el número de medallas, no sé si seré el máximo de la historia, pero es que eso no me importa. No quería haber llegado a los Juegos Olímpicos y decir: bueno, aquí se acabó. Podría haberlo hecho y lo hubiera hecho arriba del todo, pero bueno, seguí, tuve un año de tránsito y el 2023 está saliendo estupendo. Lo que espero es poder culminarlo esta semana consiguiendo el oro en el Mundial. Sería un año perfecto en los tres objetivos grandes que nos hemos planteado: Europeos, Juegos Europeos y el Campeonato del Mundo. De hecho, ni me planteo todavía la retirada. Sí, obviamente está muy cerca, estamos hablando de 39 años y, obviamente, el cuerpo ya te pide otras cosas. Pero tengo ganas de seguir, porque estoy disfrutando entrenando, disfrutando compitiendo y creo que es la mejor etapa en los últimos 4, 5 o 6 años.
El oro mundial es esa espinita que te queda.
Sí, es la espina que me queda, pero no es la obsesión. La quiero conseguir y me he preparado para ello por supuesto, pero si no la consigo no voy a estar frustrado. Cambié mi mentalidad hace tiempo de ese nivel de frustración cuando no consigues ciertos objetivos y la vida te pone delante de obstáculos, a veces los saltas y a veces no. Entonces, si viene, bienvenido sea y se pondrá al lado de las otras joyas de la corona y de la plata olímpica. Pero si no, será una plata, un bronce o ninguna. Lo que está claro es que me he preparado bien para llegar a ser competitivo y estar a máximo nivel contra gente joven y con el cambio generacional que ha habido en la kata.
¿Cuáles son los rivales?
El japonés [Ryo Kiyuna, campeón olímpico] se ha retirado, pero por supuesto ya hay otro japonés que también es igual de bueno. Luego estamos el turco Ali Sofuoglu, el italiano Mattia Busato y yo, que somos los más carcamales, ahí. Aunque estamos hablando que yo les saco ocho o diez años de diferencia a ellos. Seré más viejo de toda la competición, espero ser un 'viejoven' en forma.
Cuando miras a tus lados y ves que les sacas diez años a los demás. ¿Qué piensas?
En competición, eso ya me pasa con el equipo nacional. Veo a los chavales que acaban de entrar nuevos, que vienen de las categorías inferiores con 18 años.... y ves que hablan de esas cosas que se entienden entre ellos. Yo ya soy de otra época. Cuando ya te empiezas a juntar más con los entrenadores que con los karatekas, algo pasa aquí.
¿Se ha notado un cambio en el kata al pasar por los Juegos Olímpicos? Siempre se dice que cuando un deporte entra en el programa, el nivel sube exponencialmente.
Sí, por supuesto que sí. Hace diez años, el kata se practicaba en Japón, España, Italia y Francia y poco más. Ahora te sale cualquiera y te hace un kata muy bien hecho, con cualquiera puedes perder. Se ha notado mucho el impulso que han dado todos los países al estar dentro de los Juegos.
"No me obsesiono, ni sueño con el oro"
¿Y ahora baja o se puede mantener? ¿Sigue habiendo esa ilusión por crecer?
La situación ahora es la siguiente: Los deportistas tienen el nivel, pero es muy difícil intentar aguantar ese nivel porque ya no tienes esas subvenciones, esa ayuda, esas becas. No lo hablo por mí personalmente, porque yo me encuentro en una situación muy buena, con mis patrocinadores y una situación muy estable. Puedo dedicarme y de hecho me dedico al 100% a entrenar y a otras labores también. Pero lo digo, sobre todo, por otros chicos del equipo que son de esas generaciones que ven muy lejos unos Juegos o por lo menos una etapa "rica" donde poder dedicarse al 100% a esto.
En la despedida al equipo que tuvo lugar en el Consejo Superior de Deportes, quisiste coger el micrófono y lanzar un mensaje de ánimo a esos chavales. Pidiendo ayuda a las instituciones, apoyo para los jóvenes que están empezando. Parecías un futuro presidente de la federación.... ¿te gustaría?
¿Sabes qué pasa? A veces, los que lo deben hacer no lo hacen y no lo digo por mi presidente, que siempre ha sido muy reivindicativo. A veces salimos directamente a los medios de comunicación y parece que lloramos. No es llorar, simplemente es decir la situación real que hay, intentar decir de una manera normal y clara que se entienda. Que no se piense que estamos llorando para desprestigiar nuestro deporte, porque entonces nos hundimos nosotros mismos. No se me pasa por la cabeza ser presidente ni en broma y esto que no lo escuche mi presidente, que si no se enfada.
"A veces salimos directamente a los medios de comunicación y parece que lloramos. No es llorar, simplemente es decir la situación real que hay"
Hablemos del Mundial. ¿Cómo llegas?
No, no me obsesiono y no sueño con el oro. Me lo dice todo el mundo: "Es la que te falta". Sí, ya sé que es la que me falta, no hace falta que me lo digan, pero no me obsesiona. ¿Me he preparado la conciencia? Sí, por supuesto, me he preparado a tope para estar ahí, para conseguir ese oro y ser campeón del mundo individual. Si lo consigo estaré muy contento, si no lo consigo seguiré igual de contento y seguiré siendo la misma persona. Ahora estoy disfrutando más del camino. Antes estaba mucho más obsesionado con los resultados, el tema de los Juegos para ganar un beca ADO, porque si quedo segundo me viene un sponsor y esas cosas. Estoy en una situación tan buena para mí personalmente, anímicamente y mentalmente que sólo voy con la idea clara de sacarme el 100%. No me queda otra que hacer el 100% porque no existe más, pero disfrutar de todo también.
Antes decías que no piensas en la retirada, pero a lo mejor si te ves con un oro mundial colgado esta semana y ya no tienes una gran motivación para seguir. ¿Puede pasar?
Puede ser, no lo sé. Me voy a tomar una semana de vacaciones después del Mundial y lo pensaré. Si tengo el oro en casa, ya hablamos de nuevo si quieres. Pero creo que no, mínimo un añito más quiero seguir.
¿La razón puede ser el Mundial por equipos que hay en España el año que viene? Una retirada en casa.
Eso es, correcto. Hay un Mundial por equipos en España, es la primera vez que se hace en la historia. Ahora los Mundiales se van a ir intercalando, un año individual y otro año por equipos. El primero se hace aquí en España. Ya he tenido una conversación con el presidente, hay alguna oferta soltada y ya la contaremos. Creo que seguiré un año más, porque tengo ganas, porque me encuentro bien, porque me gusta entrenar. Seguramente baje el pistón, porque tengo otros proyectos profesionales y quiero dedicarle también tiempo a otra cosa, pero seguiré entrenando mis cuatro o cinco horas al día seguro.
¿Se puede desvelar ese proyecto profesional?
No. Dejamos el misterio.